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De sirenas, de actores y del Castillo

Entre sospechas de periodistas y una prensa agitadísima, la telenovela del Chapo Guzman y la actriz Kate del Castillo se volvió el centro de atención de la captura: ¿fue el Chapo capturado, o se dejó capturar para construir el mejor guión de Hollywood?

por

Maru Lombardo


19.01.2016

Atraparon a Joaquín “El Chapo” Guzmán, una noticia que en esta década es el tercer intento de impresionar al mundo con la captura de un segundo Pablo Escobar. No olvidemos que El Chapo se había escapado dos veces de prisiones de máxima seguridad: la primera de Guatemala, y en el 2015 de México. Antes de su última captura en enero de este año, la revista Rolling Stone reveló que el actor Sean Penn y la actriz mexicana Kate del Castillo habían cruzado la selva mexicana para encontrarse con el capo de la droga más poderoso del mundo.

Debido al estatus de El Chapo, las historias que circulan a su alrededor coinciden con las de otros grandes traficantes. La comparación más cercana la hacen con Pablo Escobar: como él, El Chapo habría sido considerado el “Robin Hood” de poblaciones pobres en su tierra natal; y, como él, El Chapo fue detrás de una mujer hermosa del mundo público de su país. Solo que esta vez la mujer le llegó con un actor, y resultó en una crónica controversial: “El Chapo Speaks” (“El Chapo habla”), que fue publicada el 9 de enero, un día después de la captura.

El Chapo no es el protagonista del texto, sino Sean Penn y su lucha moral contra la complicidad ciudadana de Estados Unidos en el consumo de drogas de traficantes como El Chapo. En el relato también hay una mención patética de cómo el protagonista-héroe teme que los narcos le corten el pene durante su aventura por la selva. Pero quizás la crónica fue escrita por el hombre equivocado. La verdadera protagonista es la mujer perfecta para este cuento mítico entre King Kong y Ann Darrow: Kate del Castillo.

Kate del Castillo es mejor conocida como la actriz que interpretó a la protagonista Teresa Mendoza de La Reina del Sur, producida por Telemundo y lanzada al público a mediados de 2011. El título explica la trama: cómo Teresa, proviniendo de tierra “sudaca”, construye la empresa más exitosa de tráfico de drogas en el sur de España. La prensa ya analizó suficiente cómo El Chapo cumplía sus fantasías al contactarse con la mujer que no solo es una famosa actriz, sino que es una famosa actriz por aquel particular rol de telenovela. Por suerte, en la historia del narcotráfico son pocas las coincidencias.

La vida imita la ficción, dijo el periódico The Guardian. Desde que del Castillo le habló directamente al Chapo desde su cuenta de Twitter, se convirtió en la nueva sirena de Occidente: con un canto hipnótico entre las aguas violentas, el viajero por fin encontró un lugar donde reposar de su cansado escape.

 

Recordemos la boga por la que están pasando series como Narcos en Estados Unidos después del éxito de El patrón del mal. ¿No es la historia de El Chapo Guzmán la siguiente gran historia de las productoras de Norteamérica?

 

Y otra característica de las sirenas es que guían a los viajeros a su muerte. En este caso, menos trágicamente, la criatura llevó al Chapo a su captura. Sean Penn contactó a Del Castillo para poder llegar al Chapo Guzmán; de otro modo, el actor no hubiera tenido oportunidad de llegar al capo. Sí: gracias al rastreo que hicieron las autoridades mexicanas y estadounidenses de uno de los celulares de Sean Penn, finalmente pudieron capturar al Chapo Guzmán por tercera vez. En otras palabras, Del Castillo no es solo la sirena: es la mujer-trampa que cautiva a la bestia para exhibirla en una película. King Kong, pero en México.

Kate del Castillo ya había apoyado al narco en la producción de una película sobre su vida, antes de que se escapara por segunda vez en el 2015. Si El Chapo iba a escaparse, ¿cuál era el punto de dejar a una productora en la nada, sin referencias para seguir haciendo su trabajo? Si El Chapo quería seguir prófugo, ¿pudo haber sido tan tonto como para recibir a un actor de Hollywood y a una de las actrices más conocidas de Latinoamérica en su refugio en la selva?

La historia de las sirenas explica las relaciones milenarias entre hombres y mujeres: la presuposición de que una mujer lleva intencionalmente a un hombre a su perdición, sea por sus “encantos” o para obtener algo de aquellos hombres. Y, como todo mito o leyenda, oculta una verdad histórica a la que quién sabe cuándo podremos acceder: ¿El Chapo realmente se “descuidó”, o se entregó deliberadamente al encuentro con Kate para ser rastreado y capturado? ¿Del Castillo hizo parte de algún plan de captura incluso al ofrecerle al Chapo su colaboración para producir la película sobre él? ¿Es todo este melodrama una excusa perfecta para construir el guión de Hollywood más cotizado de la década? ¿Cantó como una sirena, para su propio beneficio, o jugó como Ann Darrow para beneficio de otros?

En los mensajes de texto entre el narco y la actriz, ella se mostró simpática e incluso autocondescendiente: agradece mucho a El Chapo y dice que se siente protegida y “entendida como mujer”. Hoy, Kate no parece la mujer que depende de la caída de un grande para seguir adelante, sino que es una “chica fuerte e independiente” que no necesita que ningún narco que la proteja. Kate ahora es la chica que no requiere del apoyo ni cuidado de nadie para ser reconocida como “lo máximo” por sus fans. Está esperando a que la prensa se canse para decir algo sobre este tema.

Esto demuestra que ella no fue ni una seductora ni una víctima de los encantos de El Chapo (al menos no todavía), sino una empresaria y productora que se encargaría de mostrar al mundo la autobiografía del más grande y más peligroso de todos. Por un lado, reconoció el uso de su género frente a un magnate; por el otro, pudo haberle tendido una trampa con ese mismo conocimiento.

Fue sirena, o se hizo pasar por Ann Darrow.

Si ese es el caso, y del Castillo cooperó desde el principio con el Estado o a través de Sean Penn para organizar la captura, entonces el fenómeno Del Castillo es cuando “la mujer es objeto y dueña conciente de su propio negocio”. Una película de Hollywood y mucha fama por un magnate preso. Excelente ganancia para Estados Unidos y México, sobre todo en entretenimiento.

Recordemos la boga por la que están pasando series como Narcos en Estados Unidos después del éxito de El patrón del mal. ¿No es la historia de El Chapo Guzmán la siguiente gran historia de las productoras de Norteamérica?

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