El periodismo debe cuestionarse siempre sobre las cosas más obvias. Eso que parece irrelevante, vago y sin gracia, probablemente sea lo que le permita contar una historia, un suceso, un momento histórico.
Cómo contarlo y qué contar, son dos de los principales objetivos de la clase Narrativa Multimedia de la maestría en periodismo del CEPER. Nueve estudiantes y un profesor, durante un semestre se imaginaron muchas cosas, y buscaron –en lo más y lo menos evidente– cómo entender la ciudad en la que viven y sus alrededores. Bogotá.
En esta nota les presentamos cuatro experimentos, cuatro formas de entender la ciudad, sus alrededores y muchas prácticas y costumbres tradicionales. Cuatro ediciones de una clase que quiere mostrar otra forma de contar las historias.
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Imagínese una Bogotá Sorda. Una que no escuche, o que escuche algo que nunca se ha oído. Imagínese una Bogotá Peluda, una en la que hasta el más mínimo pelo en el suelo tenga algo que contar. Imagine lujos, carros, plata, mucha plata; imagine comer lo más caro de Bogotá, ser la punta de la pirámide de la ciudad. Imagine una Bogotá Pinchada.
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¿Alguna vez se ha preguntado de dónde proviene el vaso de leche que se toma todas las mañanas?, ese que acompaña a las tostadas, la fruta y los huevos del desayuno. ¿Se ha preguntado por ese queso? cuando era suero, cuando era vaca. Imagine una región en la que hay casi una vaca por cada persona; imagine todo lo que tiene que pasar para que usted pueda hacer chocolate y café en leche todas las mañanas. Seguro esa leche viene de La Vía Láctea.
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* Narrativa Multimedia es una clase de la maestría en periodismo del CEPER, que funciona como una sala de redacción. En cada edición los estudiantes cambian de rol, y se cuentan historias en medios audiovisuales. La clase está a cargo de Lorenzo Morales –polítólogo y periodista– profesor de planta del CEPER.