Con las mujeres, Francia busca quitarle votos a Fico en su casa
En varios eventos organizados en Medellín, la candidata a la vicepresidencia por el Pacto Histórico, Francia Márquez, le habló a las mujeres con una agenda que las pone a ellas y a sus necesidades en el centro. Así es como Márquez busca convocar votantes en la región del Uribismo y de su candidato Federico Gutiérrez.
*Esta publicación hace parte de la Beca 070 para cubrir las elecciones
“Han sido las mujeres de este país quienes han sostenido la vida” dijo Francia Márquez, la primera mujer afro en la historia de Colombia en ser fórmula vicepresidencial, en un evento público el pasado 22 de abril en el corazón del uribismo y del candidato Federico Gutiérrez, Medellín. La escuchaban mujeres de todas las edades: universitarias, madres, abuelas y también hombres, sobre todo jóvenes.
Márquez habló de feminismo acompañada de Verónica Alcocer, la esposa de Gustavo Petro, de las congresistas electas Luz María Múnera e Isabel Zuleta y de Diana Osorio, la esposa del Alcalde Daniel Quintero. “Medellín es mujer y vamos a vivir sabroso”, gritaba desde la tarima en la que presentaron una obra de teatro con actrices que representaban a La Pola, a Betsabé Espinal y a María Cano, todas mujeres que han sido hitos en la historia del país.
Con esos símbolos, Márquez es la punta de lanza de la estrategia del Pacto Histórico para ganar en Antioquia de la mano de colectivos feministas, incluso más que de la comunidad afro de la que viene. Pero esta región está dividida y tampoco es una plaza fácil. La intención de voto sigue siendo favorable para Gutiérrez, con un 40% en Antioquia y el Eje Cafetero en primera vuelta, según la encuesta del Centro Nacional de Consultoría, CNC, del 21 de abril.
Lo mismo se ve en la encuesta Invamer Colombia Opina del 11 de abril de 2022 en la cual Gutiérrez también tiene una ventaja en la región del Eje Cafetero con 49,8 % frente al 27,5 % de Gustavo Petro.
Eso sin contar que la idea inicial de la campaña era que Francia Márquez se viniera a vivir a Medellín, pero finalmente no lo hizo por las amenazas y la estigmatización con la que la recibieron algunos sectores; lo que muestra, de entrada, lo difícil que será morderle votos a Fico aquí en la región.
Lo que está en juego
Son al menos cinco millones de votos los que hay en juego en Antioquia. Para conquistarlos, la apuesta del Pacto Histórico es hacerlo bajo el liderazgo de Márquez por varias razones.
Primero, porque tiene menos resistencia que Petro en el departamento. Según la misma encuesta del CNC, mientras ella tiene un 27 % de favorabilidad en Antioquia y el Eje Cafetero, él tiene el 21 %. Segundo, porque Márquez sacó su tercera votación más grande en Medellín, con 47.126 votos, casi igualando a Cali, más cercana a las luchas de izquierda.
Además, puede ganar votos entre las mujeres, un sector menos cómodo para Petro en el que tiene diez puntos menos en preferencia de voto a nivel nacional frente a Márquez, según la misma encuesta. Si bien a nivel nacional la preferencia de voto por ella sigue estando en los hombres, con un 45 % frente a un 37 % entre mujeres, Márquez llegó a conquistar el voto de las mujeres en Medellín, con el apoyo de sectores feministas y movimientos políticos como Estamos Listas, con todos los retos y obstáculos que esto implica.
La campaña con cara de mujer
Márquez quiere contrarrestar esa debilidad en la zona dirigiendo su mensaje a un sector concreto de mujeres similares a ella. “Hay una potencia de mujeres que son cabeza de familia, trabajadoras, que también se reconocen y se identifican con ella y es allí la importancia de su discurso, de llegar a esas mujeres que llaman normales, que son la mayoría de la población”, dice Carmen Pabón, integrante de la dirección nacional de la campaña de Estamos Listas.
Un mensaje que puede calar entre los sectores que quieren un cambio.
“Yo creo que los antioqueños encontramos en ella una mujer que puede hablar de vida digna, de vivir sabroso, (…) Francia logra entrar a una ciudad y a un departamento que quiere cambios”, afirma Luz María Múnera Medina, representante electa a la Cámara en Antioquia por el Pacto Histórico.
Márquez estuvo el pasado 4 de abril en la Plaza Gardel con la gente, se montó en una tarima móvil y recorrió las calles hasta el barrio Villa Sofía de la Comuna 7, Robledo. Allí hizo un sancocho popular y fue recibida con música y baile por jóvenes del sector. Les habló de la no violencia y de la construcción de la paz desde la cultura. En la tarde hizo un encuentro ciudadano con sectores sociales, comunidad sordomuda, organizaciones de mujeres y de economía solidaria.
Al otro día hizo su primera rueda de prensa en la ciudad, rodeada de las congresistas electas Piedad Córdoba (a la que Petro le pidió públicamente suspender sus actividades en la campaña hasta resolver sus líos judiciales) Susana Boreal, Luz María Múnera, Isabel Zuleta y el senador Alexánder López. Luego se reunió con miembros de la Rexixtenxia Norte, la barra del Deportivo Independiente Medellín, que se unió a su campaña.
Después fue a Itagüí y a Bello. Allí estuvo con jóvenes y representantes del sector cultural. “Si en realidad Colombia quiere un cambio, hay que apostarle al gobierno de vivir sabroso” les dijo. “Te queremos Francia, te queremos” y “El pueblo no se rinde, carajo”, fueron las dos arengas que más se escuchaban. “Queremos tener la certeza que vamos a recuperar la soberanía alimentaria, porque no aceptamos que, como mamás que hemos parido, y sabemos lo que duele parir, nuestros niños y niñas mueran de hambre”, afirmó Márquez en su discurso.
En esa visita se reunió con la pianista Teresita Gómez para hablar de las mujeres negras en la música y de la necesidad de crear un pacto con la cultura, una estrategia para cambiar la mentalidad conservadora que denigra a la izquierda y la asocia con grupos ilegales. En su segunda visita, el 22 de abril, la recibió Osorio, gestora social de Medellín y magíster en estudios de posguerra, y conversó con Alcocer, la esposa de Gustavo Petro, sobre lo importante que es la mujer en la sociedad, recalcando el mensaje de “Medellín es mujer”.
Según la congresista Múnera, la clave del discurso de Márquez sobre la mujer es que su eje es la seguridad. “Lo que queremos es recordarle a las mujeres que esos bandidos son nuestros hijos, no son extraterrestres, no cayeron del cielo, y toda esta situación de falta de oportunidades, de educación, de empleo digno, de dignidad humana en general, es lo que ha llevado a muchos chicos y chicas a terminar en los combos”. Por combos, se refiere a las pandillas en Medellín.
Pero Márquez no sólo le apunta a la seguridad en su discurso feminista. Para Marta Restrepo López, quien lleva más de 30 años navegando la militancia feminista, social y política, también “le habla a las mujeres trabajadoras. Es un gran reto el poder llegar con la campaña a quienes no son feministas pero que están afectadas por todos los problemas que afrontan las mujeres más empobrecidas, sin salario, sin ingresos, sin trabajo; a las madres cabezas de hogar”, situaciones que han atravesado a Francia, que son constantes en su relato y que generan identificación con la mujer del día a día. “Yo ahí veo claramente un discurso feminista que además tiene un componente de clase y antirracista”, afirma Restrepo.
“Francia es una de nosotras. Es una mujer del común. Una mujer que no viene de un capital económico acumulado, ni de una familia adinerada o de tradición política partidista, sino que viene de los activismos, tiene sincronía narrativa y estética con todo el proceso del estallido social”, agrega Restrepo.
Además de las mujeres, Márquez también está enfocada en aumentar el voto de los hombres que se identifican y resaltan la lucha por la igualdad y la construcción de nuevas masculinidades y ciudadanías.
También hay una apuesta por ampliar su agenda, más allá del feminismo. “El tema ambiental es de gran relevancia en Antioquia por Hidroituango y el desplazamiento forzado”, explica María Quiñonez, quien integra el Proceso de Comunidades Negras de Colombia, PCN, al cual pertenece Márquez. Su campaña también transmite el mensaje de defensa de los derechos humanos, un objetivo del Polo Democrático y de su movimiento Soy Porque Somos —integrado por organizaciones como Cimarrones, Proceso de Comunidades Negras, PCN, Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombiana, CNOA, grupos ambientalistas, de víctimas y feminismos—.
Los líos de querer vivir sabroso
“Es muy interesante que una candidata mujer, feminista, afrodescendiente y ambientalista entre en Medellín justamente a ganar una base electoral”, dice Mara Viveros, economista, antropóloga y profesora de la Universidad Nacional de Colombia. Viveros asegura que Antioquia se considera un territorio blanco y poco racializado, y por eso hay resistencia a una idea de unidad dentro del territorio que incluya a la población negra.
Prueba de eso es que junto al anuncio oficial como fórmula vicepresidencial, Petro dijo que Francia se radicaría en Medellín, pero unos días más tarde la decisión cambió.
“Francia ha recibido amenazas por WhatsApp, por redes sociales, por teléfono. Demasiados ataques xenofóbicos y racistas. Y muchos nos sentamos a pensar en si era justo ponerla a pagar el precio”, explica Múnera. “Es una pelea que ha dado toda la vida y muchos pensábamos que era un sacrificio muy berraco, ella estaba siempre dispuesta, además (…) porque no sabíamos si éramos capaces de garantizar su seguridad en Medellín”.
A eso se suma que Francia recibió tres amenazas en menos de un mes. “No es posible que intenten silenciar nuestra voz amenazándonos, convirtiéndonos en objetivo militar (…). Invito a toda Colombia a rechazar la violencia en la política, el racismo que daña nuestro ser y mata”, comentó Márquez en la rueda de prensa que tuvo en Medellín a inicios de abril.
“Nosotros somos conscientes que Antioquia ha sido un bastión del uribismo, por eso se le ha encomendado a Francia su diálogo con los antioqueños, especialmente en Medellín. Queremos llevar la voz que habla en carne propia la realidad de los últimos 20 años en los que Medellín ha apoyado de manera importante a los que hoy gobiernan”, comenta Ariel Palacios, coordinador político de la campaña Soy porque Somos.
¿Y en las comunidades afro, qué?
Una razón para no enfocar su campaña en la población afro a nivel nacional y en Antioquia es que Márquez no logró ser un fenómeno electoral en los territorios afrodescendientes. Esa es una paradoja al ser ella una voz que ha luchado por los derechos de las comunidades étnicas. En Cauca obtuvo el 11 % de los votos de la consulta, en el Valle del Cauca el 13 %, en Nariño el 8 % y en Chocó el 22 %.
“Lo que sí preocupa es que Francia no haya tenido (…) una votación interesante en las zonas en las que creíamos que íbamos a tener; recordemos que las zonas del Pacífico son de difícil acceso y muchas captadas por los partidos tradicionales”, afirma María Quiñonez.
Según una fuente de la campaña que compartió la información fuera de los micrófonos, un gran sector de las comunidades afro es muy conservador y no se siente representado por la candidata, probablemente por ser mujer, pues en la cultura predomina el machismo.
Sin embargo, la presencia de Francia sí ha calado en las juventudes afro de Colombia.
“Francia me representa porque es una mujer como yo: negra, de un territorio en el Pacífico, no central y olvidado. Es una mujer luchadora que se ha formado desde la base y su liderazgo me inspira profundamente”, decía una joven en la “Juntanza para vivir sabroso desde las mujeres en Medellín” el pasado 23 de abril. “Ella no solo se reconoce como feminista, tambien está reivindicando sectores desplazados y discriminados”, dice Carmen Pabón de Estamos Listas.
Márquez seguirá enfocada en morderle votos a Fico en su casa, desde un mensaje totalmente opuesto, reconociendo vivencias y existencias femeninas, negras y jóvenes, abriendo un camino para esos sectores que han estado relegados en medio del conservatismo y “uribismo” paisa.