La COP16 está avanzando contra el tiempo. Se anunció que Cali sería la sede en febrero, después de que Turquía cancelara por los terremotos que sufrió el país a finales del año pasado. Esto ha implicado que la organización del evento tenga mucho menos tiempo del que han tenido, históricamente, otras COP.
Después de meses de espera, este martes 23 de julio finalmente se publicó la agenda con los eventos que se realizarán en la Zona Verde a partir de los lineamientos del Marco Kunming-Montreal –el resultado de la COP15 del 2022–. La demora en publicar la agenda fue uno de los temas que ha despertado críticas a la organización de la conferencia, incluso por personas cuya bandera no es el ambientalismo, como el expresidente Juan Manuel Santos.
Ahora faltan menos de 90 días para que empiece una de las conferencias más importantes para el medio ambiente, donde debe quedar definida la hoja de ruta que deben seguir los países para la protección de la biodiversidad. También se acordarán los recursos para financiar dichos planes y se diseñará un plan que articule los resultados de esta conferencia con los de la COP29 de cambio climático, que se celebrará en Azerbaiyán a los diez días de que finalice el evento en Cali.
La COP16 ha implicado un trabajo conjunto entre el Gobierno nacional, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, y la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro que, aunque están al otro lado del espectro político del “gobierno del cambio”, han demostrado voluntad para que el evento salga de la mejor manera.
A pocos meses de que se celebre este evento, nos preguntamos sobre lo que aún queda sin resolverse de la mano de expertos, líderes y la propia ministra Susana Muhamad.
¿Cómo está incluyendo la COP16 a la gente?
Usualmente, las COP se suelen dividir en dos espacios.
Una Zona Azul, en donde se dan las negociaciones entre los gobiernos, y una Zona Verde, en donde participan las organizaciones de la sociedad civil, la academia, las ONG y el sector privado. Es en la Zona Verde dónde se hará la “COP de la gente”, como le han llamado desde el gobierno.
El MinAmbiente anunció que la Zona Verde de la COP16 será “la más grande en la historia de las COP”. Esto lo respaldaron con los 1,152 eventos académicos y 280 actividades culturales que incluyeron en la agenda. Una agenda que según le dijo la ministra Muhamad a Cerosetenta, fue concertada con propuestas de distintas organizaciones y comunidades étnicas que incluyeron dentro de la conversación.
“El presidente y la ministra han dicho que esta va a ser la COP de la gente y quieren grandes movilizaciones de pueblos indígenas, de campesinos y de comunidades afro. Es una innovación en el discurso de las COP muy acorde con lo que es el país”, comenta al respecto Sandra Vilardy, académica, ambientalista y exviceministra de Políticas y Normalización Ambiental en el Ministerio de Ambiente.
Ann Murcía, coordinadora ambiental de la Organización Nacional Indígena (ONIC), le explicó a Cerosetenta que el Marco Kunming-Montreal de la COP15 logró que se reconociera a los indígenas como protectores de la biodiversidad. De esta manera “se ha establecido una relación de gobierno [indígena] a gobierno [nacional] para acordar una ruta de trabajo en el marco de la COP16”.
Para el caso de la ONIC, el principal organismo que agrupa y representa a los pueblos indígenas, Murcía asegura que ha habido un “buen acompañamiento” del gobierno para un proceso de acreditaciones que está en curso.
Pero aunque el gobierno quiere la participación de los pueblos indígenas, de campesinos y de comunidades afro, no todos están sintiendo ese mismo acompañamiento.
Es el caso de Cococauca, organización que reúne a varias comunidades negras de la costa pacífica del Cauca. “Nosotros estamos con cierta preocupación porque acá no tenemos una ruta establecida para llegar a la COP16”, comenta Felipe Cuero, uno de los líderes de Cococauca.
Desde el Ministerio aseguran que los colectivos afro tendrán un espacio asegurado en la COP16, además de un comité que reuniría los intereses de las comunidades del Pacífico liderado por la vicepresidenta Francia Márquez. Sin embargo, Cuero le aseguró a Cerosetenta que ese espacio de pre-COP para el Pacífico Medio ya fue aplazado: “antes se iba a hacer el 8 de agosto y ahora se pasó hasta el 20 de agosto. Nos urge ponernos al corriente”.
Otro colectivo que busca llegar a la COP y que tiene incertidumbre es la Asociación Campesina de Inzá (ACIT) que desde 1997 ha impulsado el trabajo de los campesinos en los municipios de Belalcázar e Inzá en el Cauca. Liney Arias, una de sus representantes, le dijo a Cerosetenta que aunque ya tuvieron un primer encuentro con funcionarios del MinAmbiente –fue en un foro que se celebró en la Universidad Javeriana el pasado 19 de julio–, todavía no les han confirmado si harán parte de la conferencia.
“Los secretarios que estuvieron de la COP16 nos pidieron la ponencia y dijeron que fue de las mejores pero todavía no sabemos si iremos al evento”, comenta Arias. Ella esperaba recibir una respuesta el 25 de julio pero no sucedió. Ahora confía que con su participación en la Cumbre Campesina pre-COP16 programada para 29 y 30 de agosto en Fusagasugá pueda llegar la invitación.
“Necesitamos que haya esa gestión por parte del Ministerio de Ambiente”, concluye.
¿Cómo van a llevar las propuestas de la gente a los tomadores de decisiones?
En la rueda de prensa en la que se anunció la agenda de la Zona Verde, la ministra Muhamad dijo que llevarán las conclusiones de la Zona Verde a los ocho foros de la Zona Azul. De esta manera el gobierno nacional quiere asegurar uno de sus grandes objetivos: que los gobiernos participantes le den recursos y oportunidades a las comunidades étnicas y a los movimientos sociales (o al menos que los escuchen).
Antes de publicada la agenda, la profesora Vilardy le explicó a Cerosetenta que no es común que la Zona Verde (Cali) y la Zona Azul (Yumbo) estén tan distanciadas espacialmente. Para ella, la separación “podría impedir la conversación y la incidencia que de la sociedad civil se pueda hacer a los negociadores”. Por eso es clave que se conozca la hoja de ruta que tendrá la organización para llevar los mensajes de un lado al otro.
A la apuesta de una Zona Verde separada de la Zona Azul, habría que sumarle el reto de la logística. Como le dijo Jorge Maldonado –coautor del texto “Camino a la COP16: Biodiversidad en América Latina y el Caribe importancia económica”– a La Silla Vacía, es necesaria una contratación de personal adicional al del Ministerio de Ambiente y otras entidades públicas relacionadas a la conferencia.
Cerosetenta contactó a la ministra para preguntarle exactamente cómo harán para llevar las conclusiones de la Zona Verde a las discusiones de la Zona Azul. También para saber en qué está la contratación de personal logístico para la COP16. Al cierre de este reportaje no hubo respuesta.
¿Es posible que la COP16 se cancele o aplace?
En la tarde del martes 16 de julio un perfil de X –que se cree es manejado por las disidencias de las FARC, a cargo de alias Iván Mordisco– publicó que “la COP16 fracasará así militarize con gringos”. Un mensaje amenazante dirigido específicamente al presidente Gustavo Petro, cuyo gobierno rompió ese mismo día el cese al fuego que mantenía con esa facción del Estado Mayor Central (EMC) tras los ataques terroristas que han perpetrado en Jamundí, un municipio que limita al norte con Cali.
El 30 de julio, Mordisco volvió con un nuevo comunicado pero ahora en video. Ahí se compromete a “no afectar el normal desarrollo de la COP16 que se va a realizar próximamente en la ciudad de Cali”. También invita a los combatientes que están en las filas de las disidencias que se han opuesto a su comandancia a unirse a un nuevo EMC comandado por él.
Un poco de contexto. Ahora mismo, el EMC se encuentra dividido entre las facciones a cargo de Mordisco, a las que el gobierno le ha declarado una “ofensiva total,” y, por el otro lado, las facciones comandadas por alias Andrey Avendaño y por alias Calarcá. Estos grupos se han mantenido en la mesa de negociación con el gobierno nacional y sus comandantes se han desmarcado de Mordisco, acusándolo de impulsar una guerra interna dentro del EMC en regiones como Putumayo, Guaviare, Tolima y Meta.
“El discurso de Andrey y de Calarcá es una réplica de lo que eran ideológicamente las Farc. Además sienten que si no logran la paz en este gobierno ya no lo van a lograr. Mordisco no tiene ningún discurso, solo está priorizando el negocio”, comenta Gerardo Bazante, académico e investigador experto en el conflicto armado colombiano.
Bajo el mando de Mordisco, en el suroccidente del país está el frente Jaime Martínez. El Ejército y la Policía le han atribuido a ese frente ataques como el de la Tercera Brigada del Ejército en Cali, la estación de policía en Jamundí o el secuestro que sucedió el pasado 20 de julio en ese mismo municipio. Además, tiene prendidas las alarmas por la cantidad de personas que está reclutando forzosamente en la región. Según una fuente que conoce las operaciones de esa estructura, pero que habló con Cerosetenta con la condición de no ser citado, nos dijo que su objetivo es avanzar desde Jamundí hasta lograr el control de la ruta del narcotráfico que sale por el puerto de Buenaventura.
En medio de esta delicada situación que se da a poco tiempo de la COP16, la ministra Muhamad le aseguró a Cerosetenta que el Ministerio de Defensa tiene en curso un plan de seguridad aprobado por las Naciones Unidas. “A Cali llegarán 4000 policías durante la COP a sumarse a los 6000 que tiene la ciudad normalmente. Estos refuerzos ya empezaron a llegar a la ciudad y se irán sumando de manera progresiva para llevar a cabo diversas acciones no solo en la ciudad sino en los alrededores”.
La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, confirmó en televisión nacional que aunque habrá militares desplegados en Cali. Y dijo que el eje del plan será “blindar” la ciudad con presencia del Ejército en municipios aledaños donde ha habido presencia de los grupos de Mordisco como Jamundí, Yumbo y Floridablanca, entre otros.
Militarizar la sede de una COP no es algo nuevo. Pasó en la COP21 de cambio climático en París. En ese año –2015– los militares llegaron a la ciudad después del ataque terrorista en el teatro Bataclán, que sucedió apenas un par de semanas antes de que se realizara el evento.
Sin embargo, para la exviceministra y ambientalista, Sandra Vilardy, que esto suceda en la COP16 es contradictorio con uno de los eslóganes de la conferencia. “Hacer una COP de paz con la naturaleza en un territorio en el que la solución más clásica para garantizar la seguridad es militarizar sería bastante doloroso y contradictorio pero también es nuestra realidad como país”. Otra opción, dice Vilardy, es buscar una tregua con los frentes que apoyan a Iván Mordisco durante los días de la COP16.
Este pulso político y territorial entre las disidencias y el gobierno ya está escalando a combates en los municipios aledaños a la capital del Valle del Cauca. Para Felipe Cuero de Cococauca, el cambio de discurso de Mordisco podría entenderse a partir de que “políticamente no les conviene llegar a esos niveles de violencia contra la gente durante una conferencia de ese tamaño”.
En cualquier caso, si la violencia y los ataques terroristas se recrudecen en las próximas semanas, hay una posibilidad de que las propias Naciones Unidas aplacen o cambien la sede de esta conferencia. La última vez que esto ocurrió fue en 2019 cuando Chile canceló la COP25 de cambio climático en medio del estallido social en ese país.