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La soledad del boxeo en Colombia

Victorias, derrotas y despedidas. Una reseña de la participación de los pugilistas colombianos en los Olímpicos de Paris 2024.

por

Juan Parra E

es autor del libro "Si boxeara con Hemingway perdería por nocaut"


06.08.2024

ilustración por Nefazta

Ser fanático del boxeo es algo raro. Muchas veces solitario.

Los amantes del boxeo nos reunimos en los gimnasios para entrenar por diversión, pero casi siempre vemos las grandes peleas por separado y solos en casa a mitad de la noche. Los bares no transmiten los combates, los medios no cubren las veladas locales o internacionales, no hay mesas de debate en radio o televisión nacional, ni tampoco grandes patrocinadores o hinchadas multitudinarias. 

Para ser sincero, a veces me alegro de que sea así. Ya no entiendo el triunfalismo especulativo y el nacionalismo que despierta la selección masculina de fútbol, por el contrario, me satura. Pero debo admitir que esperaba que las cosas fueran diferentes durante los Juegos Olímpicos de París 2024. La delegación colombiana tenía cinco representantes en boxeo (cuatro mujeres y un hombre) y posibilidades reales de ganar más de una medalla. Así que pensé que, al menos por un momento, yo también podría disfrutar de un poco de locura colectiva gracias al deporte que amo. 

Y lo logré por momentos, celebré las victorias tempranas del equipo olímpico y luego sufrí las derrotas. Por primera vez, conocidos que no ven el boxeo como algo más que dos personas dándose golpes, me preguntaron a qué hora era la pelea o me escribieron comentando algún combate. Incluso, mis dos abuelas me hablaron de boxeo, citaron a Pambelé, emularon golpes y nos ilusionamos juntos con una medalla.

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Esa alegría inicial se diluyó poco a poco, no por las derrotas, sino por la reacciones que generaron los combates. De Angie Valdés, uno de los entrenadores del equipo olímpico dijo a medios que la boxeadora lloró tras ser eliminada por “vergüenza deportiva” y que perdió por “inexperiencia”. Dos expresiones que me parecen injustas y que desconocen que competir en unos olímpicos es un logro increíble (que pocos, incluso entre los boxeadores logran) y que una boxeadora no llega a cuartos de final de unas olimpiadas sin talento y experiencia. Sobre Valdés también se dijo que “perdió” y que “se despidió entre lágrimas”, pero nada se habló, por ejemplo, sobre su increíble movilidad, sobre cómo es capaz de entrar y salir golpeando o sobre cómo puede tirar un gancho con su mano adelantada mientras retrocede y gira. 

De Yilmar ‘Speedy’ González, los medios se conformaron con decir que “debutó y perdió”, mientras que en redes se hizo tendencia que fue robado (como Yuberjén en Tokio 2020) y que Shudai Harada era un “correlón”. Yo no creo que fuera así, el boxeo se trata de golpear y no ser golpeado, no sobre tan duro resiste y sigas avanzando (como Rocky hizo creer al mundo). Algunos de los mejores boxeadores la historia, como Ali o Mayweather, eran unos “correlones”; bajaban las manos y se desplazaban por todo el ring, y aún así fueron campeones y nos dejaron imágenes y momentos dentro de un ring de una belleza increíble.

Sumado a ello, creo que Harada sí ganó, el japonés cuidó la distancia (evitando que Yilmar lo pudiera golpear), le marcó golpes claros con su recta de derecha e hizo ver a Yilmar incómodo y, para el tercer asalto, visiblemente frustrado (Harada fue tan disciplinado con su estrategía,  frustró a todos los colombianos que vieron la pelea). Sí, Yilmar perdió, pero lo hizo en unos olímpicos y nos dejó la imagen de un boxeador rápido con un recto de izquierda muy largo y fuerte y, lo mejor de todo, mostró una capacidad de autocrítica y entendimiento del deporte que no mostraron los fanáticos ocasionales en redes. 

De Valeria Arbela se dijo de pasada que era “otra eliminada” y, de nuevo, “que debutó y se despidió”. Pero pensar que lo único que  hicieron Valeria o Yilmar fue perder una pelea es desconocer que para llegar allí, ambos tuvieron que participar en competencias de alto rendimiento a nivel nacional, regional e internacional, y que la pelea en París solo fue la última de un proceso proceso de cuatro años que incluyó muchas victorias. De Valeria, la primera bogotana en lograr competir a nivel olímpico en boxeo, tampoco se dijo que tiene jab perfecto, así como buena capacidad para quitarse golpes. Características que me ilusionan con nuevas victorias en futuras competencias. 

Pero lo que más me decepcionó de la reacción al boxeo olímpico fue las lacónicas despedidas de las más importantes boxeadoras olímpicas de Colombia: Ingrit Valencia y Jenny Arrias. Jenny anunció su retiro diciendo que sentía “decepción” y que se retiraba porque cada que tenía un descanso llegaba a casa y para encontrarse con “su padre más arrugado y su hijo más grande”. No creo que Jenny deba sentirse decepcionada, solo en el último ciclo olímpico, salió campeona de los juegos Panamericanos, Centroamericanos y Bolivarianos,  y subcampeona en el Mundial de Boxeo y de Juegos Suramericanos. Como si fuera poco, el motivo de su retiro, no es una derrota, sino su deseo de volver a casa y disfrutar a su familia en tiempo real. Para mí, Jenny logró una carrera increíble y ahora podrá buscar otra manera de seguir en el deporte que no le implique estar sola. 

Finalmente, Ingrit Valencia, la quinta integrante de la delegación de boxeo, también anunció su retiro. Ingrit fue bronce en Tokio 2020 y es la única boxeadora colombiana (hombre o mujer) que ha clasificado a dos juegos olímpicos, lo que la convierte en la mejor de nuestra historia. Para despedirse, Ingrid se quitó la pañoleta con la que se agarraba el pelo durante las peleas y la dejó sobre la lona. Ingrid es el ejemplo de muchas boxeadoras jóvenes, varias boxeadoras olímpicas y profesionales postear sus fotos y decirle que era su inspiración. Es, además, un ejemplo de valor dentro y fuera del ring, fue ella la que salió a medios a decir necesitaba que  “los apoyen, que hagan críticas constructivas” y a recordar que no cualquiera llega a unos olímpicos y que, por supuesto “ellos compiten de la mejor manera”.  Unas palabras que creo que necesitamos oír. 

No hubo medallas, pero ese no es el problema del boxeo en Colombia. El problema, es que a pesar del apoyo estatal a nivel olímpico, el boxeo está solo. No hablo solo de sus fanáticos, sino de los deportistas (profesionales y amateur) quienes deben prepararse con las uñas. En julio, paralelo a los Olímpicos, se cancelaron dos veladas de boxeo en el país, una en Barranquilla (que iba a ser transmitida por TeleCaribe) y una en Bogotá, como informó el medio Boxeo de Colombia. La cancelación de las peleas afecta a los boxeadores que invierten tiempo y dinero en su preparación física, en su equipo, en su alimentación, en los desplazamientos, en hospedaje. Dejarlos sin pelear, les quita ritmo de competencia, parte de las ganancias y oportunidades de mejorar y ascender en los rankings. 

Si Colombia perdió algo en el boxeo, fue la devoción a un deporte que (como el ciclismo, el atletismo y el levantamiento de pesas) le ha dado grandes victorias. Del boxeo se dice, que nos enseñó a ganar (Pambelé fue el primer campeonato mundial en cualquier disciplina) y le ha dejado nada menos que 44 campeones mundiales en el profesionalismo y cinco medallas olímpicas. Lamentablemente, este deporte pasa desapercibido, en parte, creo, porque la superproducción mediática del fútbol nos ha atrofiado la capacidad de apreciar otros deportes y de entender que no todo es un gol, el VAR  o tirarse al piso para hacer tiempo. 

En últimas, se perdió algo en los Olímpicos de 2024: no fue una medalla o una pelea, sino a dos boxeadoras históricas. Ahora que Ingrid ha dejado la pañoleta sobre la lona, espero que haya muchos y muchas pugilistas dispuestos a levantarla, a entrenar sin descanso y a ponerse el bucal, el casco y los guantes para subir a un ring a dar lo mejor. Por mi parte, los seguiré observando y apoyando desde mi sillón de fanático.

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Juan Parra E

es autor del libro "Si boxeara con Hemingway perdería por nocaut"


Juan Parra E

es autor del libro "Si boxeara con Hemingway perdería por nocaut"


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