Hay una práctica repetitiva que se ha colado en las agendas de los medios colombianos: la normalización de la discriminación a las mujeres a través del lenguaje. Esta es una lista penosa pero pertinente de notas que nunca debieron ser.
De los muchos lugares en los que no es fácil ser mujer, los medios. En los titulares –en los cuerpos de las notas– las mujeres son esposas de alguien, objetos con curvas, nombres propios sin apellido ni cargo. Es claro que a las mujeres no se las trata igual que a los hombres en la prensa. Al presidente Santos lo llamamos presidente Santos. A Claudia López, en cambio, Claudia.
Según cifras de Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP), para el 2015 el 41 % de las salas de redacción estaban compuestas por mujeres. Una cifra que se debía, parece, celebrar: 15 años antes era sólo 27 %.
Y sin embargo.
Las (cada vez más) mujeres en los medios no han logrado mejorar la manera en la que los medios hablan de ellas.
Esta semana El Tiempo bajó de su portal web una entrada de blog que nunca debió ser publicada. La nota era un despliegue imperdonable de racismo y, obvio, misoginia. Con esta nota arrancamos este listado de notas en el que los medios hablaron –mal– de las mujeres.
Huele a Petronio
Del pasado 16 al 21 de agosto en Cali se celebró el XXI Festival de música del pacífico Petronio Álvarez; fueron más de 1.100 artistas musicales, 192 expositores y 400 mil asistentes, que según un balance hecho por la Alcaldía de Cali, le representaron 2.280 empleos directos y ganancias por al menos 6.000 millones de pesos a la ciudad. La más reciente edición del Festival Petronio Álvarez fue un éxito rotundo, y el quizás uno de los mayores ejemplos de inclusión y orgullo afro que hay actualmente en el país.
Pero al twittero y bloguero de El Tiempo, Daniel Vivas Barandica, más conocido como @dani_matamoros, le pareció que El Petronio olía a mierda. Peor aún, su descontento lo llevó a recordar aquellos tiempos –“por allá como en el 2007”– cuando él mismo participó de la celebración donde intentó sacudir sus caderas “como una negra desquiciada de esas que tienen esa cuca caliente”. Vivas se despachó en igual medida contra la comunidad afro y las mujeres que asistieron al festival, por lo que rápidamente y en vista del escándalo que se desató en redes, la redacción de El Tiempo, retiró la entrada del sitio.
#PetronioseRespeta se volvió trending topic en Twitter, pero Vivas solo se pronunció retuiteando a quienes lo apoyaban y alegando sin muchos argumentos que la reacción ante su escrito era un problema de comprensión lectora. Porque el que él diga que ‘allá estuve entucándome a una boba con la que un día salí mientras ella se besaba también con una gorda lesbiana (qué asco, no sé cómo no me salieron sapos)”, es el relato de un incomprendido.
Un ranking de golpizas a mujeres
Las 2 Orillas publicó un artículo titulado “Top 10: Golpizas de colombianos famosos a sus mujeres”. Tras las críticas de los lectores, el título fue modificado pero el sumario confirma la intención de la nota: “algunos de los escándalos que las mujeres se atrevieron a denunciar a pesar de ser la pareja de famosos, están en este top 10”. En el sumario se describe al grupo de agresores y feminicidas como famosos que “arruinaron sus vidas” por “patanes”. Entre los “patanes” están Diomedes Díaz, condenado por el asesinato de Doris Adriana Niño, y Vladimir Melo, concejal que mandó a abalear a su esposa. El resto de los casos descritos someramente son de hombres que golpearon a sus esposas. Las mujeres son secundarias en las descripciones de la violencia de la que fueron víctimas. El artículo se detiene en las consecuencias para los victimarios pero no habla de las secuelas de la violencia en las víctimas.
¡Una mujer dirigiendo una Orquesta!
“¿Cómo será la Orquesta Filarmónica de Bogotá bajo la mirada de una mujer?”, le preguntó Carlos Solano, periodista de cultura y entretenimiento del periódico El Tiempo a Ligia Amadio en el 2014, después de haber sido nombrada directora titular. “Creo que los músicos podrán contestar esa pregunta mejor que yo. Siempre observé el mundo dentro de esta piel, entonces no sé cómo sería de otra manera”, le contestó Amadio tajantemente.
Solano no fue el único. A los pocos días, José Luis García, Director de RCN Clásica, le preguntó al aire qué significaba su nombramiento en cuestiones de género. “En términos profesionales es un gran logro. Dirigir la Filarmónica de Bogotá es dirigir una de las orquestas más importantes de Latinoamérica”, contestó Amadio tras una pausa incómoda.
No fue la primera vez ni sería la única en la que intentando celebrar la equidad de género la prensa dio con el efecto contrario. Si bien la dirección orquestal es un escenario mayoritariamente masculino y las mujeres hasta hace cincuenta años no podían estudiarla ni ejercerla, hacer todo un suceso de algo que debería ser absolutamente normal sólo aumenta el exotismo marca con más fuerza la diferencia.
El violador más apuesto de Colombia
“Por ahora la prueba reina que tienen las autoridades para llevarlo a juicio son los rastros de ADN que dejó en varias de sus víctimas. De ser condenado por un juez, se convertirá en el violador en serie más apuesto de la historia de Colombia”, así narró la revista Semana los crímenes de Jefferson Mejía Riascos, un modelo y fisicocultuturista ganador del concurso Míster Colombia, acusado de abusar sexualmente de 11 mujeres y con evidencia de otra tantas.
Mejía se hacía pasar por mototaxistas en la vía Cali-Palmira y, luego de abusar de sus pasajeras, coleccionaba su ropa interior. Semana describió con detalles su piel morena, sus ojos cafés y su 1.97 de estatura. Una galería completa de fotos sin camisa lo ilustraba todo. Las críticas no se hicieron esperar, y este medio, sin dar declaraciones, eliminó las fotos y modificó el texto. “En algunas de las páginas de internet o redes sociales que lo catapultan aparecen las tallas de su pantalón, camiseta y calzado. Pero en ninguna de esas vitrinas virtuales dentro del mundo del modelaje describen la que sería su peor faceta: la de presunto violador en serie”, terminó diciendo.
Las nenurras de Rock al parque
Mujeres bellas, mujeres que bailan pogo, chicas estilosas, metaleras y oscuras. Etiquetas, adjetivos y clasificaciones para cada una. Durante las recientes ediciones de Rock al Parque, estos medios han dedicado gran parte de su cubrimiento en fotografiar mujeres y clasificarlas según el adjetivo que titule la noticia. En 2017 VICE Colombia dijo que las nenas que bailan pogo lo hacían porque representaban que en este mundo todos somos iguales. Y es que una galería fotográfica de sólo mujeres ha sido un estándar en el cubrimiento del evento en los últimos años por parte de Caracol Radio y Publimetro. La única variación a este estándar ocurrió con Shock cuando decidió enfocarse en la belleza del estilo gótico y metalero de las asistentes. Lentes contratados sólo para ver y catalogar a las mujeres que asisten a Rock al Parque.
Adjetivos para deportistas
Hay una desafortunada fórmula en los medios nacionales que aparece cada que hay una competencia deportiva. En esa búsqueda del clic se leen cosas como estas:
No valen los años de entrenamiento o las competencias clasificatorias que ganaron. No. No valen las medallas, no valen las mejoras en sus marcas. No. Boxeadoras, tenistas, voleibolistas, ciclistas… no importa cuál sea su disciplina, eso es secundario. Pero sí importan sus escotes y los zoom a sus nalgas. Galerías enteras con fotos de deportistas en ropa interior que, en el mejor de los casos, no mencionan nada más que su nombre. “¿Quieren saber cuáles de las deportistas más talentosas del mundo están solteras y cuales con pareja?”, pregunta uno de los artículos, y agrega: “Malas noticias para sus fans: Ronda Rousey, además de Alex Morgan y Nikki Bella, tienen ya al dueño de su corazón”. Estas listas, galerías y notas son ya un género tristemente normalizado, un lenguaje del clickbait que no despierta quejas. Una fórmula que no debería pasar desapercibida.