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5 datos claves sobre el racionamiento de agua en Bogotá

Esta es la primera vez en 40 años que estamos frente a un racionamiento en Bogotá por un problema de escasez de agua. Les dejamos algunos datos claves para entender esta crisis hídrica.

por

Eduardo Santos Galeano y Diego Forero


11.04.2024

Bogotá está en medio de una crisis hídrica y el racionamiento ya nos tocó la puerta de la casa. Hablamos con Juan Guillermo Saldarriaga, experto en distribución de agua y sistemas de drenajes, para quien las autoridades actuaron tarde, el fenómeno de La Niña no es garantía de que los embalses se vuelvan a llenar y no hay certezas de cuánto tiempo durará el racionamiento.

1.

Esta es la primera vez en 40 años que estamos frente a un racionamiento en Bogotá por un problema de escasez de agua. El sistema norte está a un 54,23% de su capacidad, el sistema sur está en un 44.34% de su capacidad y el Sistema Chingaza se encuentra a 16.97% de su capacidad, el nivel más bajo de su historia. El Sistema Chingaza aporta un 70% del agua potable que llega a Bogotá; y al embalse de San Rafael, que también hace parte de ese sistema, está a 18% de su capacidad. El último antecedente de esto sucedió en 1997, cuando un derrumbe en los túneles del Sistema Chingaza obligaron al racionamiento durante la alcaldía de Antanas Mockus. En esa ocasión los bogotanos logramos bajar el consumo de agua de 19 mil litros por segundo a 15 mil litros por segundo. 27 años después la meta es bajar el consumo de 18 mil litros por segundo a 15 mil litros por segundo.

2.

Todavía no sabemos qué tan drástico y tan largo será el racionamiento y aunque la inminente llegada del fenómeno de La Niña, es decir, de lluvias, debería llegar máximo hacia julio, no es garantía de que la represa de Chingaza se volverá a llenar del todo. Esto se debe a que ese embalse represa el agua del río Guatiquía, un cuerpo de agua que desemboca en el Orinoco, por lo que tiene un régimen de lluvias amazónico, distinto al régimen de lluvias andino de Bogotá. La Niña implica más lluvias en la parte andina pero puede llegar a indicar menos lluvias en la parte amazónica. Para que el embalse se pueda llenar, es necesario que entre mucha más agua de la que se saca y en este escenario expertos han dicho que es complicado que esto pueda suceder en el corto o mediano plazo. 

3.

La actual Administración Distrital se dejó coger la noche. El primero de enero, cuando la administración de Carlos Fernando Galán llegó a la Alcaldía de Bogotá, pudo prever el problema de desabastecimiento de agua que viene desde hace aproximadamente ocho meses, cuando comenzó el fenómeno de El Niño. Uno que se hizo evidente a comienzos de año, con los incendios forestales que se presentaron en Bogotá y otras partes de Colombia. La Alcaldía de Claudia López y la anterior administración del Acueducto de Bogotá no tomaron cartas en el asunto y dejaron el cargo sin asumir el costo político de unos embalses que ya se sabía que estaban en alto riesgo de secarse y que ahora tienen a la capital en medio de una crisis hídrica. La administración Galán y el Acueducto de Bogotá comenzaron la campaña con el Sistema Chingaza en el nivel más bajo de su historia y aunque están asumiendo el costo político, también se demoraron en implementar medidas de la mano de la ciudadanía. 

4.

La energía hidroeléctrica es la principal fuente de electricidad en Colombia. Pero aunque el racionamiento de agua en Bogotá ya es un hecho, no es muy probable que el racionamiento eléctrico también sea inminente. Y aunque mucha gente esté reviviendo los viejos fantasmas de la “Hora Gaviria”, la medida de cortes de luz que impuso el entonces presidente César Gaviria entre 1992 y 1993 cuando el fenómeno de El Niño afectó a las centrales hidroeléctricas, esos apagones están lejos de darse. Si se logra la meta del racionamiento, Bogotá estaría consumiendo 15 mil litros de agua por segundo, una cifra que no tendría un gran impacto en el sistema interconectado de hidroeléctricas en el país. En ese sentido el problema energético no es un tema solo de la capital sino de todo el país y habrá que estar atentos a las consecuencias de El Niño en el sistema hidroeléctrico nacional para saber si estaremos eventualmente frente a una crisis energética. 

5.

Por medio de un racionamiento los bogotanos logramos acomodarnos a los 15 mil litros de agua por segundo en  la última crisis hídrica del 97’. Es la misma meta que ha puesto la administración distrital en este 2024. La topografía privilegiada de la capital permite que una gran parte del agua que consumimos se recicle para generar energía en centrales hidroeléctricas y el fenómeno de La Niña que debe llegar en pocos meses debería aumentar el nivel de los embalses. Y aunque es lamentable que la Alcaldía y el Acueducto se dejaran coger la noche para tomar medidas, también es cierto que la administración Galán y el Acueducto de Bogotá están implementando medidas necesarias, que deberían tener un impacto cuantificable semana a semana sobre el problema. Por eso, estas recomendaciones del Acueducto: Use la lavadora con la carga completa, no lave el carro a chorros y si se va a poner un tema para ducharse, que sea para escuchar sólo una vez “La gota fría”…y pa’ fuera. 

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Eduardo Santos Galeano y Diego Forero


Eduardo Santos Galeano y Diego Forero


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