Un jugo de naranja, de Economía Naranja ¿Quién dijo que ser músico independiente, cuentero o teatrero no es rentable?
¿Quién dijo que ser músico independiente, cuentero o teatrero no es rentable?
¿Quién dijo que ser músico independiente, cuentero o teatrero no es rentable?
Es común encontrarse en las redes sociales el trabajo de artistas «alternativos», que con esfuerzo buscan ganar protagonismo en la escena musical colombiana. El imaginario social frente a la vida del artista independiente es que este sobrevive con las uñas y espera por un milagro en donde una casa disquera o una productora de televisión decide creer en ellos y los saca de pobres. Sin embargo, la idea de la poca rentabilidad de ser alternativo es lejana a la realidad. O eso es lo que dice la Economía Naranja sobre el tema.
La Economía Naranja está compuesta por los sectores que producen nuevas ideas y exportan creatividad a través de bienes y servicios limitados. Es decir, que se le puede llamar bienes o agentes de la Economía Naranja a todo lo que produzca entretenimiento resultado de crear cosas alternativas de poca divulgación.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Economía Naranja mueve más de 4 mil millones de dólares al año y tiene un crecimiento anual de 134 %, por lo tanto este sector es más rentable que el de la construcción o la agricultura.
Sin embargo, no todo es maravilla. La Economía Naranja contiene dos sub sectores: el cool y el guerrero. El sector cool son los espectáculos alternativos que incluyen artistas alternativos cool, que logran tal relevancia mundial que trascienden fronteras y aunque son alternativos tienen amplia difusión en la sociedad. El mejor ejemplo del sector cool de esta economía es el Circo del Sol. Esta compañía anualmente vende más de 800 millones de dólares y posee más de cinco mil empleados (Ecopetrol,npara que usted se haga una idea, tiene siete mil empleados). Por su parte, un ejemplo del subsector guerrero son las disqueras independientes que producen discos a músicos que están empezando su carrera en el espectáculo y que no tienen las ventas de las casas disquera famosas. Aunque estos dos sectores de la economía parecen distantes tienen algo en común: ambos producen entretenimiento único y diferente al tradicional.
La Economía Naranja crece y seguirá creciendo dado que la inmediatez de las redes sociales y el internet son el aliado perfecto para que lo único se vuelva masivo. Los sonidos nuevos y el imaginario de sentirse cerca al artista permiten que este tipo de espectáculos y/o de artistas cada vez tomen mayor espacio dentro del entretenimiento. Por lo tanto si usted quiere invertir en un buen negocio, yo le recomiendo que se olvide de invertir en la Bolsa de Valores y monte un Estéreo Picnic.
Por último, cuando su hijo, nieto, sobrino o amigo le cuente que quiere ser artista, músico, director de cine entre otras, no se asuste. Él tan solo quiere trabajar en la quinta industria más importante del mundo: la Economía Naranja.