El Tour de Francia y la ‘netflixización’ del deporte

Se estrenó la segunda temporada de ‘Tour de France: Unchained’, un documental que proyecta dramas –por momentos– muy lejanos a la realidad del deporte.

por

Diego Forero


02.07.2024

Arte por Nefazta

Comenzó la época más linda del año. Y no lo digo por la Copa América; lo digo por el Tour de Francia –la carrera por semanas más importante del ciclismo mundial–. Y con él, con el Tour, se estrena la segunda temporada del documental de Netflix: Tour de France: Unchained. 

Hablemos de él.

Pero antes, es importante entender el efecto Drive to Survive. En 2019 Netflix estrenó un documental deportivo que mostraba, desde el interior de los equipos, lo que pasaba durante una temporada de Fórmula Uno. A mí nunca me ha gustado el deporte motor, pero vi la primera temporada en dos días, me obsesioné por entender sus reglas y funcionamiento y, sobre todo, quedé enganchado con las intrigas y conflictos de sus pilotos. Así que, después de devorar las primeras temporadas, me dispuse a ver el nuevo campeonato de F1 de ese año, pero me llevé una sorpresa al descubrir que me seguía pareciendo el deporte más aburrido del mundo. 

No quiero ofender a ningún fan, ahora que entiendo el funcionamiento del deporte disfruto las carreras, pero no me hizo sentir la emoción de la serie. Y es que esa es la magia del documental, pues construye, a través del montaje, el sonido, las entrevistas y las imágenes inéditas, un drama cercano y que no tiene nada que envidiarle a un novelón. El efecto del documental deportivo de Netflix ha sido tan grande, que con las primeras temporadas los seguidores de la F1 en redes sociales crecieron un 40%, el número de personas que miran las carreras por televisión en Estados Unidos se duplicó en los últimos años, su público joven aumentó y llegaron nuevos patrocinadores a la competencia. Y fue así como otros deportes, entre esos el ciclismo, comenzaron a interesarse por Box to Box, la productora que realiza documentales deportivos para Netflix. 

Entonces agarraron la receta de Drive To Survive y la aplicaron en Tour de France: Unchained. La estructura de los capítulos, la estética, el ritmo y los recursos narrativos son iguales. Crearon tramas, tensiones y arcos narrativos que por momentos se sienten lejanos a la realidad para darle dinamismo al deporte. Y esa es precisamente una de las mayores críticas que le hicieron a la serie que seguía la Fórmula Uno en su momento, a tal punto que algunos de los pilotos decidieron no participar en el documental porque no se sentían cómodos con la forma en que eran retratados. Otros alegaron que los creadores de la serie inventaron tensiones que no existían. 

Con la primera temporada del documental del Tour de Francia pasó algo similar. Se centraron tanto en el drama de los personajes y en la lucha entre los que hoy son los mejores ciclistas del momento, que dejaron por fuera algunos puntos claves de la carrera, lo que significa una gran vuelta, las diferencias entre los perfiles de quienes corren y otros temas más relacionados al deporte y menos al sufrimiento de sus competidores. Porque si algo resalta la primera temporada es que todo en el ciclismo es sufrimiento y eso por momentos se siente agotador. 

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Y es que el deporte es el escenario perfecto para jugar con arquetipos narrativos. Siempre está el héroe que viene a cumplir la profecía como Messi o Serena Williams. El mentor que lleva al héroe al éxito como el famoso Coach K (que se nombra varias veces en la serie The Bear), o los eternos adversarios que podemos ver en la relación de Federer y Nadal. O mejor aún, el underdog que, para ejemplos más cercanos, sería el Bucaramanga en el último torneo del fútbol colombiano. Netflix está logrando con sus documentales deportivos explotar cada vez más estos arquetipos y llevar la narración clásica a lugares más entretenidos. Seguramente para alguien que le gusta el audiovisual más experimental, este tipo de documentales son tan poco profundos que son aburridos, pero es innegable el efecto que han tenido en sus propias comunidades y el papel que han jugado en una batalla por la atención de las personas. 

(Para entender las diferencias mediáticas entre el ciclismo y un deporte tan popular como el fútbol, podemos comparar el sueldo del ciclista mejor pagado, Tadej Pogačar, de 6 millones de euros por temporada, con el del jugador mejor pagado del Real Madrid, Kylian Mbappé, quien recibirá 15 millones de euros al año, sin contar otros ingresos como publicidad y derechos de imagen).

Pero volvamos a la segunda temporada de Tour de France: Unchained, que se siente un poco más refrescante que la anterior. En esta nueva edición se han alejado un poco del drama y sufrimiento innecesario de la primera temporada. Eso sí, es muy evidente cómo crean antagonistas y villanos basados en la popularidad y carisma de sus protagonistas y si uno es de los que sigue cada subida y bajada de la carrera, es muy complicado no ver las costuras de la trama. Sin embargo, los aspectos claves y fundamentales del deporte siguen sin estar presentes, pero si a ud lo llama el ciclismo y quiere comenzar a entenderlo empezaría por ahí. Después, seguiría con los 30 to 30 de ESPN, el documental de Pantani en Amazon, cualquiera de los de Armstrong y si le gusta más la lectura, Plomo en los bolsillos de Ander Izaguirre es un clásico del Tour de Francia. 

Como dato adicional, Netflix también le aplicó la misma fórmula al tenis y la serie se llama Break Point. 

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