Después de un 2020 de clausura total, un 2021 de volver de a poquitos y un 2022 de una reactivación total —que llegó a superar lo que se había visto y hecho antes de pandemia—, este 2023 promete seguir por el camino de la abundancia.No obstante, en medio de esa riqueza cultural, es clave que productoras, público, tiqueteras y escenarios podamos aprender de los errores del año pasado para que el país se siga consolidando como un punto clave para la industria de la música en el continente. 

Por eso preparamos una muy breve lista de deseos para este año nuevo. 

Que los conciertos se hagan en escenarios para conciertos

Esperamos que este año no se valga improvisar por ahorrarse unos pesos. Ocesa, la gran señalada de 2022 por llevar a Dua Lipa al parqueadero de Salitre Mágico, ofreció una experiencia tan paupérrima a los asistentes que hubo toda una campaña mediática para que el concierto de Harry Styles, otro acto que habían programado para ese mismo lugar, fuera en el Estadio El Campín —aunque finalmente se hizo en el Coliseo Live—. ¿Faltan escenarios para eventos masivos? Sí ¿Se vale hacerlos en cualquier lugar? No. 

Que las tiqueteras dejen de cobrar (o al menos no tanto) por enviar boletas al correo 

Al comprar boletas de conciertos, muchas personas se han sorprendido de que, además del cobro por el servicio, se añada uno por enviar las boletas al correo. Fue tal el ruido que eso generó que El Espectador escribió una nota al respecto, concluyendo que no tenía sentido cobrar entre 7.000 y 10.000 pesos por el uso de plataformas de envíos masivos de correos que no costaban más de 20 dólares al mes. No es justo con los asistentes sacarse esa plata tan fácil. 

Que entre todos nos cuidemos

Además de evidenciar una mala organización por parte de Ocesa, y de las denuncias sobre los riesgos  que representa el Coliseo Live, el concierto de Harry Styles fue también la prueba de que seguimos faltando a la cultura del cuidado colectivo en los conciertos. Apeñuscarse hasta que no se pueda respirar para estar lo más cerca posible de tu artista favorito te pone en riesgo, pone en riesgo a los demás y obliga al artista, como fue en este caso, a parar el concierto. E incluso, en el peor de los casos, a cancelarlo en tarima. 

Que el Coliseo Live sea un espacio seguro para conciertos

Que hubo corrupción en su construcción, que obstruye la 80, que no se aplican protocolos de llegada y de evacuación, que las alcaldías de Bogotá y de Cotá se comprometen en ponerle el ojo encima… El año pasado hubo tantos problemas con el nuevo gran escenario de la capital, que sencillamente esperamos que hayan tomado nota y que en este 2023 den experiencias dignas de concierto. A pesar de todo es un escenario que necesita Bogotá. 

Que estas grandes experiencias de música en vivo salgan de Bogotá y Medellín 

El público de ciudades como Cali, Barranquilla o Bucaramanga también debería ser una prioridad para las productoras y no solo con conciertos de géneros como el popular o el reggaetón. Y específicamente en Barranquilla, el Ministerio de Cultura tiene una deuda pendiente con la alcaldía de esa ciudad para ponerse manos a la obra con el tan necesitado teatro público que aún no tiene la ciudad. 

Mientras termina de arrancar este 2023, les dejamos nuestros recomendados del primer mes del año: 

Crudo Means Raw – War Dog

Pocos artistas en el panorama nacional pueden mutar de beatmakers a MCs —y viceversa— con la facilidad y el estilo de Crudo, una de las nuevas figuras de culto en el hip hop colombiano. War Dog es un juego de palabras: leído al revés es God Raw, un nombre que simboliza la mística del artista paisa que, en siete cortes, rapea en su ya característico spanglish sobre su idea de lo divino. Al tiempo reflexiona sobre el orgullo, el dinero o la industria de la música. Este álbum contó con la colaboración de otros artistas reconocidos del Valle de Aburrá como Adan Naranjo, Byron Sanches, Ily Wonder y DJ DMOE, uno de los grandes del scratching en Colombia. 

Oso Pardo – Canciones de retiro

Además de ser integrante de Margarita Siempre Viva, una de las bandas alternativas más reconocidas y queridas del panorama local, Mateo Vanegas AKA Margaro lleva algunos años trabajando en Oso Pardo, su proyecto solista de canciones íntimas sostenidas en sencillas melodías de voz y acompañadas de guitarra acústica y teclado. Este EP, grabado como una sesión en vivo, recoge la esencia del proyecto con temáticas personales como la soledad, el amor y la amistad. 

Telebit – Cronopaisajes 

Cuatro discos de estudio después, los Telebit publican su primer lanzamiento de corta duración colaborando con un clásico dosmilero bogotano como lo es Don Tetto en “El pasado fue mejor”. También con unos referentes de la nueva escuela como Armenia en “Niños perdidos”. Dos canciones con ese toque adolescente pop rock con la que cada banda se ha hecho un nombre grande en el país. Tal vez la canción más llamativa es “No creo es nada más”, una colaboración junto al joven pianista y compositor bogotano Duplat que explora el costado más electropop del catálogo de Telebit. 

Mestizo – “Arroyo”

Mestizo podría ser el ensamble contemporáneo más emocionante desde que Ondatrópica saltó a escena en 2012. Este junte se lleva cocinando desde hace cuatro años entre el músico mexicano radicado en Bogotá Daniel Mitchel y el instrumentista británico-caribeño Ahnansé. “Arroyo” es su primer sencillo y es un tema que, fiel a la misión de la agrupación, es puente entre la tradición musical colombiana y la efervescente escena jazz y hip hop londinense. En esta mezcolanza de músicos británicos y colombianos se encuentran integrantes de agrupaciones como Frente Cumbiero, La Perla, La BOA, La 33 y el mismísimo N.Hardem, icónico MC capitalino.