El pasado 26 de abril se anunció que el Primavera Sound, uno de los festivales más visionarios y curatiorialmente diversos de Europa, aterrizará en el Parque Simón Bolívar en Bogotá el 9 y 10 de diciembre de este año.

La noticia resulta emocionante en el análisis rápido para una ciudad en la que el Festival Estéreo Picnic se comienza a quedar corto para la demanda de eventos de música en vivo. La llegada del Primavera al país se da además junto al anuncio de la llegada de la franquicia a Paraguay y sucede un año después de que se celebrara por primera vez en Latinoamérica, con fechas en São Paulo, Buenos Aires y Santiago de Chile.

En medio del hype que generó la noticia la semana pasada, el periodista radicado en CDMX Richard Villegas —director del podcast Songmess y colaborador para medios como REMEZCLA, Bandcamp Daily y Rolling Stone US— publicó un hilo en Twitter que abrió el debate sobre el impacto negativo que la llegada de estos festivales primermundistas podrían tener sobre iniciativas culturales locales. Para Villegas, el hecho de que gran parte de la tajada del dinero que producen estos grandes eventos se vaya al exterior y que estemos frente a un posible debilitamiento de los festivales que ya existen preocupa. 

Según Sebastián Narváez, director de Sudakas Podcast, el éxito del Primavera Sound en Bogotá no solo estará mediado por un buen cartel, también por saber entrar al mercado local con un presupuesto digno para los actos locales, una estrategia para atacar las reventas de boletas y un equipo logístico y de producción a la altura de su historia. Lo cierto es que, hasta ahora, solo tenemos un afiche con unas fechas y la certeza de que en septiembre y noviembre se celebrará el Festival Cordillera y Rock al Parque en el mismo lugar. 

¿Aguantará la infraestructura local para estos tres festivales seguidos? ¿El Primavera tendrá una visión que incluya activamente a la escena nacional? ¿Habrá una cantidad suficiente de asistentes que cumpla con las expectativas de los organizadores?

Por ahora escuchemos nuestros lanzamientos favoritos de abril. 

Mitú – Astra

El icónico dúo Julián Salazar-Franklin Tejedor regresa a las canchas después de dos años de silencio y con una nueva banda en vivo que incluye a los bogotanos Felipe Orjuela en el bajo y Duplat en los teclados. Astra es un disco totalmente atado a los rasgueos de guitarra eléctrica, las percusiones tradicionales y los finos detalles electrónicos que los ha consolidado como una de las bandas alternativas más queridas de esta época. Además de tener temazos pensados para el baile como “Nene” o “Toloquetiame”, se destacan las dos colaboraciones con la cantante bogotana Loyal Lobos que le dan un nuevo color más tirado hacia el pop alternativo a Mitú. 

Mav Nuhels – Los días más grises son todos 

Sacar la electrónica de la discoteca y convertirla en un vehículo para transmitir emociones profundas: así podríamos definir lo que está haciendo el productor Mav Nuhels que para su disco debut creó toda una narrativa alrededor del duelo cubierta de sonidos sintetizados que activan los sentidos en los sampleos de la voz de su madre, cuyo fallecimiento fue la inspiración para este trabajo. Son 13 cortes muy personales que van transitando canción a canción el proceso de tramitar la muerte de un ser amado haciendo pequeñas reflexiones sonoras sobre la pena, la niñez e intentar decir adiós. 

Las Áñez – Paralelas

Con el paso de los meses el nombre de Las Áñez se ha vuelto imprescindible para entender este momento de la música colombiana. Las gemelas, cuyos grandes referentes son leyendas de la canción latinoamericana como Violeta Parra o Mercedes Sosa, han sabido llevar magistralmente esta música de raíz a oídos más contemporáneos, jugando con la música electrónica y reflexionando sobre temas como la feminidad y la naturaleza. Música que pega profundo y atraviesa las barreras generacionales. 

Duplat – Autogol

Duplat es de los nuevos grandes artistas que tiene la capital: un compositor versátil que te canta una balada romántica, te saca los pasos prohibidos a punta de funk y crea momentos ensoñadores sobre el piano. En Autogol saca tooa ese arsenal que lo tiene en el centro de la escena alternativa y además alardea con este personaje medio cómico que ha creado en torno a su figura desde que empezó a publicar música hace apenas unos años. Un artista para seguirle la pista. 

Delfina Dib – Directo al cora

Delfina es argentina pero desde hace años Colombia es su base de operaciones. Aquí supo formar un equipo y gracias a esto se ha hecho un nombre como una de las artistas urbanas con más proyección del continente. Con un delivery fluido y que por momentos recuerda a una artista icónica como Sara Hebe, la cantante y MC se pasea por el rap, el dancehall, el R&B y el trap en 10 cortes que hablan sobre las fuerzas que nos habitan. Sin duda Directo al cora uno de los discos esenciales de este 2023. 

Ñapa: este miércoles 3 de mayo se anunció desde Barranquilla que el megaproyecto deportivo y de espectáculos Arena del Río que venía gestándose desde 2020 no se ejecutará. La firma encargada de su construcción dijo haberse encontrado con el obstáculo de una “coyuntura inversionista con las altas tasas de interés, la devaluación del peso colombiano y el aumento de la inflación”. Recordemos que la arena que habían prometido construir costaba alrededor de 407 millones de dólares y se había diseñadp para recibir a 50 mil personas, superando las 45 mil que le caben al Estadio Metropolitano Roberto Meléndez y duplicando la capacidad del Coliseo Live, la arena multipropósito con mayor aforo en el país. Esto último no es un dato menor tomando en cuenta que la industria de conciertos en Barranquilla todavía es muy incipiente y habría tenido que entrar a competir con las dos plazas consolidadas de Bogotá y Medellín. Este hilo del periodista Jairo Soto es perfecto para entender el desinfle de este proyecto ambicioso que llegaba a llenar un hueco importante en una ciudad tan necesitada de escenarios para las artes como Barranquilla.