La cuenta de mujeres asesinadas en Colombia no para. Tampoco disminuye. En marzo 23 mujeres murieron porque les dispararon, porque las apuñalaron, porque las degollaron, porque las golpearon, porque las violaron.
La cuenta sigue. En marzo fueron 23 las mujeres asesinadas. Doce por sus parejas. Diez eran madres. Cuatro en el Valle del Cauca. Tres eran menores de edad.
A Jeimy Shirley González la desmembraron. El 7 de febrero, en una quebrada de Itagüí, unas personas encontraron una pierna y el torso de Jeimy. Días después, las autoridades hallaron la cabeza. El tatuaje que tenía en el espalda permitió su identificación 23 días después de la investigación. Tenía una hija de 16 años y un hijo de 13.
Maira Alejandra Martínez, una venezolana de 30 años, fue apuñalada y asfixiada por su pareja. Discutieron en la casa en la que vivían junto a sus cuatro hijos. Tras asesinarla, Juvenal López, se presentó ante la Policía y dijo que la golpeó en la cabeza con una piedra en defensa propia. De acuerdo con la necropsia, Maira falleció a causa de heridas por objetos contundentes y cortopunzantes, y por asfixia mecánica. El asesinato sucedió el 28 de febrero en el municipio de Maní, Casanare. El agresor fue capturado en los primeros días del mes de marzo.
Amadis Esther Bedoya tenía 16 años. Su pareja, con quién vivía en Valledupar, la asesinó el primero de marzo. Según sus familiares, discutían constantemente. La encontraron sus familiares debajo de su cama, con puñaladas en el abdomen, el brazo y la cabeza. La Fiscalía capturó a Federico Florián Alvarado por el delito de feminicidio.
El 4 de marzo, una mujer fue encontrada en la habitación de un hotel del municipio de San Pablo, al sur de Bolívar. La víctima todavía no ha sido identificada. Su cuerpo estaba en estado de descomposición y con signos de tortura.
A machetazos, Eimer Manuel Tapia asesinó a Sandra Marcela Romero. Era su expareja. La mató por negarse a volver con él. Sucedió el 4 de marzo en Sincelejo. Ella tenía 28 años y una hija. Él fue capturado ese mismo día por la Policía.
Luz Marina Alvarado tenía 60 años y dos hijos. Era habitante de calle. Fue asesinada el 6 de marzo en el puente de la calle 26 con carrera 13 en Bogotá. De acuerdo con su esposo, al parecer intentaron violarla y la mataron por resistirse.
A María Yusney Pamplona Arango la estranguló su pareja el 8 marzo. Tenía 23 años. Él 37. Vivían juntos en un barrio al oriente de Medellín. Aparentemente, él estaba borracho y drogado cuando la asesinó. Ese mismo día se entregó a la Policía. En la audiencia no aceptó los cargos por feminicidio imputados por la Fiscalía.
A Zayra la apuñalaron en la madrugada del 8 de marzo en el Barrio Santa Fe, en Bogotá. Murió en la clínica dos días después. Zayra era una mujer trans trabajadora sexual. Su agresor y presuntamente su compañero sentimental, no ha sido capturado. La denuncia pública fue hecha por la Red Comunitaria Trans. Sobre el caso no hay más información.
En Pradera, Valle fue asesinada con puñaladas en el tórax María Ismenia Sotelo. La mató su pareja sentimental, en su casa, el domingo 10 de marzo en la noche. El agresor fue capturado en el lugar en que ocurrieron los hechos y tuvo que ser trasladado a un hospital, pues tras asesinarla quiso suicidarse con un plaguicida.
Mari Cris Aguilar desapareció el 10 de marzo en Chipatá, Santander. El 14 de marzo apareció su cuerpo, muy cerca de donde vivía, con signos de violencia y semidesnuda. Mari Cris, tenía seis hijos.
En el municipio La Victoria, al norte del Valle, el esposo de Lucena Cardona Valencia la mató a ella y a un amigo de la pareja. El 10 de marzo lo vieron salir a él de su casa con las manos ensangrentadas y al día siguiente encontraron los dos cuerpos sin vida. Lucena tenía 72 años y de acuerdo con los vecinos, su esposo la maltrataba constantemente.
Wendy Loreine Pinzón se había negado a volver con su exnovio. Él, días antes de asesinarla, le llevó una serenata. Ella se negó a volver con él. Días después, el 11 de marzo, enfrente de su casa en el municipio de Girón, Santander, le disparó cinco veces. Wendy tenía 25 años. De acuerdo con las declaraciones de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, el agresor tenía antecedentes por tráfico de estupefacientes y porte ilegal de armas. Aún no ha sido capturado.
El 13 de marzo en la mañana un vecino encontró a María Fernanda Ibarra García con al menos 15 puñaladas en la cara, el pecho y el brazo. La encontró muerta, tirada en el piso de su casa cerca a Cúcuta. Su hija de tres años estaba, viva, al lado del cuerpo de María Fernanda. Aún no hay información del agresor.
“Tenía una amante y mi amante me hizo brujería. Yo averigüé y lo único que quita la brujería es matar la bruja, por eso la maté”, dijo a la Policía el hombre que asesinó a María Elena Solís Oquendo. La mató con un disparo en la cabeza, en su casa en Cali y confesó, además, que días antes había ido a pedirle una cita para poder identificarla. En la casa de María Elena se encontraba su esposo, a quien también le disparó y murió. El agresor fue capturado por la Policía cuando intentaba huir.
A Yasniris Castilla Valderrama la asesinó su pareja con un machetazo en el cuello. Tenía 22 años. Ocurrió el 15 de marzo en el municipio de Sincé, en Sucre. Francisco Manuel Palencia, el agresor, llamó a la Policía y dijo que ella se había suicidado. Tras las investigaciones y las declaraciones de vecinos que informaron que habían discutido y que oyeron gritos de auxilio, la Fiscalía capturó a Palencia y le imputó cargos por feminicidio agravado. La pareja tenía cuatro hijos.
A patadas, Manuel Gregorio Villafañe mató a Ana Lucía Mendoza, una niña de dos años. Él era su padrastro y mientras su madre trabajaba, quedaba al cuidado de la menor y de su hermano de 5 años. El 23 de marzo, Villafañe la llevó de urgencias al centro médico de Sabanalarga, Atlántico y dijo que ella había rodado por un barranco. Esa versión no fue consistente con el dictamen de Medicina Legal, que determinó que no tenía raspaduras ni heridas por caídas, sino que la muerte había sido provocada de manera violenta: por “trauma contundente de tórax y abdomen con ruptura hepática”. El hermano de la menor confirmó ante la Fiscalía que Villafañe la había pateado en el estómago y la cara. El agresor ya fue capturado por delito de feminicidio agravado.
A Cecilia Macrina González de 34 años la mató su pareja porque había recibido una videollamada de un amigo. La mató el 24 de marzo, en su casa en la Comuna 1 de Medellín, con ocho puñaladas en el tórax y la espalda. El agresor se entregó a la Policía, confesó que la había asesinado y justificó el hecho diciendo que ella lo había agredido primero. Él aceptó los cargos por feminicidio agravado.
El 24 de marzo apareció, en zona rural de Cartagena, el cuerpo de Ranceli Aguilero Centeno con más de 20 puñaladas en el abdomen y la espalda. Estaba desnuda en medio de un potrero. Ranceli tenía 24 años, era venezolana, vivía en Colombia desde el 2018. Su hijo de 5 años vive en Caracas con su abuela. De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cartagena, el hombre con quien vivía en una pensión la había amenazado de muerte. El agresor aún sigue libre.
El 23 de marzo, en Cimitarra, Santander, fue asesinada Sandra Lorena Durán Reyes. Tenía 30 años y dos hijos de 10 y 12 años. Su novio la apuñaló siete veces en un bar del centro de la ciudad. Jesús Betancur, el agresor, intentó lesionarse después de atacar a Sandra. Él ya fue capturado.
En Jamundí, Valle del Cauca, Fanny Marcela Cruz Tamayo fue abordada por tres hombres que la bajaron de su moto y la subieron en un carro. Era 26 de marzo. Un día después, las autoridades encontraron su cuerpo en el baúl de un carro incinerado. De acuerdo con Medicina Legal, fue asesinada con dos tiros en la cabeza. Ella tenía 21 años. Los agresores aún no han sido identificados.
Vivianet Velasco Tálaga tenía 31 años y estaba embarazada. El 27 de marzo su esposo le disparó varias veces y la mató. El mismo día él, un escolta en la Unidad Nacional de Protección, se suicidó.
A Heedy Yuliana Corredor la degolló su pareja. Ella tenía 15 años y un hijo de 15 meses. Él tiene 29. Sucedió en el patio de su casa en Sardinata, Norte de Santander, el 27 de marzo. De acuerdo con familiares de la víctima, él la golpeaba y maltrataba constantemente. Luis Alberto Ramírez, el agresor, se entregó a la Policía.
En el Municipio La Esperanza, en Norte de Santander, la pareja de Érika Sofía Pérez la apuñaló en los brazos, el pecho y la cara. Él había llegado borracho a la casa y de acuerdo con los vecinos, habían discutido. Él fue capturado en el lugar de los hechos y ella murió mientras la trasladaban a un centro asistencial. Érika tenía 23 años.
