Los medios fueron un elemento clave en la construcción del mito y en la visibilidad de la obra de Martha Graham. Estos son seis momentos de la bailarina y coreógrafa en la crítica.
Dirigida por Robert Wilson, “Snow on the Mesa” se presentó por primera vez el 5 de noviembre de 1995. Fue la segunda obra, después de la muerte de su fundadora en 1991, encargada a la Compañía de danza de Martha Graham por un coreógrafo ajeno. La pieza combinaba lo mejor de la visión artística de Wilson, en la que nada es lo que parece, con la vida y obra de la misma Graham. Era, en esencia, una evocación a la bailarina y coreógrafa.
Así comienza la reseña del New York Times en la que la periodista no sólo comenta los elementos esenciales de la puesta en escena (la iluminación, la escenografía y el vestuario), sino que también analiza la forma en la que la obra refleja la vida y obra de Martha Graham. Por ejemplo, anota los nombres de los episodios. El primero, llamado “The Wolf-Wife”, alude a una de las técnicas de Graham para enseñar a sus estudiantes proyección teatral: “they should, she said, show the courage of a wolf baring its neck in the face of danger”. Lo mismo con “A Room With Too Much in It”, el sexto episodio, que hace referencia a su superación del alcoholismo.
Estas reflexiones de la obra de Wilson son, al mismo tiempo, un viaje por la historia escenificada y por la historia de la vida real.
In Memory: Martha Graham
“With the death in April of Martha Graham, the world lost not just a major choreographer and the creator of a powerful movement style and system of training, but an innovative woman of the theatre».
A tan sólo unos meses de la muerte de Martha Graham, la crítica de danza Deborah Jowitt publica un artículo en memoria de la coreógrafa y de su transgresión. Para esto decide mostrar los primeros años de Graham, desde el momento en que deja su etapa de aprendizaje en el teatro (1923 -1925) hasta que comienza a evidenciar una nueva forma de teatralidad para el ámbito de la danza (1938).
Con tres páginas, Jowitt logra demostrar la radicalidad de la puesta en escena de Graham, con fechas exactas y comentarios técnicos de la evolución de la danza moderna.
She were determined to find a way to handle drama without resorting to the conventional mute story-telling of ballet
En palabras de Martha Graham
“Nunca me propuse crear una técnica. Comencé en el suelo para encontrarme a mí misma, para encontrar lo que el cuerpo podía hacer y lo que me podía dar satisfacción emocional, dramática y corporal”. Esto dijo Martha Graham en 1985, a sus 91 años.
En una charla con el New York Times, cuando ya no era ella la que hacía parte del escenario, sino la que estaba detrás, Graham habló del arte y su vida en la danza. Habló de su papel como coreógrafa, de las palabras, de su niñez y juventud, de sus gustos, de su padre, del cuerpo y de lo erótico. Poco convencida y sorprendida por ser un símbolo mundial que transformó la danza y la concepción del cuerpo en el siglo xx, en esa ocasión habló sin pensar en su influencia en el mundo y sin importar lo que se hubiera dicho de ella. Sus palabras fueron introspectivas y miraron su vida en retrospectiva.
Entre sus reflexiones describe la danza como un descubrimiento. Dice que es como la poesía, como la lírica poética, con la crudeza de la poesía dramática, como el terror o como una terrible revelación del significado. Es también el lenguaje escondido del alma y del cuerpo. “Es el lenguaje que no queremos mostrar”.
El cuerpo lo describió como una hermosa herramienta y a lo erótico lo señaló como un elemento de la vida. Ante las críticas de su baile, que por muchos fue catalogado como algo casi obsceno, ella respondió: “Considero el erotismo como una palabra hermosa. No me avergüenzo de que me liguen a eso”.
El artículo del New York Times, no es una reflexión sobre Martha Graham, es textualmente una transcripción de sus palabras, de sus pensamientos y de su forma de ver la vida.
Martha Graham: Sixteen Dances in Photographs
Martha Graham: Sixteen Dances in Photographs
En 1941 fue publicada la primera edición del libro Martha Graham: Sixteen Dances in Photographs de Barbara Morgan. Se trata de una recopilación de fotografías de 16 danzas de Graham, entre las que se incluyen “Lamentation”, “American Provincials”, “Deep Song” y “El Penitente”. Sobre estas se incluye información de la música, el vestuario, la puesta en escena y fechas y lugares de los lanzamientos.
En 1981 se lanzó una nueva edición del libro, que incluye una cronología completa de las danzas compuestas por Graham desde 1926 hasta 1980. En esa edición, la fotógrafa Morgan señala que se siente agradecida porque a través de la fotografía ha sido capaz de transmitir la vitalidad espiritual que emana de los bailes de Martha Graham. Por su parte Graham, en el prefacio de esa edición, destaca que Morgan, a través de su arte, es capaz de revelar el paisaje interior del mundo de una bailarina.
The Dancer MARTHA GRAHAM
“Su cuerpo de piernas cortas y el dolor de su corazón solitario”. En 1998 Terry Teachout, crítico, biógrafo y libretista, escribió para la revista Time una pequeña biografía de Martha Graham resaltando su inconmensurable aporte a la danza contemporánea en el mundo. Desde la visión del experto, Teachout señala algunos de los puntos claves en la carrera de la bailarina y coreógrafa, sus más importantes influencias y su legado en otros artistas de su campo.
Pasión y arrogancia de una diosa
El bailarín y coreógrafo colombiano Álvaro Restrepo fue discípulo de Martha Graham al estar becado en la escuela de la denominada ‘bailarina del siglo’. Al momento de su muerte, en abril de 1991, escribió en el periódico El Espectador un homenaje salido del sentimiento. En sus letras se siente la emoción, la gratitud y la admiración por una de las figuras más importantes en la historia de la danza moderna. Con una narrativa cuidada, expone la personalidad y la rigidez de Graham enfrentada a la fluidez de sus métodos y arte. Un pequeño, equilibrado y descriptivo perfil basado en la fascinación del alumno por la maestra.