La artista colombiana Lina Espinosa se ha entregado en su obra al recorrido del espacio territorial colombiano. Su nueva exposición ‘Trópicos’ estará disponible hasta el 4 de septiembre en Cero Galería.
Explorar un territorio es una labor incierta. Adentrarnos en la geografía nos enfrenta a la incertidumbre de su mutabilidad, a un paisaje irregular con el potencial de devorar nuestra curiosidad entre sus abismos y corrientes vivas. El territorio es entonces utópico, asociativo, imaginario y terrenal; orgánico y maleable en sus contornos y significaciones.
La artista colombiana Lina Espinosa se ha entregado en su obra al recorrido del espacio territorial colombiano. Pero también a los misterios de su corporalidad terrestre, y a las coordenadas intercambiables que como fractales fortuitos transforma. Las líneas cartográficas que de niños nos enseñaban como un bien patrio, Lina las transgrede y transporta: en un papel plano, en uno recortado, en el abdomen de una mujer, y en las formaciones vivas de bacterias genéticamente modificadas.
Su obra se mueve entre lo totémico de un mapa y los azares de su propia voluntad artística. Con ellos juega y con sus materiales explora. Sus cartografías son reales y tan vivas como la política y la cultura que atraviesan la realidad alterable de las fronteras terrenales. Colombia se quiebra en dos, y en tres pedazos. Colombia se abre como una puerta, como una herida. Colombia está al revés, se arruga, se refleja. Somos, como país, una flor nocturna; como territorio, un eco precolombino dibujado con ingenuidad.
En la obra de Espinosa, como lo dice la curadora Virginia de la Cruz Lichet, ‘encontramos los nuevos territorios utópicos que se generan a partir del elemento más ínfimo. Porque, en ese estado de supervivencia, en este proceso de restitución del territorio blasfemado, la artista busca un territorio habitable que se genera por sí mismo desde la transparencia de su superficie.’
La exposición ‘Trópicos’ de Lina Espinosa estará disponible hasta el 9 de septiembre en Cero Galería.