Se empezaron a oír las motos y empezó el desfile. Después vinieron las bicicletas, seguidas de los que iban a pie y las carrozas empapadas de color, gritos, música y disfraces. Una vez al año, un domingo de junio, San Francisco se viste y se desviste de un arcoíris más intenso que el de todos los días. Entre música, gritos y besos al aire, los que van a apoyar la causa, los que van a hacer negocio y otros tantos, la mayoría de ellos turistas, que van a curiosear, se reúnen en una de las calles más emblemáticas de la ciudad. Con un lema distinto cada año, la comunidad LGBT y todos aquellos que la apoyan se toman buena parte de la ciudad durante todo el días. El lema de este año, “Globally equal”, parecía ser más que una simple frase y estaba impregnado en el ambiente. Cada año el desfile tiene un lema diferente: “Queerific”, “Be Yourself, «Change the World”, “Stand Up, Stand Out, Stand Proud”, “Pride, not Prejudice” y “In pride we trust”.
> Vea aquí el anuncio del concejal bogotano Marco Fidel Ramírez de que denunciará ante el cabildo local el apoyo, según él «desmesurado», que el canal público de la ciudad está dando a esta comunidad.
*Sofia Salas es estudiante de Economía y de la Opción en periodismo en la Universidad de los Andes.