La pandemia cambió nuestros hábitos de consumo, también la manera como nos relacionamos con la ropa. Incluso la ropa interior.
por
Mariana Ramos
09.11.2021
A raíz de los periodos de cuarentena prolongados que se dieron el año pasado, las personas que usaban brasier empezaron a adoptar nuevas prácticas respecto a su cuerpo y su comodidad.
Dejar el brasier en la oficina fue tendencia al tiempo que se adoptaba el home office. Muchas lo dejaron del todo, otras lo resignificaron, y las demás cambiaron el modelo que usaban. Las posibilidades del brasier son tan diversas como las tetas, y el cambio en el paradigma es innegable: la comodidad se volvió prioridad. El usar o no brasier tiene potencial para cambiar el mundo. Al menos, el mundo de la ropa interior.
Este reportaje fue realizado para la clase de Narrativa Multimedia de la Maestría en Periodismo de la Universidad de los Andes.