Ingenieros que nos inspiran a cambiar nuestra sociedad.

¿Por qué decidiste estudiar Ingeniería Industrial? ¿Cumplió tus expectativas?

Me gusta aprender y, sinceramente, todo me interesa. Veo conexiones entre todo. Soy una persona creativa, me gusta proponer ideas y
debatirlas. Siempre me ha interesado la justicia social a nivel local y global. Todo esto hizo que escoger una carrera fuera difícil entonces apliqué cuatro veces a la Universidad de los Andes y fui admitida tres veces en este orden:
1. Ciencia política porque podía debatir ideas (admitida).
2. Ingeniería ambiental porque considero el manejo responsable de recursos naturales un pre-requisito para la justicia social (admitida).
3. Diseño industrial porque podía crear soluciones (no admitida)
4. Ingeniería industrial porque compartía el “industrial” de ‘diseño’ pero la verdad es que no sabía qué era (admitida).
Así fue cómo terminé estudiando ingeniería industrial, entonces no puedo contestar si cumplió mis expectativas porque no tenía ninguna.

Como te apasionan tanto los temas de justicia social, ¿cómo crees que se puede usar la ingeniería industrial para mejorar la situación social, económica y ambiental del país?

Ahora que entiendo qué es la ingeniería industrial, puedo decir que la educación que recibí en esos cuatro años me ha dado perspectiva para entender el mundo y las herramientas para implementar soluciones. Mi problema con el programa nunca fue el contenido. Mi crítica en algún momento fue con la ubicación del programa dentro del contexto social donde se enseña. Aunque cada vez más esta pregunta es abordada por estudiantes y profesores, es importante continuarla resaltando en todas las materias. Tenemos que empezar a preguntarnos: ¿Cómo optimizar el uso de tierras en Colombia? ¿Heurísticas para mejorar el sistema de salud? ¿Programación para diseñar aplicaciones móviles que garanticen transparencia en elecciones políticas? Yo tuve la fortuna y hoy agradezco muchísimo a la profesora María Catalina Ramírez y a Ingenieros Sin Fronteras. No es una exageración decir que ese curso (Proyecto Intermedio) me cambió la vida. También Sistemas Públicos con Jorge Acevedo y Cooperación y Competencia con Juan Camilo Cárdenas. ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

¿Cómo fue que llegaste a ser nominada a la beca Colciencias-Fulbright?

Después de graduarme estudié un MSc Food Security and Sustainable Agriculture en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. Clases como Geografía de Colombia con Andrés Guhl y Proyecto Intermedio de Ingenieros Sin Fronteras, me inspiraron a elegir esta ruta. Mi trabajo de grado se concentró en entender cuál es el impacto del cambio climático sobre el cultivo del café. Siendo este el sector que lidera la agricultura del país y que representa la fuente de ingreso de muchísimas familias, me pareció importante concentrarme en este tema.

Especialmente me centré en la epidemia conocida como ‘la roya’. Con la ayuda del IDEAM (nuestro instituto metereológico) y la Federación Nacional de Cafeteros, investigamos cuál fue el rol del cambio climático en esta epidemia. Fue un proyecto fantástico y tuve la oportunidad de trabajar con los mejores en este campo. Ahora, estamos trabajando en la publicación de los resultados. A raíz de esta investigación llegué a la nominación. Lo más importante es tener una propuesta que busque mejorar el país y que pueda crear alianzas productivas entre Estados Unidos y Colombia.

¿En este momento cuáles son tus mayores retos?

Creo que tengo dos retos principales. El primero es mantenerme conectada con el país y trabajar de la mano con personas a quienes mis estudios de doctorado buscan ayudar. Es decir, si estoy investigando sobre la agricultura, me parece un reto fundamental estar en contacto con agricultores.

Por otro lado, quiero liderar y motivar a otras mujeres que quizá no han tenido el apoyo y motivación que yo he recibido de otras mujeres. Ese apoyo en mi vida ha sido determinante para lo que he logrado en estos 25 años.

Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los retos más importantes a los que se enfrenta nuestro país y qué papel jugamos los ingenieros en ellos?

Muchos ingenieros industriales de la Universidad de los Andes están trabajando en compañías o industrias donde se toman decisiones críticas sobre el manejo de recursos naturales. Petrobras y Ecopetrol son dos ejemplos inmediatos entre otros cientos.

Coincido con lo que la profesora de literatura Carolina Sanín escribió para Semana Sostenible hace poco sobre el desconocimiento y desinterés que tienen ciertos grupos de nuestra sociedad hacia el país. Ese desconocimiento y desinterés es fatal porque promueve cosas como la contaminación del agua, la minería irresponsable, la destrucción de nuestros paisajes, la extinción de nuestra biodiversidad, la degradación del aire, el hambre, la pobreza, la violencia y la inseguridad.

Si una persona tiene hambre, no recibió educación y quiere sobrevivir, va a tomar rutas que no quiere pero que le toca porque no tiene más opciones. Nuestra responsabilidad como ingenieros es crear empresas, empleo, gestionar recursos naturales de manera inclusiva y responsable, crear alternativas de educación, promover el liderazgo, entre otros.

Finalmente, algo que le quieras decir a los estudiantes de ingeniería o un mensaje que quieras trasmitir. Inscriban Proyecto Intermedio con Ingenieros Sin Fronteras Colombia. Inscriban Geografía de Colombia con Andrés Guhl. Inscriban Cooperación y Competencia con
Juan Camilo Cárdenas. Inscriban Sistemas Públicos con Jorge Acevedo. Además, tenemos todos los recursos naturales y hay abundancia y suficiente para que nuestra sociedad colombiana viva con dignidad y alcance su potencial. Lo que necesitamos es estudiar nuestra historia, liderazgo, visión de largo plazo y consistencia para lograr una redistribución de recursos y vivir bien.

Si alguien tiene alguna pregunta o comentario, soy feliz de responder:
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