Cuando somos pequeños, una de las primeras lecciones que aprendemos de nuestros padres es el decir la palabra gracias. La norma establece que al recibir un gesto de cariño o una señal de amabilidad, por construcción social, debemos decir gracias a esa persona. Lo anterior trasciende con el tiempo, por ejemplo, cuando nuestra familia hace algo por nosotros y no demostramos agradecimiento; tal accionar es considerado una ofensa hacia las otras personas. Por lo tanto, tener el adjetivo de desagradecido en una comunidad no es nada agradable. Lo que pocas personas saben es que este comportamiento humano de esperar un pago (un gracias) a las demostraciones de afecto, no solo se basa en un acuerdo social sino que tiene una lógica económica detrás.
Las demostraciones de agradecimiento que usamos como pago a las acciones de los otros son consideradas por la teoría económica como algo que se denomina: precios sombra. Es decir, son pagos no tangibles a bienes o servicios que tampoco lo son. Por ejemplo, cuando su pareja le da un regalo, lo mínimo que usted siente por ese detalle es agradecimiento y surge la necesidad de realizar un gesto mostrándole tal sentimiento. En ese caso, usted estaría pagando con sus gestos el dulce comportamiento de su pareja hacia a usted. Esta lógica también funciona en viceversa. Cuando a usted le regalan algo que no desea o que no le parece agradable, es posible que le cueste decir gracias. Lo anterior es comparable con una situación en la que a usted le toca pagar una cuenta de algo que no compró. Los precios sombra aparecen de nuevo; ese sentimiento de desagrado por decir gracias es porque usted debe pagar una cuenta por algo que no quiere.
Por otra parte, quiero contarle que el amor impacta más allá de lo que usted imagina a la economía. Este sentimiento y lo que éste produce en los humanos mueve industrias completas como la industria musical, la del cine, la de las flores, la de los chocolates, entre otras.
Tal vez son los precios sombra los que producen un círculo virtuoso entre las relaciones del mundo y ayuda al crecimiento de las industrias
Tal vez son los precios sombra los que producen un círculo virtuoso entre las relaciones del mundo y ayuda al crecimiento de las industrias. Cada cumpleaños, aniversario o Navidad, los precios sombra aparecen y se mezclan con el amor y nos motivan a regalar y agradecer a los demás.
Sin embargo, la economía del amor tiene limitantes. Cuando se decide darlo todo sin esperar nada a cambio, la economía del amor pierde su primer nombre, convirtiéndose en puro y simple amor. Por eso, yo hoy lo motivo a usted a que se anime a dejar a un lado los precios sombra y a amar de verdad. Lo invito a arriesgarse y dejar el amor egoísta que da esperando un pago, porque ahí encontrará la libertad del verdadero amor, ese que se da tan solo por ver feliz al otro.
@Harrye29