[Nota del editor: este artículo está basado en una conversación con Idael F. Blanco, profesor asistente del Departamento de Geociencias de la Universidad de los Andes]
La revista Semana publicó un artículo titulado “Hallan en Colombia restos del meteorito que extinguió a los dinosaurios”. Sin duda se trata de un descubrimiento importante, entre otras cosas, porque es la primera vez que se encuentran rastros provocados por dicho meteorito en la zona sur del continente, lo que ayudaría a reconstruir la paleogeografía de las Américas.
Sin embargo, la publicación de Semana tiene algunas imprecisiones que vale la pena aclarar. Se hace referencia a que los hallazgos corresponden a fragmentos de pedazos del meteorito, lo cual es completamente falso. Lo que encontraron los científicos no hace parte del cuerpo celeste, sino que son esférulas vítreas que se producen por el impacto del meteorito que volatiliza, evapora y funde la tierra (y en algunas ocasiones parte de ese material volatilizado procede del meteorito, pero no son fragmentos íntegros de este).
Es un descubrimiento importante porque aporta información paleográfica y geológica que podría ayudar a reconstruir la posición de algunos pedazos del continente hace 66 millones de años
Otra de las imprecisiones tiene que ver con decir que el hallazgo permite plantear que Gorgonilla —el lugar en el que fueron hallados los restos— no es una isla joven de 40 millones de años. Sin embargo, nunca se ha considerado que el cuerpo rocoso sea menor de 64 millones de años; incluso, se estima su inicio de formación sobre los 92 – 90 millones de años.
Adicionalmente está la afirmación en el artículo de que con mayor investigación sobre este tema se podría probar que durante el cataclismo que extinguió a los dinosaurios hubo un terremoto de 13 grados en la escala de Richter. Pero esta es una cifra demasiado grande, pues nunca la tierra ha registrado un sismo ni siquiera cercano a ese tamaño y eso parecería muy improbable, teniendo en cuenta que la magnitud que mide este valor es una escala logarítmica.
Por último cabe mencionar la relevancia que tiene este hallazgo realizado por investigadores colombianos. Este es un descubrimiento realmente importante pues aporta información en términos paleográficos y geológicos que podría ayudar a reconstruir la posición en la que se encontraban algunos pedazos del continente hace 66 millones de años.
[Las consideraciones expresadas en esta nota no representan necesariamente la opinión de la Universidad de los Andes]