Llegaron a Cerosetenta las figuras coleccionables del nuevo presidente. ¡No se quede sin la suya!
¿Alguna vez pensó en cómo se sentiría ser el poder detrás del poder? ¿O simplemente pensó cómo sería posible que un expresidente jugara con el nuevo mandatario como un títere?
¡No busque más! Los muñecos duquistas le darán una experiencia única y uribista, sin el compromiso político de enludar a todo un país.
¿Qué nos hace confiar más en un presidente que su experiencia? ¡Pues las canas! Duque: mi primer presidente viene con canas reales, un traje muy fino y a la moda y el llaverito de la suerte para que no se le pierda nada. El set de tres borradores es ideal para borrar y enmendar cualquier documento o acuerdo político que necesite sin necesidad de destruirlo por completo. Y si no puede llenarle los bolsillos de mermelada a su muñeco, puede meterle procesos pendientes, testimonios o lo que sea que quiera embolatar.
Si lo suyo es el paquete completo, no se quede sin esta edición especial del Duque tecnócrata que incluye todos los elementos para engordar su hoja de vida sin tener que llenarse la cabeza de canas. Intercambie fácilmente los logotipos universitarios del birrete azul; gradúe a su Duque de abogado de la Universidad Sergio Arboleda, de mágister en Derecho Internacional Económico de American University, de Gerencia Pública de la Georgetown University, Negociación Estratégica, Políticas de Fomento al sector privado o Gerencia de Capital de Riesgo en las Escuelas de Negocios y Gobierno de la Universidad de Harvard. ¿Una carrera entera o un curso corto? ¡No importa! El birrete le sirve para todo.
¿Siente que está muy viejo para el emprendimiento joven y muy joven para ser presidente? ¡No se preocupe! El Duque sardino es para usted. Fresco y contemporáneo, el Sardino incluye una guitarra que tan solo colocarla sobre el muñeco empieza a interpretar un set de hits duquistas, que incluyen canciones de Led Zeppelin, Soda Estéreo, Queen, los Beatles, y un par de temas inéditos de la banda original del presidente: Pig Nose. ¡Y la ñapa! Después de un rato jugando, el Duque sardino tocará una canción castrochavista sorpresa.
