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De niños y niñas: la educación diferenciada

La educación diferenciada es la base de los colegios sólo de niñas y de sólo niños. Quienes la apoyan, afirman que la segregación de género asegura, entre otras, mejores resultados académicos. Los que no, creen que esta diferenciación promueve la discriminación y la perpetuación de estereotipos.

por

Sebastián Payán R.


31.08.2016

Ilustración: Juan Camilo Chaves

1

 

Género. Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes. Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo entendiendo este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

Arriba de Usaquén, un tradicional barrio en el norte de Bogotá, y debajo de las torres de ladrillo que muerden los cerros orientales, hay un colegio. La bandera del Gimnasio de Los Cerros parece la de Francia. Dentro, 700 estudiantes reciben clase de 70 profesores. Clases de biología, matemáticas y religión. Cada salón de este colegio tiene una imagen de una Virgen colgada de una pared. También tiene crucifijos. Los 700 estudiantes llevan, siempre, alguno de los tres uniformes: el formal, de saco y corbata, el de educación física y el de diario. Todos llevan pantalones, siempre. Hay baños, todos para hombres. Desde 1964, este colegio, que forma parte de la Aspaen (Asociación para la Enseñanza), educa a partir del modelo pedagógico de la educación diferenciada por sexo/género. Según estas instituciones, es positivo que los niños y niñas de 5 a 18 años estén en ambientes correspondientes.

2

 

Diferenciar: Hacer distinción, conocer la diversidad de las cosas. Hacer a alguien o algo diferente, diverso de otro. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

Eduardo Manrique es el rector del Gimnasio de los Cerros. Aunque mantiene la serenidad de una persona que está acostumbrada a dar entrevistas, cuando se emociona se separa de su versión de rector de un colegio que en la ciudad todos reconocen por su fuerte influencia católica. Su oficina está hecha para recibir visitas: tiene una chimenea a gas, las sillas de cuero y un jardín detrás de su escritorio. Es médico de la Universidad del Rosario, se educó en dirección de centros educativos en España y ya lleva más de veinte años trabajando en el colegio. Tiene varias fotos de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Esta prelatura, institución de la Iglesia Católica, asesora al colegio en la formación religiosa y espiritual católica. Pero según Eduardo, el colegio no es un colegio religioso.

–No pertenecemos a una entidad católica, el colegio pertenece a una entidad civil sin ánimo de lucro­–, me responde mientras me ofrece algo de tomar. –Más que basada en un lineamiento religioso, el Gimnasio de Los Cerros basa su educación en la formación de personas, las cuales tienen dignidad, por ser hijas de Dios y por el hecho mismo de ser personas.

En Bogotá la idea de educación diferenciada no es extraña. Colegios como el Gimnasio Moderno, el Marymount, San Carlos, entre otros, son instituciones que vienen practicando esta idea desde los sesenta. Según el rector de Los Cerros, en esa época los colegios privados sólo eran diferenciados, pero después empezaron a aparecer los colegios públicos mixtos.

El colegio tiene diseñado un programa educativo en el que se procura que, en todas sus actividades, esté la presencia de Dios: rezan un Ave María antes de la clase, hay una imagen de la Virgen y un crucifijo en cada salón, rezan El Angelus para bendecir la mesa antes del almuerzo, por la mañana se celebra una Santa Misa a la que pueden asistir los estudiantes que deseen y el colegio tiene una capilla a donde pueden acudir los estudiantes a rezar cuando quieran. Hay, además, una hora de clase de religión a la semana. Según el rector del colegio, no buscan que los estudiantes atiendan a las prácticas religiosas sino que sepan amar a Dios y al prójimo, porque según la misión del colegio, esa es la verdadera felicidad.

Por otro lado, el Gimnasio de Los Cerros hace parte de Aspaen, fundada en 1964. Esta asociación fue creada por un grupo de familias que deseaban dar una formación en valores católicos y de alto nivel académico a sus hijos. Cuentan con dieciséis colegios en Colombia, dos en Bogotá: Los Cerros y el Gimnasio Iragua. Estos colegios fueron fundados bajo el modelo pedagógico de la educación diferenciada por género. El primero es para hombres, el segundo para mujeres.

–¿Qué es positivo de esta educación diferenciada?–, le pregunto a Eduardo Manrique.

­–Favorece atender a la diversidad de cada sexo; respeta los tiempos evolutivos de niños y niñas con mayor flexibilidad–, me pasa un panfleto de Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Diferenciada, en la que hay niños y niñas y se explica las ventajas de la educación diferenciada. –Estos colegios deben tener procesos curriculares que fortalezcan la diferenciación, complementación y armonía de los dos sexos.

En Bogotá la idea de educación diferenciada no es extraña. Colegios como el Gimnasio Moderno, el Marymount, San Carlos, entre otros, son instituciones que vienen practicando esta idea desde los sesenta. Según el rector de Los Cerros, en esa época los colegios privados sólo eran diferenciados, pero después empezaron a aparecer los colegios públicos mixtos. Esto se debió en gran parte a factores económicos: es mal negocio perder la mitad de la población. Los papás, además, empezaron a pedir que los colegios fueran mixtos por razones de logística: es más fácil, por supuesto, tener a dos hermanos en un mismo colegio. Y sin embargo, es sólo hasta los últimos años es que han salido los estudios que hablan sobre las ventajas y desventajas de este modelo pedagógico.

En 2011, por ejemplo, se publicó un estudio dirigido por Diane F. Halpern, exdirectora de la APA (American Psychological Association) titulado “La pseudociencia de la educación diferenciada por género”. En esta investigación se menciona que una de las mayores desventajas de este modelo es que refuerza el sexismo y los estereotipos de género. Argumentando que no existe una evidencia científica que demuestre que la educación diferenciada por género garantice mejores resultados académicos, y que han sesgado al público con unos estudios sin bases académicas y sin control.

Para Manrique, estos estudios han tenido efectos positivos y negativos: han demostrado que parte del éxito académico del colegio (Bachillerato Internacional, índice promedio 8,31 del Saber Pro) se debe al modelo pedagógico que tienen, pero también han creado una mala imagen del colegio.

–¿Piensa que el colegio es prejuzgado?

–Es posible que algunas veces, tratando de hacer el bien, nos equivocamos –enfatiza en que el colegio ha cambiado y siempre busca mejorar–. La transmisión de la fe católica de una generación a otra no es una ciencia exacta. Son asuntos muy opinables, pero siempre dentro del respeto, con el ánimo de construir y mejorar.

Liliana Medina es egresada del Gimnasio Iragua, colegio hermano de Los Cerros. Es psicóloga educativa con énfasis en problemas de aprendizaje. Cree que desde que se graduó la educación en estos colegios ha cambiado mucho, pero sigue siendo muy rígida: “Creo que es positivo que un niño o niña tenga una educación basada en los valores católicos, mi hija estudió en el Marymount y tuvo su primera comunión, confirmación, etc. Pero creo que estos colegios [Los Cerros y el Iragua] son muy rígidos en ciertos aspectos, no quería un modelo de educación así para mi hija”. Parte de la rigidez de la que habla Liliana es que en el Gimnasio Iragua sólo hay profesoras y en el Gimnasio de Los Cerros sólo hay profesores.

En el Gimnasio de Los Cerros hay 700 estudiantes, 70 profesores y 20 mujeres. De esas veinte, quince están en el área de alimentos, las otras cinco hacen parte del área administrativa. Ninguna profesora. Para Manrique, y según lo establecido por Aspaen, los que mejor forman la feminidad son las mujeres y la masculinidad son los hombres. Saben que hay posturas distintas en las demás instituciones educativas, y las respetan, pero sostienen que la oportunidad de darles a los estudiantes un ambiente enteramente masculino, de los 5 a los 18 años y de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., es positivo porque es el único momento en que disfrutarán de este ambiente. Porque la sociedad es mixta, la familia es mixta y compartirán con las niñas en su vida familiar, en su vida social, en sus primeras fiestas, etc. Es positivo, aseguran tener ese espacio en el que están sólo con niños. El colegio cuida todos los detalles que puedan enfatizar en desarrollar la masculinidad. Por ejemplo Eduardo menciona que parte de la estética de Los Cerros ha sido pensada para ser “masculina”: “los pasillos, los salones; el colegio fue decorado enfatizando en la masculinidad, con colores sobrios, decoraciones sencillas”.

–¿Por qué seguir con este modelo pedagógico?

­–Queremos mantener la pluralidad, que los padres tengan colegios de todos los estilos para sus hijos. Entre hombres y mujeres tenemos la misma dignidad por ser seres humanos, pero somos distintos.

Felipe Martínez, egresado del Gimnasio de Los Cerros en 2006, cree que la educación diferenciada por género no es responsable de generar visiones negativas acerca de la masculinidad y feminidad, por el contrario piensa que es culpa del enfoque pedagógico que se le dé a este modelo:

-Un colegio masculino puede proyectar, en su sistema educativo, visiones positivas sobre la feminidad, la mujer, etc. En el colegio se generaba una visión negativa de la feminidad debido al ocultamiento de la misma. Así, se generan visiones negativas, pero es algo que, en mi forma de ver, no tiene nada que ver con la educación diferenciada sino con temas y problemas más de fondo.

 3

 

Ideología: Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural o político. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

Identidad: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

 

En Colombia se ha discutido últimamente sobre la imposición de ideologías de género. Cuando le hablé del tema al rector de Los Cerros, me comentaba que el problema se centra en el término ideología.

–¿Cree que el colegio impone una ideología de género?

–Creo que la clave está en el término «ideología». Las ideologías suelen ser cerradas; son un punto de llegada. Son como una caja de la que no se puede salir y eso no me parece favorable para el desarrollo de las personas, y menos en un colegio. En cambio, la identidad, en nuestro caso cristiana, es un punto de partida: nosotros dejamos que los estudiantes decidan si aceptan lo que les proponemos. Hay que respetar todas las opiniones y no cerrarse en una ideología

Para José Escalante, psicólogo clínico, el Gimnasio de Los Cerros no impone: “el colegio propone una postura y los padres de familia y estudiantes la aceptan o la rechazan”. En un sistema de colegios privados las cosas funcionan así: cada colegio ofrece un modelo (católico o secular, por ejemplo), y los padres eligen qué tipo de educación eligen para sus hijos. Por otro lado, Marcela Álvarez —psicóloga clínica quien trabaja en el colegio Clara Casas desde hace 15 años— cree que el ambiente de casa puede ser incluso más influyente que el de un colegio.

–Considero que la libertad de cualquier aspecto sexual, académico, físico, psicológico, entre otros; depende más de la familia que la institución educativa.

4

 

Sexo: Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas. Conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

 

Hoy en día colegios masculinos están empezando el proceso de volverse mixtos. Según Gabriel Castellanos, egresado del Gimnasio de Los Cerros en el 2011, él y sus compañeros querían que su colegio lo fuera.

–¿Estaba de acuerdo con que el colegio fuera masculino?

–Como todos mis compañeros, siempre tuve la esperanza de que en algún momento se convirtiera en un colegio mixto, pero entiendo que lo hacían para focalizar la educación a una población. Porque decían que no es lo mismo lidiar con hombres que con mujeres.

Según el rector de Los Cerros, al diseñar un programa educativo que responda a un solo género, se le está facilitando el trabajo a un profesor, porque dicen que es mucho más fácil trabajar al tener en cuenta una aproximación distinta, sea motivacional o comunicacional.

–La manera como se motiva a una niña es distinta a la manera como se motiva a un niño. La manera en la que se comunica un profesor(a) con un niño es distinta a la manera en que se comunica un profesor (a) con una niña.

–¿Por qué?

–Porque las niñas, por su naturaleza, son más ordenadas, acatan más rápidamente las indicaciones, son más concentradas; los niños son más dispersos, tienen que mover mucha energía. Estas situaciones son más fáciles de manejar cuando están en sus ambientes correspondientes.

Dentro de los estudios que se han hecho sobre la educación diferenciada por sexo, se resalta que no siempre hay un resultado garantizado, a pesar de la evidencia a favor. Para Leonard Sax, director ejecutivo de la National Association for Single Sex Public Education (NASSPE): “separar a los niños de las niñas no garantiza el éxito, pero los colegios que usan un sistema educativo enfocado en la diferenciación de género, son más eficientes en desarrollar las fortalezas de cada uno”. Según lo que plantea en su estudio, separar a los niños y niñas tiene efecto en el rendimiento académico, porque para muchos defensores de este modelo pedagógico, la concentración en el estudio aumenta al quitar la distracción del género opuesto.

–Hay una gran variación entre niñas y una gran variación entre niños, no hay un colegio perfecto para todos, entonces tener una oferta amplia es positivo.

Para Marcela Álvarez cada colegio es autónomo de cobijarse bajo un modelo educativo propio. Ha visto que hay personas que se conectan con la educación diferenciada por sexo, como otras que han abortado de este. En su opinión, la escuela mixta favorece la no etiqueta de sexo, raza, personalidad, discapacidad física; en comunidad se aprende a tolerar la diferencia. Existen organizaciones en Colombia que defienden la educación diferenciada por sexo, como la Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Diferenciada (ALCED), una asociación latinoamericana que promueve este modelo pedagógico.

La aconsejan por tres razones: la primera es por la igualdad en dignidad entre la mujer y el hombre, pues tienen un desarrollo intelectual, afectivo y sexual con tiempos diferentes. Segundo, porque el desarrollo de la personalidad se desarrolla principalmente durante la infancia y la adolescencia, entonces la educación tiene que dar una respuesta adecuada a la naturaleza de cada uno. Y tercero, porque, sin reforzar estereotipos de género, se desarrolla la feminidad en las niñas en ambientes femeninos, y la masculinidad en los niños en ambientes masculinos.

5

 

Sexualidad: Conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo. [Según el Diccionario de la Lengua Española – DLE]

 

En el Gimnasio de Los Cerros este tema ha cambiado en los últimos dos años. Eduardo Manrique explica que ahora se basan en una suerte de triángulo educativo. En el que primero está la casa, donde los papás deben abordar el tema con sus hijos, para después ser mencionado en clase por los profesores, en caso de que el estudiante pregunte, y están asociados con el programa de educación sexual Protege tu Corazón, dictando talleres a estudiantes y padres por igual.

–Además del triángulo educativo, a los estudiantes en las clases de biología se les da la información correspondiente, al igual que en las clases de ética y moral. La educación católica propone un camino de aceptación de la propia sexualidad y construir el proyecto de vida personal, en sintonía con el cuerpo recibido y su despliegue en el proyecto existencial.

Este ha sido un cambio importante en el colegio porque según Felipe Martínez, egresado en el 2006, la sexualidad era un tema tabú: “en términos generales, lo que se llama educación sexual no existía, así como tampoco un sano fomento del acercamiento entre hombres y mujeres. Las únicas mujeres que uno veía en el colegio eran las señoras de la cocina, y muy rara vez se invitaba a colegios femeninos a participar en actividades culturales o académicas”. También comenta que en su época se evitaba tocar temas de índole sexual en las clases, o se hacia bajo el filtro de juicio ligado a lo religioso. Para el psicólogo clínico José Rafael Escalante, quien ha trabajado en colegios desde hace nueve años, es negativo no tener espacios que permitan espacios para conversar sobre el desarrollo de la sexualidad: “La educación sexual no puede limitarse a solo los talleres de prevención sexual o métodos anticonceptivos. Hay que generar un marco mucho más amplio de lo que implica la sexualidad en el ser humano”.

Cree que es valioso que el Gimnasio de Los Cerros ofrezca a los padres que prefieran para sus hijos una educación netamente masculina bajo la mirada de la religión Católica, con buen nivel académico y formación en valores. Sin embargo, si pudiera nombrar un contra de este modelo pedagógico es que la figura femenina para los niños y los adolescentes también es importante como parte de su desarrollo emocional y socio afectivo: “El mundo tiene una connotación mixta que puede dar un agregado a la formación de estos estudiantes. Esto depende de lo que los padres de familia y los estudiantes prefieran para su formación”.

La educación diferenciada por género también es defendida porque evita las distracciones durante las clases. Según ALCED, las niñas y niños, al estar en un ambiente mixto, pueden estar más pendientes de su aspecto estético y menos concentrados en el estudio. Entonces, al proveerles un espacio en el que no tienen esa distracción, se está mejorando el nivel académico. Sin embargo, para Liliana Medina, psicóloga educativa con énfasis en problemas de aprendizaje, se debe dejar de pensar que la única relación que se puede generar entre niños y niñas es sexual: “mi posición es que los niños y niñas se relacionen de una manera natural. No todo tiene que pensarse como algo malo, como pecado, no se piense que todas las relaciones tienen que ser de sexo, sino que también se pueden de amigos”.

Felipe Martínez insiste que el asunto va más allá de un simple modelo diferenciado. Para él, lo importante son los contenidos, metodologías y sistemas de pensamiento que esa educación replica: “En el caso de la educación religiosa de lineamientos excesivamente conservadores, por ejemplo, hay visiones de género que están siempre vinculadas a roles que se desprenden de las interpretaciones dogmáticas de la Biblia o de la normativa eclesiástica, dejando por fuera otro tipo de posiciones y creando así discriminación e intolerancia”.

La discusión que generó este especial va de la mano con lo que deja la información sobre la educación diferenciada por género. El Gimnasio de Los Cerros está en lo alto de los estándares académicos pero no ha cambiado su base educativa de reforzar la diferenciación. En esta sociedad en la que existen tantos prejuicios y fobias por las preferencias sexuales de las personas vale la pena preguntarse si estos colegios están educando jóvenes que acepten y no juzguen; que observen y no etiqueten; que vean por igual y no por separado.

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