Situémonos en Liverpool. En la ciudad del Albert Dock, aquel complejo de muelles y almacenes que hace dos siglos sirvió como motor económico de la Revolución Industrial inglesa, y que dejó una impronta obrera en esta urbe que dura hasta el día de hoy. En un lugar que durante la Segunda Guerra Mundial sufrió más de ochenta bombarderos. Que fue pionero del transporte masivo al utilizar ferrocarriles, buques de vapor, tranvías municipales, trenes eléctricos. Una ciudad que también se convirtió en epicentro de una crisis económica en los setenta y que alcanzó la tasa de desempleo más alta del Reino Unido en los ochenta. La casa del Liverpool F.C. y del Everton, del mítico Anfield donde resuena el emblemático cántico “You’ll never walk alone”. Y claro, la cuna de los Beatles, de esa manía que se esparció en tiempo y espacio, y que perdura vigorosa hasta hoy.
Ahí nació una cultura juvenil que no ha parado de crear. Y es en este núcleo creativo, que hizo que Liverpool fuera catalogada en 2015 como Ciudad de la Música por la Unesco, donde hace alrededor de seis años nació Circa Waves. Conformada por Kieran Shudall (voz, guitarra), Sam Rourke (bajo), Colin Jones (batería) y Joe Falconer (guitarrista), la banda fue rápidamente festejada por los medios locales y logró un inmediato éxito en ventas.
Si su primer álbum Young Chasers (2015) se caracterizó por la combinación de estribillos inmediatos y punteos de guitarra, Different Creatures (2017), exploró un sonido más rockero y pesado. Ahora, este 2019, decidieron incomodarse y ampliar las fronteras sonoras acudiendo a los sintetizadores. What’s It Like Over There? fue grabado en un mes y contó con la coproducción de Alan Moulder (Foals, The Killers), quien potencializó ese traslape de la emoción visceral a un sonido más pop, algo que para ellos fue el reto más grande de su carrera hasta ahora.
Ya en su hoja de vida, además de los tres álbumes, se suma su participación en festivales como el Hurricane, el Southside Festival, el Latitude Festival, Glastonbury, entre otros. Viajes de los que han alimentado sus canciones, así como sus reflexiones alrededor de la presente obsesión por las vidas ajenas, por sobreestimular el cerebro, por el aislamiento, por las fronteras (son abiertamente anti Brexit), o por la difícil situación de los inmigrantes en el mundo.
Nos sentamos a hablar con Joe Falconer sobre lo que fue el proceso de creación de su último álbum.
¿Qué expectativas tenían con el nuevo disco?
Ya ha pasado un tiempo desde el disco anterior y desde que empezamos a escribir este, entonces estamos felices de mostrar material nuevo. Ya luego de varios álbumes, es evidente que tiene otra búsqueda y al oír los sencillos te das cuenta del campo en el que queremos trabajar. Se trata de algo más cinematográfico, sin perder esa identidad que ha caracterizado Circa Waves.
En alguna entrevistas señalaron que buscaban un sonido más comercial, ¿qué es técnicamente buscar un sonido más comercial?
Hemos estado en tour por varios años y tocado en muchos festivales, y esto es algo que tiene eco en ti. Empiezas a intercambiar conocimientos, a mirar las bandas que están alrededor y a analizar qué es lo que las hace ser lo que son. No es que conscientemente hayamos dicho que necesitábamos un sonido más comercial, pero fue algo que sucedió acorde a las ambiciones de la banda. Antes nos veíamos como un grupo fundamentado en las guitarras, en la cual tratábamos en cada canción de enfocarnos en que los instrumentos tuvieran su solo, su momento: primero la guitarra, luego el bajo, luego la batería y así, en lugar de buscar las canciones en sí mismas y encontrar la mejor manera de interpretarlas. Al cambiar esto te permites nuevos caminos, que nos llevaron a los samples electrónicos, a los pianos, y por tanto a un sonido más pop. Se trataba simplemente de encontrar la mejor manera de hacer los arreglos de las canciones.
David Bowie decía que al hacer música muchas veces es en el momento en que te sientes incómodo cuando salen las cosas más interesantes.
¿Cómo se sintió como artista al asumir este nuevo roll?
Es emocionante. Es mucho más seguro hacer lo mismo una y otra vez, pero como banda queremos ser grandes y estamos muy interesados en hacer cosas diferentes. Al tomar el riesgo, quizás te encuentres con que hay gente a la que le gustabas por lo de antes, pero precisamente eso es lo emocionante de tomar estos riesgos. Ahora, creo que las reacciones han sido positivas y pareciera que la gente está entendiendo lo que estamos tratando de hacer, que atienden el llamado y el ideal de la banda. Para nosotros este disco en particular se siente como un material más eterno, como canciones que pueden perdurar mucho más tiempo.
Hablaba en alguna entrevista de las reglas que muchas veces impone el rock y de la necesidad de romperlas, ¿a qué se refería con esto?
Cuando empiezas a tocar en bandas, la estructura está dada por tus influencias, lo cual es algo útil porque creas música que inmediatamente la gente identifica, con base en unos cánones usados desde hace muchos años. Pero creo que si quieres ser recordado como algo más interesante, influenciar otra gente, tienes que empezar a pensar en cómo impactar un poco. Ninguno de nosotros lo entendió desde el principio, empezamos siendo una banda con batería, guitarras y bajo, tocando canciones acorde al modelo que conocíamos. Pero creo que eventualmente te tienes que presionar y sentirte incómodo. David Bowie decía que al hacer música muchas veces es en el momento en que te sientes incómodo cuando salen las cosas más interesantes. El material en este álbum resalta de los anteriores porque decidimos asumir ciertos miedos y no conformarnos con la estructura que éramos como banda. Decidimos seguir ideas sin saber bien la conclusión. Esto ha traído su recompensas pues nos demostró que podemos hacer cosas interesantes y que de hecho no es tan temible, y queda claro que la idea de un grupo, de lo que somos como grupo, es fluir.
¿Ha sido tu trabajo más ambicioso como artista?
Sí, ha sido lo más ambicioso que he hecho como artista hasta el momento. Sentíamos que estábamos haciendo nuestra versión de algo. No puedo decir exactamente qué es, se siente al oír el disco. Además de la ambición en lo técnico, se trató también de un viaje, y canciones como “Me, Myself and Hollywood” ejemplifican ese lenguaje al que queríamos llegar.
Entiendo que Kieran Shudall, su frontman, estaba en una suerte de bloqueo creativo cuando empezaron a escribir el álbum, ¿cómo asumen como banda este tipo de situaciones?
Kieran siempre está escribiendo, nunca para. Se reta bastante y es reconfortante oír con lo que sale. Siempre llega a un momento mágico en el que entra en sintonía con una idea, con un estilo y compone un puñado de canciones en una sentada. Es una mente especial, por esto, dejar que pase por estas etapas del proceso me parece que es importante. Desde antes de irnos de gira a EE.UU. estábamos escribiendo este nuevo álbum. Él, en el tour, empezó a poner todos los elementos juntos, y no paró de anotar lo que sucedía en el viaje aunque sentía que no le fluía. Cuando volvimos nos dimos un par de semanas de descanso y fue ahí cuando empezó a mirar nuevamente lo que había escrito. Es bueno cuando tienes tiempo para decantar las ideas, puedes reescribir, entender de manera diferente y narrar otras cosas, así no sea exactamente lo que viviste. Este segundo borrador te da un extra de creatividad. Usualmente nos reunimos como banda para retroalimentar el material, así sucedió en los anteriores álbumes, pero en este fue un poco diferente y buena parte lo solucionamos ya en el estudio. También fue interesante pues muchas cosas pasaron ahí, muchos arreglos, lo cual da resultados muy diferentes. Creo que gracias a esto se lograron las canciones más fuertes del álbum.
Cuando ve lo que Kieran escribe acerca de viajes y momentos en los que usted también ha estado, ¿qué piensa? ¿Cómo es ver esto a través de la escritura de otro?
Eso es algo muy interesante. Un tour es una experiencia que te deja exhausto y todos perdemos un poco la cabeza. No sé cómo es en Suramérica, pero aquí estamos tan bombardeados con la cultura americana, que cuando llegas ahí sientes que ya tienes una relación directa con lo que pasa. Todo te resulta familiar, pero al mismo tiempo es hiperrealista, lo has visto antes, aunque no es del todo cómodo para ti. Cuando él escribe sobre EE.UU. entiendo ese punto de vista, siento el poder de su escritura en ese sentido. También para este disco asumimos el reto de contar historias. Él se nutrió mucho con historias de otra gente, las iba reuniendo, y creo que es muy interesante intentar descifrar donde terminan los hechos y empieza la ficción. De hecho, creo que cuando tuerce los eventos logra momentos muy interesante que le aportaron mucho al disco.
¿Cómo escogen los sencillos?
Es una buena pregunta. Es algo sobre lo que discutimos mucho y es muy difícil, sobretodo si llevas tanto tiempo trabajando en un álbum y tienes que mostrar algo. Todos tienen una opinión sobre lo que debería ser. Creo buscamos, por ejemplo para este último, una canción pop que no asustara a nuestros fans de antes, pero que invitara a lo nuevo. Como una tema con punch pero heavy a la vez. Ya luego con cada sencillo es como ir completando ese mapa que le dice al oyente hacia dónde van las cosas.
¿Planes a futuro?
Seguir mostrando un álbum del que nos sentimos particularmente orgullosos y del que pensamos lo seguiremos estando por el resto de nuestra carrera musical. Queremos ir a Colombia y visitar a la gente que sabemos que nos sigue desde nuestra primera producción.