Hoy se cumplen 70 años de la explosión de la bomba atómica de Hiroshima, una ciudad japonesa que desapareció en cuestión de segundos, junto con 166.000 personas. Las artes se inspiraron en esta tragedia para mostrar sus visiones de la catástrofe nuclear. Estas son 6 versiones y un bonus track.
En 1955 un grupo de 25 mujeres japonesas, que sobrevivieron a la bomba atómica en Hiroshima, llegaron al Hospital Monte Sinai en Nueva York para recibir un tratamiento de reconstrucción física. Casi 60 años después de la bomba, el director estadounidense de teatro de marionetas, Dan Hurlin, presentó la obra ‘Hiroshima maiden’ inspirada en el viaje de estas mujeres reconstruir su figura en el país que las atacó.
La obra además muestra el momento en el que el programa de televisión This Is Your Lifeinvitó a dos de estas mujeres y al Reverendo Kiyoshi Tanimoto, sobreviviente a la bomba quién acompañó y gestionó los recursos para tratar a las 25 mujeres en Estados Unidos, a encontrarse de frente con el capitán Robert A. Lewis, copiloto del Enola Gay, avión que lanzó la bomba.
‘Treno a las víctimas de Hiroshima’
“Dejé en el treno expresada mi firme creencia de que el sacrificio de Hiroshima nunca será olvidado”, dijo el compositor polaco Krzystof Penderecki a propósito de su obra ‘Treno a las víctimas de Hiroshima’. Por más de ocho minutos cincuenta dos músicos pellizcan, golpean y deslizan sus dedos sobre las cuerdas de sus instrumentos, tocan en momentos aleatorios y con sonoridades relativas. Se llaman técnicas extendidas. No hay melodías, no hay ritmos, solo texturas.
Fue compuesta en 1959 y un año más tarde, Penderecki ganó con ella el tercer premio en la Grzegorz Fitelberg Composer’s Competicion de Katowice, Polonia. “Esto se debe parecer mucho a lo que escuchó la gente cuando estalló la bomba”, le dijo al director uno de los instrumentistas durante los ensayos anteriores al estreno.
Hiroshima: la verdadera historia
No es un documental sobre una victoria militar, tampoco sobre el hecho que acabó con la segunda Guerra Mundial y mucho menos sobre lo que para algunos es considerado “un mal necesario”. Es, por el contrario, una historia sobre las consecuencias y secuelas que dejaron en Hiroshima y Nagasaki los primeros y únicos ataques nucleares de la historia.
Lucy van Beek, productora y documentalista británica, es la directora de “Hiroshima: la verdadera historia” que hoy, cuando se cumplen 70 años del acontecimiento, se estrena por Discovery Max. Beek habla con aquellos que estuvieron de acuerdo con el lanzamiento de la bomba y que hoy no se arrepienten de haberlo hecho. Pero también se acerca a aquellos que por ser víctimas no sólo tienen que cargar con las lesiones físicas, sino con la discriminación; pues como lo asegura la directora en ABC, “las víctimas están mal vistas en la sociedad nipona, las consideran raras”.
El documental de 90 minutos asegura ser prometedor y revelador. Beek recalca en su entrevista con ABC que es sorprendente lo poco y lo mal que se entiende este episodio histórico. Por ello, esta producción se encarga de cuestionar la decisión que el 6 de agosto de 1945 tomó el presidente de Estados Unidos – Harry Truman – cuando Japón ya estaba arrodillado y casi rendido. Una decisión que podría decirse cobró 80.000 vidas no sólo en el instante, sino en vano.
Nuclear darkness
Foto: Hiroshima Peace Memorial Museum
El portal Nuclear Darkness, sitio que se ha enfocado en mostrar el daño de la guerra nuclear en el medio ambiente, presenta una completa selección de fotografías de la ciudad de Hiroshima antes y después del ataque norteamericano el 6 de agosto de 1945.
En las imágenes se ve de forma cronológica, un recorrido por la ciudad japonesa antes y después de la caída de la bomba atómica, mostrando los daños a la infraestructura y las consecuencias en la población civil.
Los registros son cortesía de la ciudad de Hiroshima y su Cultural Promotion Division Culture and Sports Department Citizens Affairs Bureau. La selección completa se puede ver acá.
“El Holocausto de Hiroshima”
Creo que el arte puede vencer la dificultad. Creo que las flores pueden florecer de la angustia y la inhumanidad. Usted puede derrotar todas estas cosas y hacer algo hermoso
“El Holocausto de Hiroshima” una obra compuesta de seis grandes lienzos es uno de los trabajos más importantes del pintor japonés Ikuo Hirayama. Su trabajo fue inspirado por el color anaranjado de una llama prendida en el Hiroshima Peace Memorial Park que honraba a los muertos del bombardeo, “vi el color del fuego que era anaranjado. Me recordó el día del bombardeo, y ya no pude dejar de ver ese color”, recordó Hirayama en entrevista con Robert Rand. A pesar de la tristeza y la destrucción que expresa su obra Hirayama dice que “El Holocausto de Hiroshima” tiene un mensaje de esperanza.
Hirayama es además reconocido por retratar en sus pinturas la ruta de la seda como una obra que refleja esperanza, cooperación, paz y tranquilidad. El artista es embajador honorífico de la UNESCO y viaja alrededor del mundo promoviendo y patrocinando la preservación de los sitios históricos de la ruta de la seda.
Cuadernos de Hiroshima
“La gente de Hiroshima fue a trabajar para restaurar la sociedad humana como consecuencia de la gran inundación atómica. Estaban preocupados por salvar sus propias vidas, pero en el proceso también salvaron las almas de las personas que han traído la bomba atómica” – Kenzaburo Oe, Hiroshima Notes.
“Su ‘reportaje’ adquiere la dimensión de un tratado de humanismo de alcance universal”. Así describe la editorial uno de los relatos más sentidos y cercanos a las víctimas del ataque a Hiroshima el 6 de agosto de 1945. En el libro editado en 1963, el escritor japonés y Nobel de Literatura Kenzaburo Oe le da voz a los directamente afectados, acercándonos como pocos a las consecuencias de un hecho que partió para siempre la vida de una ciudad y de un país.
Bonus Track: Hiroshima de John Hersey
Por supuesto, no podíamos dejar por fuera el gran reportaje de John Hersey. Su nota, hoy convertida en libro, no solo es uno de los mejores acercamientos a la catástrofe sino además uno de los textos más importantes del periodismo. Seis personajes, seis sobrevivientes de la bomba, son el motor de esta obra periodística que arranca minutos antes de la explosión y termina un año después. Este trabajo de Hersey, publicado por The Newyorker, estaba originalmente dividido en siete entregas. Sin embargo, en un evento que nunca se volvería a repetir, The Newyorker decidió dedicarle toda la revista. En un brevísima nota, los editores de la revista aseguraban que lo hacían con la convicción de que «muy pocos entendemos el poder devastador de [las armas nucleares] y tal vez deberíamos reflexionar sobre las implicaciones de su uso».