Las mejores historias de periodismo empiezan siempre en el momento en el que un reportero llega al lugar de los hechos con su libreta en la mano. Insiprados en esta imagen, el CEPER abrió hace tres años el curso PERIODISMO EN CAMPO, en el que un grupo de estudiantes empacan maletas y viaja a un lugar de Colombia para hacer historias que no habrían podido hacer desde un escritorio. Para esta edición del curso se visitará la ciudad de Cartagena y el corregimiento de San Basilio de Palenque, en el departamento de Bolívar. Estos dos lugares encarnan realidades profundamente diferentes del contexto colombiano. El resultado final será un especial multimedia en el que se alojarán todas las historias y notas producidas en el curso.
En Cartagena se concentran algunos de los problemas sociales que más afectan a Colombia: es hogar de los más pobres y lugar de vacaciones de los más ricos, su zona turística es la postal predilecta para mostrar la cara positiva del país, mientras barrios como la Boquilla y Pasacaballos viven en situaciones de pobreza equiparables a los de África. El crecimiento de esta ciudad, además, ha pasado su cuota ecológica: hoy, una de las zonas de mayor crecimiento hotelero bordea el complejo ecosistema de la Ciénaga de la Virgen. Pero no todas las noticias son malas. En Cartagena hoy se gestan proyectos de turismo comunitario y sostenible que pretenden vincular a los locales en la actividad económica de la ciudad.
San Basilio de Palenque es otra Colombia. A hora y media de Cartagena, este pueblo, fundado por esclavos rebeldes en los años 1600, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Uneso y reconocido como el primer pueblo libre de América, es muestra de una Colombia distinta. El aislamiento en el que estuvo sumido durante años hizo que en Palenque se quedaran las tradiciones que llegaron en los barcos negreros en la conquista. Palenque tiene su propia lengua, su propio sistema educativo y un cuerpo de seguridad autónomo que lo ha convertido en uno de los lugares más pacíficos del país. Sus lugareños lo llaman “un pedazo de África en Colombia”. La historia de Palenque está ligada a la resistencia, a las luchas de raza y a la cultura. Es el hogar del tambor, el bullerengue y la chalupa. Visitarlo es la oportunidad de develar una realidad que se ha mantenido en silencio.
Un equipo de once estudiantes y dos profesores viajarán y recorrerán estos dos lugares en busca de historias. Esta será su bitácora, donde quedará registradas todos sus planes, todos sus avances y todas las discusiones que surjan en las reuniones editoriales. Además, estarán trinando con el Hashtag #insitu13 cada uno de sus movimientos. Esos tweets quedarán registrados en esta línea de tiempo. La idea es que todos seamos parte de el proceso de escritura de estas historias, así que si quiere decirle algo a nuestros reporteros, hacer preguntas o sugerencias, simplemente trine usando el Hashtag #insitu13 y sea parte de este equipo.
DÍA UNO: LLEGADA+PRIMERA REUNIÓN+SON PALENQUE
Todos llegamos a Cartagena. Nos reunimos a las 8:30 en la pizzería Luna Rosa, a dos cuadradas del hostal, Media Luna, en donde todos -excepto Alejandro, Simone, Laura, Daniel y Jose- nos hospedamos. Nos ubicamos en un claro del restaurante e hicimos nuestra primera reunión editorial. Discutimos sobre los planes generales de Cartagena de Indias, las fuentes y el manejo adecuado de las cámaras. La mayoría de nosotros tenía fuentes contactadas y citas concretadas desde Bogotá. Sin embargo, Andrés, Felipe, Paola e Isabel tenían que buscar sus fuentes en el territorio por la naturaleza de sus trabajos. Daniel, por su parte, descartó su idea inicial y buscó una nueva: el perfil de un personaje controversial en términos de seguridad en el barrio cartagenero El laguito.
Después de la reunión fuimos a cenar a la Central Antillana, donde veríamos un concierto del maestro Justo Valdez y su grupo Son Palenque. Los que tenían que madrugar vieron un par de canciones, los que no, rasparon fiesta al ritmo de champeta y mojitos.
DÍA DOS: PERIODISMO DE MEDIA NOCHE+PROMESAS DEL BEISBOL+MASAJES DE PLAYA
Juan Felipe y Paola, que llegaron en la mañana luego acompañar a la protagonista de su historia sobre prostitución durante toda una noche, econtraron a todo el equipo dormido. Todos menos la recién bautizada “Vanisabel”, que esas horas ya estaba bañada y leyendo en la pantalla de su computador. Luego de la primera reunión todos salieron a trabajar, menos Paola y Juan Felipe que tuvieron permiso de descansar luego de la jornada de trabajo que había terminado a las ocho de la mañana. Durante el día, Daniel le siguió el rastro a su protagonista: un hombre que se tomó en sus manos la seguridad del Laguito. Jose y Laura se fueron en busca de su promesa del béisbol que les ayude a contar las historia del deporte como opción para salir de la pobreza en Cartagena. Andrés estuvo conversando con una activista de turismo autosostenible y María Isabel, en el otro lado de la ciudad, acompañó a una vendedora ambulante.
De regreso, la aventura de Paola y Juan Felipe dio pie para conversar sobre las distancias que un periodista tiene que mantener con sus fuentes, pues si se convierten en sus amigos puede terminar comprometiendo la objetividad del periodista.
DÍA TRES: CHAMPETA+PICÓ+LA IMPORTANCIA DEL MIEDO
En la mañana del 9 de junio tuvimos la reunión del comité editorial como de costumbre, ahí se asignaron las labores para el día. Cuando terminamos, un grupo se fue al mercado de Bazurto con el fin de buscar distribuidores de champeta. En este mercado los discos quemados de champeta se venden por cantidades. Natalia, encargada de investigar el fenómeno del racismo en la rumba cartagenera, visitó la emisora Olímpica Estéreo. Allá consiguió que la mesa de trabajo de la emisora lanzara un saludo en vivo y en directo al equipo de #insitu13.
Dentro de las obligaciones de Natalia, a quien le rocó una historia que se ha ganado la envidia de todos, estaba incluido ir a una popular fiesta de pico. La experiencia fue algo aterradora para ella y Daniel, quién decidió acompañarla. El taxi que los llevó hasta el barrio de la Boquilla les advirtió sobre los peligros del concierto, y les dijo que a esos sitios solo va gente champetuda. Es decir, peligrosa. En el terreno, sintieron como estaba claramente establecida una barrera entre blancos y negros. Esto, combinado con las advertencias de su taxista, los llenó de pánico. Allá se suponía que se encontrarían con un locutor de Olimpica pero pronto fue claro que no llegaría. En ese momento decidieron llamar a sus editores que les consiguieron un contacto dentro de la comunidad. en la segunda reunión del día se hizo una reflexión sobre el miedo en el terreno. Concluimos que el miedo puede llegar a ser importante en el terreno obliga al reportero a ser un poco más calculador en sus decisiones. También confirmamos algo de lo que ya habíamos hablado antes y es que en una situación incómoda, o de peligro, lo mejor es llamar al editor para que él se encargue de solucionar cualquier problema. Hablamos también de la importancia de “los padrinos” en los ejercicios en el periodismo. Llegar a un sitio acompañado de un miembro de ese lugar es una manera muy rápida y segura de trabajar
DÍA CUATRO: VIAJE+DOSACERO+PRIMER ENCUENTRO CON PALENQUE
Nos encontramos todos en el Hostal para esperar la van que nos llevaría a Palenque, en el lugar en ese momento trasmitían el partido Colombia vs. Perú que finalizó “2 a Nada” como dicen los palenqueros, ganando Colombia. Durante el recorrido en la van pudimos ver una caravana de motos en el municipio de Turbaco en donde todos celebraban con camisetas, pitos y silbidos. Al llegar a Palenque y al hotel donde nos hospedamos, nos recibieron muy amablemente y con una deliciosa comida que fue la primera vez para algunos de comer pescado en el viaje. Mientras comíamos llegaron tres personajes que serían nuestros guías y acompañantes en Palenque: Gabriel, Rafael y Dainer. Con ellos nuestra integración estuvo acompañada de las ideas para nuestros reportajes, experiencias, chistes y unas pequeñas clases de palenquero. Algunos de las palabras aprendidas fueron:
Asina ria: Buenos Días
Kumo kusa ta: ¿Cómo está?
Mini: Ven
Gongoroko: “Palabras de amor y coqueteo”, generalmente acompañados con una galleta Mamut o Mamú como dirian Gabriel, Rafael o Dainer.
Atauto Bega: Buenas Noches
Igualmente, mientras compartimos esta experiencia pudimos ver como nosotros –como ciudadanos– olvidamos los sonidos de la naturaleza porque en un momento cuando un árbol se cayo, todos pensamos que había sido un tiroteo y salimos a correr a cubrirnos con cualquier cosa. De hecho, como de película y con una reacción gangster, Natalia se agacho detrás de una silla para cubrirse, mientras los demás corrían como locos hacia todos lados sin saber que hacer. Finalmente, como han sido días de lluvia, pudimos ir a dormir en un ambiente fresco.
DÍA CINCO: LLEGADA+SEXTETO TABALÁ+REUNIÓN EN HAMACAS
Después de levantarnos “temprano” –9:30AM– desayunamos y planeamos como iba a ser nuestro primer día en Palenque. Cada uno de nosotros se arregló y salimos de la finca; unos en moto taxi y otros caminando. Teníamos la idea fantástica de ser recibidos con tambores y bailes, pero la realidad fue otra. En cambio encontramos un típico pueblo de la costa, en donde la gente se reúne en la plaza central a hablar y a tomarse uno que otro trago.
Cada uno de nosotros fue en búsqueda de su historia; detrás de médicos tradicionales, tambores, cimarrones, peinados y futuras leyendas del boxeo transcurrió nuestro día. Daniel, por su parte, logró una entrevista con uno de los personajes más emblemáticos de la música palenquera: Rafael Cassiani Cassiani, director del Sexteto Tabalá. El maestro contó un poco sobre la cultura musical de Palenque y al final de la entrevista terminó cantando para el equipo. Fue todo un honor. Nuestro día siguió sin ningún imprevisto, llenándonos y empapándonos cada vez más de la historia y la cultura ancestral de Palenque. Al final del día, cuando nos reunimos a comer y comentamos cómo había sido nuestro día.
DÍA SEIS: DESAYUNOS+PEINADOS+LAS LUCIÉRNAGAS DE PALENQUE
Luego de desayunar arepa de huevo los reporteros iniciaron su trabajo de campo. María Isabel y Andrés se dedicaron toda la mañana a hablar con algunos de los principales líderes políticos de la comunidad. Mientras tanto Natalia y Joaquín aprendieron a hacer cocadas, una de las principales actividades económicas de San Basilio de Palenque. Por su parte Laura entrevisto a Keyla, la peinadora palenquera más reconocida, quien más tarde peinó a Paola con un diseño que se llama flor de papaya.
Maria Ximena entrevistó a la señora que por muchos años se encargó de la mayoría de los partos, incluyendo los de sus propios hijos. Al terminar las actividades de reportería se reunieron todos en la plaza para disfrutar de las fiestas patriarcales típicas de Palenque que empezaron desde por la tarde. Se quedaron hasta las 7 de la noche escuchando la música y viendo las cabalgatas, para después devolverse iluminados por la luz de las estrellas y de las luciérnagas
DÍA SIETE: ÚLTIMO DÍA+FIESTAS DE SAN BASILIO+EL MURCIÉLAGO QUE NADIE INVITÓ
Nos levantamos a las 8:30 am. Bueno, quizás eran las 9:00 am, pero eso ya no importaba mucho. Hoy fue el último día en Palenque y esto se podía ver en nuestra expresión de conformidad ante el hecho de bañarnos con totuma. Ya ni siquiera fruncimos el ceño al escuchar que no hay agua, estamos relacionados con la totuma y somos expertos en todas sus técnicas. Mientras que todos alistábamos la maleta para despedirnos de Palenque, los palenqueros se preparaban para su primer día de festejo, corraleja y picó. Las fiestas de San Basilio comenzaban hoy y era seguro que después de las 3:00 pm nadie iba a lograr una entrevista, por eso tocaba apurarse.
La mañana fue muy productiva a pesar de trabajar bajo el sol de mediodía y cargando trípodes, cámaras, libretas y grabadoras. Laura entrevistó a todas las fuentes que le hacían falta, Andrés y Maria Isabel fueron a fundación Semana, Ximena terminó de entrevistar a los médicos y a la altura de las 3:30 pm todos habíamos terminado la reportería en San Basilio de Palenque.
A eso de las cuatro de la tarde todos estábamos (una vez más) recostados en las hamacas. Daniel, Natalia, Jose, Paola y Felipe esperaban el taxi que los recogería para ir a Cartagena. El taxi llegó con una hora de retraso y ellos dijeron adiós dejando cinco camas libres. Menos mal, porque más tarde tendríamos nuevos inquilinos. Lina, Andrés y Laura fueron a San Basilio a mirar cómo se festejaba. Vieron que todas las niñas estaban vestidas de blanco y que sostenían velas blancas que iluminaban la llegada de la noche. Cuando volvieron, hicimos una reunión en la que discutimos sobre las preguntas que planteaban cada uno de nuestros temas de manera más global. También aprendimos que no todo el material de reportería debe ser mostrado en el producto final, por el contrario, se debe realizar un proceso de selección para escoger qué voces representan la historia de manera más significativa.
Por último, hablamos de las experiencias en Palenque mientras nos tomábamos unas cervezas. En esas descubrimos un murciélago en nuestro cuarto y llegaron los nuevos huéspedes de la casa. A ellos tampoco les dijeron que se había ido el agua. Es nuestra última noche en San Basilio de Palenque, nos quedan los mejores recuerdos y anécdotas de este lugar. Salimos para Cartagena en unas seis horas. Nadie se va a bañar mañana.