No hay mejor receta para un buen reportaje que la mezcla de un periodista y su libreta en el lugar de los hechos. Estar ahí es una herramienta infalible y una experiencia única para quienes les gusta la reportería. Bajo esta premisa, el CEPER abrió, por segunda vez, el curso Periodismo en Terreno como parte de la Opción en periodismo. En esta ocasión, diez estudiantes empacaron maletas y salieron rumbo a San Carlos, Antioquia (un pueblo que vivió los horrores de la guerra colombiana) y a Medellín, capital antioqueña.
Cargados de equipos y listos para reportear historias de campo y de ciudad, en Cerosetenta les pusimos una tarea mas a estos reporteros: contarnos, por medio de tweets, todos y cada uno de sus avances, problemas, dudas y conclusiones que se les aparezcan en su proceso de trabajo de campo. ¿El plan? Vivir con ellos, y en tiempo real, el proceso de reportería, producción, escritura y edición de sus historias.
Esos tweets quedarán registrados en esta línea de tiempo. Ademas, se han comprometido a enviarnos un pequeño resumen de su día a día. La idea es que todos seamos parte de el proceso de escritura de estas historias, así que si quiere decirle algo a nuestros reporteros, hacer preguntas o sugerencias, simplemente trine usando el HashTag #insitu2012 y sea parte de este equipo.
[09.06.12] Día uno: Vuelo + bus + curvas + preguntas + parque
Del Puente Aéreo al aeropuerto José María Córdova de Rio Negro: tiempo aproximado de vuelo, 30 minutos.
Los primeros estudiantes, Andrés y Stephany, llegaron al Valle de Aburráa las 7:30 de la mañana, y la última, Carolina, llegó sobre la 1:00 de la tarde.
Las 5 horas de espera fueron compensadas en Guatapé, con un almuerzo típico frente al embalse. Los 13 viajeros deleitamos truchas y frijoles, patacones, plátanos maduros, arroz y yuca que pasamos con las gaseosas típicas de pueblo, Uva Postobón y Pepsi en botella de vidrio de 350 ml.
A ritmo de Salsa viajamos con Don Hernando los 85 kilométros de curvas hasta llegar al municipio de San Carlos. Algunos mareados, otros dopados con Mareol, y otros durmiendo la trasnochada del viernes en Bogotá. Otros, como Andrés y Eduardo, jugaron “Quien quiere ser millonario” en el Ipad y mantuvieron la atención del público viajero preguntando la capital de un país en el Este de Europa, la moneda de un país en el sur de Asia y otras preguntas corchadoras.
A las 5 de la tarde llegamos al hotel “la Costica Dulce”, en pleno Parque Principal, frente a la Iglesia. Nos repartimos en 7 habitaciones, dejamos las maletas y empezamos a rondar el pueblo que prendía sus rockolas para la parranda de sábado en la noche.
[10.06.12] Día dos: Ralato + curiosidad + asombro + reporteria + calor
9am, desayuno colectivo y visita al Centro de Emprendimiento Unidos por San Carlos.
Somos 13 forasteros en un pueblo paisa. Llevamos gorros, tenemos la piel cubierta de protector solar y de los hombros cuelgan cámaras, maletas y libretas.
Eran las 10:00 de la mañana cuando llegamos a la antigua «casita del terror» guiados por Pastora, una de las líderes y víctimas del pueblo.
Como nietos escuchando a un abuelo, nos sentamos rodeandola y oímos atentos su relato. Nos imaginamos la sevicia, el dolor y el valor de los vecinos. Recordamos aquellos tiempos tan duros y reflexionamos sobre los proyectos paz y reconciliación. Con la camisa de periodistas le preguntamos por fuentes, le pedimos compartir su libretas de teléfonos y a las 12 del medio día, bajo un sol canicular, los reporteros se dispersaron en busca de más relatos. En las veredas, en el billar, en la casa de la cultura, en el restaurante, en la emisora de radio, en la escuela, en la iglesia…
[11.06.12] Día tres: Charcos + Circo militar
Luego de una mañana de reportería intensa abrimos el espacio para una parada obligada en San Carlos: Los charcos. Atravesamos el pueblo a pie, y preguntando a los lugareños llegamos al sendero de uno de los paraísos terrenales de nuestro territorio nacional ignorado por mucho tiempo debido a la violencia. Rocas y agua de diferentes colores nos regalaban placer óptico. El aire puro renovaba nuestros pulmones y el canto de las aves sobre el fondo de las cascadas dejaba a la sinfónica en pañales. Caminamos a lo más alto, a la cascada desde donde los lanceros podrían entrenar sus saltos desde las alturas. Solo uno del grupo se arriesgó a dar el salto pero no pudo registrarse en video por problemas de luminosidad. El salto duró varios segundos mientras el grupo, en la planta baja, esperaba porque no hubiera un accidente. No hubo muerto. Pero el mismo sujeto, después de saltar desde lo más alto y salir ileso, se lanzó de clavado desde dos metros de altura y el tejido epitelial de su hombro derecho sufrió uno que otro estrago. El precio de la adrenalina. De bajada se tomaron fotos del increíble paisaje y docenas de marañones se volvieron parte de nuestro equipaje. Una tarde para nunca olvidar.
5:30pm: todos cansados. Alberto descubrió el circo que se encontraba en el pueblo. Vacilamos. Al final la curiosidad pudo más y salimos corriendo a ver de qué se trataba. Una inmensa carpa tricolor atiborrada de soldados, civiles y algodón de azúcar nos abrió sus puertas.
Ya adentro, y apoyados en la arena del polideportivo, disfrutamos de las piruetas entre fuego de los “Hombres de Acero” (compañía circense de las Fuerzas Militares de Colombia) las cuales, de paso por el municipio, cambiaron aquel silencio que una vez invadió estas calles por estruendosas risas que, poco a poco, ahuyentan más y más lejos la sombra de la violencia.
Luego de chistes, malabares y bailes exóticos (con oso de reportero Uniandino incluido) el payaso de la compañía, zapato a zapato, volvía a su realidad y con ella a la de todos: adiós a la máscara y de vuelta al ruedo; tanto ellos como nosotros.
[12.06.12] Día cuatro: Preguntas finales + regreso + trancón + metro + Medellín
Después de un fin de semana de puente, los sancarlitanos regresaron a sus trabajos. Para muchos de los reporteros ver al pueblo sin tantos turistas y en su cotidianidad fue muy útil para hacer sus últimas entrevistas y averiguaciones. San Carlos podría pasar por cualquier otro pueblo colombiano pero los reporteros pudimos ver que detrás de cada conversación la memoria de una violencia indiscriminada estaba presente.
De regreso dejamos detrás una idea muy diferente a la que traíamos de Bogotá. Todos con las memorias de nuestras grabadoras y cámaras llenas de material y con mucho trabajo por hacer para contar nuestras historias.
Dejamos poco a poco las montañas del oriente antioqueño para de nuevo almorzar frente al embalse de Guatapé. El agua marcó todo el camino de regreso hasta que nos encontramos con el rio Medellín en medio de una ciudad llena de carros que veía llover. El metro pasaba por encima de nosotros dejando nuestra van atrás avanzando lentamente.
Llegamos al hotel Casa Ram en el barrio El Poblado. Compartimos un cuarto lleno de camarotes dónde pasaremos los próximos días. Ahora nos espera una ciudad de dos y medio millones de personas y con mucha información por encontrar.
[12.06.12] Día cinco: Biblioteca Belén + Pies descalzos + Casa de la memoria + Hip Hop en la 13 + Tango
12:01. “De donde son los cantantes”
En el eslabón perdido, recibimos el día. Al son de la salsa empezó otro día de reportería en Medellín. Aunque al final a muchos el eslabón que se les perdió fue el hostal.
8:30. Pocas horas de sueño. Los ronquidos, el frío y la salsa, no nos dejaron madrugar. Mientras tanto Medellín se levantaba gris, vestida con nubes, con sueño, como nosotros.
Primera parada, Biblioteca Belén. En el bus, cuando caminábamos, cuando conocíamos, nos seguíamos preguntando “de donde serán, serán de la Habana”. Nos preguntábamos también de donde saldrán tantas ideas para transformar Medellín.
Un espejo de agua, una mezcla entre la arquitectura colonial paisa y la arquitectura japonesa, una biblioteca donde hablar o conversar no es un delito, una cara amable donde antes se solía torturar.
Luego, Metroplus. Los articulados nos llevarían a nuestro segundo destino, el parque de los pies descalzos. Logramos llegar, así nuestro guía se hubiese perdido. Almorzamos, conocimos, nos sorprendimos, partimos.
Casa de la memoria. En construcción, siempre en construcción, igual que la memoria, así encontramos el museo. Juan Posada, arquitecto del museo, nos dio un recorrido por la casa de la memoria. Nos explicó, además de convencernos más, de la importancia de “construir para recordar”.
Los reporteros se separan
“Son de la loma y cantan en llano” y ya están, en Medellín, pero van rapeando. Estos nuevos trovadores paisas, quieren cambiar su ciudad apunta de rimas. Los “cronistas de Medellín”, como se define Jeihhco, rapero de Medellín, se han convertido en un ejemplo de vida, su música es un alivio para muchos más.
Cambalache
Medellín también es tango. Es el recuerdo de Gardel. El bar de Homero Manzi, emblema del tango, fue el escenario para empezar la ruta del tango. Una copa de vino y el ritmo argentino, que se convirtió en paisa, nos abrieron las puertas para muchas historias que tienen sonido de arrabal.
[14.06.12] Día seis: Crisis + Consejo editorial en el metro + transporte público
Comienzo de día con crisis de la mitad de los reporteros por no tener claras sus historias. Confusión para ellos, calma para los que ya tenían sus historias encontradas. En el desayuno y en el metro las ideas se decantaron y salimos a buscar los personajes.
Las tangueras al Homero Manzi, Felipe a encontrarse con Jeihhco, Alberto a visitar las escaleras eléctricas de la Comuna 13 en el sendero de las independencias, Stefhanny a la biblioteca Belén a encontrarse con los Otakus, Andrés a encontrar la resistencia presente en el arte, Eduardo a la Comuna 13 a investigar sobre la operación Orión, Manuel y Juan Pablo a las bibliotecas España y San Javier, y Juana a empaparme de las historias de las víctimas para después oír las de los victimarios.
Largo día para todos que cogimos buses, metros, cable metro, taxi y metroplus en busca de las historias que a las ocho de la noche se discutieron en el consejo de redacción.
[15.06.12] Día siete: Tango + Calle Junín + Homero Manzi + Plaza Mayor + Corporación Región + CEPAR
Medellín nos despertó, sorpresivamente, con un día soleado. Para muchos, el viernes era el último momento para hacer reportería: cada segundo era valioso. Como de costumbre nos separamos después del desayuno y cada uno se fue a recorrer la ciudad buscando dar con la estocada final para sus historias. Hemos recorrido esta ciudad de formas diferentes: cada uno ha intentado conocer una cara distinta de Medellín.
Cuidad multifacética:
Ciudad Tanguera: Laura y Carolina fueron al Salón Versalles, un cafetín clásico de los años 60 en el que se respira nostalgia. Ahí entrevistaron a Leonardo Nieto: “El Mecenas” del tango paisa. Seguido de esto fueron al Homero Manzi, lugar que para ese entonces, ya era su refugio cotidiano. Ahí conocimos al grupo de Tangueros Letrados, unos intelectuales que su pasión por la tradición gardeliana se ha convertido en una devoción, en un modo de vida. Ellos nos llevaron a una conferencia en la casa de “La Dama del Tango”, una mujer que por su hermosa voz se ha vuelto famosa en la comunidad tanguera.
Cuidad de Desarrollo: Juan Pablo y Alberto se dirigieron a la Plaza Mayor a entrevistar a Gloria López Lopera, gerente de gestión social del EDU. Ella les contó que los proyectos urbanísticos de la ciudad eran liderados por las comunidades con el objetivo de que se creara un sentido de pertenencia. En el caso particular de las escalaras eléctricas que se instauraron en la comuna 13 como parte del sistema de transporte público, la directora les informó que la idea había surgido en un “taller de imaginarios” con la comunidad. Por esta razón, desde el comienzo los miembros de la comuna se apoderan del proyecto, lo sienten suyo y lo cuidan.
Cuidad de Desmovilizados: Juana visitó el CEPAR, un centro de validación del Estado para los los desmovilizados. Ahí habló con un desmovilizado de las Autodefensas que hoy en día es profesor del CEPAR. Según Juana, lo más interesante fue ver el conflicto desde la perspectiva de los desmovilizados quienes la sociedad siempre mira con sospecha por miedo a la reincidencia.
Ciudad de Memoria: Eduardo visitó la Corporación Región y entrevistó a Sandra quien le contó sobre la Operación Orión y La Escombrera. Su idea, según me explicó, fue indagar qué había sido Orión, cómo se estaba recordando en la actualidad y si era posible que semejante desbordamiento de violencia se repitiera.
Ciudad Nocturna: Después de la extensiva reportería y a pesar de la fatiga acumulada de la semana, todos nos reunimos en el bar “La Octavia” para festejar los logros de la semana. Para muchos, incluyendo al profesor Mauricio Builes, esa era la última noche en la ciudad y por eso se merecía una despedida memorable. En ese bar, cerca al parque Lleras, experimentamos la vida nocturna en Medellín: una cara que no podíamos olvidar ni dejar de conocer.