En Planadas el café une a guerrilleros y campesinos
En la cuna de las Farc, y en una región que controló esta guerrilla por décadas, la población espera que los guerrilleros sean muy pronto sus colegas en los campos.
Hay que andar dos horas por una trocha que parece interminable. Luego de atravesar caminos rodeados de cafetales y montañas de todos los verdes aparece la bomba de gasolina que anuncia la llegada a Planadas. Este municipio, al sur de Tolima, vivió por años la guerra entre el Estado y las Farc. Así vivieron en Planadas, y así han logrado sacar los mejores bultos de café del país.
El frente 21 de la guerrilla se volvió un vecino común para ellos. Por años, como cuentan en el pueblo, eran los que impartían justicia, los que ‘orientaban’ para ver por qué candidato a la alcaldía debían votar y los que mantenían la región ‘segura’. Segura de que no entraran otros actores armados.
Tan seguros se sentían que allá ganó el No en el plebiscito, pero no porque no estuvieran de acuerdo con lo pactado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla.
“Aquí ganó el No porque ellos eran los que nos prestaban la seguridad. Si se iban a concentrar, pues la gente de aquí pensó que corría el riesgo de quedar en manos del Estado, que es igual que quedar en manos de nada”, dice la concejal Leonoricel Villamil.
Unos 180 guerrilleros de ese frente se concentraron en la vereda El Oso, del corregimiento de Gaitania, a unos cuarenta minutos de Planadas. Las esperanzas de este municipio están puestas en que cuando salgan, los desmovilizados se sumen al proyecto cafetero, se pongan a cultivar el grano y a hacer parte de las asociaciones cafeteras de allí.
Si nosotros logramos quedarnos aquí en la Zona Veredal vamos a poder concretar proyectos para arreglar las carreteras, que son fundamentales para poder sacar nuestros productos y que el campesino de aquí gane mejor. Eso es seguridad alimentaria
Los campesinos se ven dispuestos a que la agricultura crezca y mejore de la mano de las Farc. La guerrilla también quiere aliarse con ellos para arrancar a hacer los proyectos productivos. Proyectos para los que cada guerrillero va a recibir ocho millones de pesos apenas salga de la zona veredal.
Con esa plata, más el conocimiento que las Farc tiene de ese campo inexplorado que por muchos años los campesinos no caminaron por la guerra, las asociaciones caficultoras de la región y la guerrilla están pensando en un gana-gana.
Por un lado, los campesinos son conscientes de que si alguien se ha caminado y se conoce el campo bien son las Farc. Pero también tienen muy claro que si los desmovilizados quieren tener un futuro político en la región, van a necesitar la mano de los campesinos.
“Si ellos no hacen alianzas con las asociaciones y se lanzan solos como Ecomún van a quedar marcados como la cooperativa de la guerrilla. Con nosotros pueden aprender lo que sabemos y nosotros también ver qué idea de modernización del campo han pensado todos estos años”, dijo Camilo Enciso, gerente de la Asociación de Productores Ecológicos de Planadas, la asociación de caficultores más grande del municipio con más de 200 familias asociadas.
Enciso asegura que él mismo ha subido a hablar con los guerrilleros a proponerles que se asocien cuando terminen de dejar las armas.
“Aquí hay mano de obra para todos. Si ellos quieren ayudar, pues bienvenidos”, dice Óscar Suárez, un cafetero que todavía se acuerda de que eran tantas las balas que oyó de chiquito, que a veces hasta las confundía con fuegos pirotécnicos.
Si las Farc terminan aliándose con asociaciones como la de Enciso, eso podría significar un aumento en la producción de café en la región.
Una región que vive en buena medida el cultivo de café y también de cacao, aguacate, caña panelera, plátano y mora. Pero sobre todo café.
070 Rewcomienda
Un artículo de Verdad Abierto sobre los orígenes de las Farc en Marquetalia, en el corregimiento de la Gaitania, municipio de Planadas en Tolima.
Desde la visión de las Farc, aliarse con las cooperativas locales también es una forma de lograr lo que para ellos es la seguridad alimentaria.
“Si nosotros logramos quedarnos aquí en la Zona Veredal vamos a poder concretar proyectos para arreglar las carreteras, que son fundamentales para poder sacar nuestros productos y que el campesino de aquí gane mejor. Eso es seguridad alimentaria”, dijo un integrante de las Farc que estaba en la zona ‘La Nueva Marquetalia’ de Planadas.
Aparte de la agricultura, otra idea que tiene Enciso y que según él ya le ha planteado a varias familias en Planadas es que algunos desmovilizados se vuelvan guías turísticos de las miles de hectáreas en las que las Farc duraron años escondidas disparándole al Ejército, y que ahora se pueden volver un corredor turístico para visitar el nevado del Huila.
*Juanita Vélez es periodista y politóloga de la Universidad Javeriana. Es editora de la Silla Sur de la Silla Vacía.