El instituto que apoya financieramente a los estudiantes colombianos se ha convertido en una pesadilla económica para muchos de ellos. Lo que tenían que pagar se ha multiplicado, y hace un año, cuando denunciaron públicamente, el Icetex los censuró. Una columnista de la Fundación para la libertad de prensa denuncia un año de censura a los afectados.
¿Será que el Icetex está armando fiesta? Andrés Eduardo Vásquez, su presidente, podría estar alistando bombas y serpetinas para luego repartir ponqué. ¿Cuál sería el motivo del festejo? Este mes el Icetex celebra el primer año de censura al sitio web de la Asociación de Usuarios de Créditos Educativos (ACUPE). Los invitados de honor podrían ser el Ministerio de Educación y la Procuraduría General de la Nación, quienes han hecho aportes vitales para la consecución del gran logro. Otros invitados destacados serían el Ministerio TIC y la Fiscalía.
Para entender el motivo de la celebración hay que irse un año atrás. ACUPE es una organización que denuncia decenas de casos de estudiantes que han visto cómo las tasas de interés de los créditos de Icetex han hecho que sus deudas se multipliquen, haciéndose casi impagables. Casos como el de esta tuitera que denuncia que pidió prestados $9.459.000, pagó $11.321.000, pero aún debe $7.976.000. Existen denuncias de casos más dramáticos, donde las deudas multiplicadas alcanzan las decenas de millones.
La defensa de Icetex: los estudiantes incumplen el pago de sus cuotas. Sin embargo, es difícil respaldar que esta entidad, creada para facilitar el acceso de los estudiantes colombianos a la educación superior, arme negocio capitalizando intereses de las deudas de los estudiantes que tienen dificultad para cumplir con sus cuotas de pago.
Hace su entrada www.icetextearruina.com. Este sitio fue creado por ACUPE para denunciar esta clase de casos y para prestar apoyo a las víctimas de Icetex. En marzo de 2016, los usuarios del sitio entraron para darse cuenta de que éste estaba «temporalmente no disponible».
Resulta que Icetex, a través de su entonces Secretaria General, Nora Alejandra Muñoz, envió una solicitud a GoDaddy (empresa gringa que prestaba el servicio de alojamiento del sitio web), diciendo que la página estaba haciendo un uso no autorizado de la marca «Icetex» y que, por lo tanto, tenía que ser bloqueada. Eso es como si tocara pedirle permiso a una entidad (cualquiera: la Cancillería, la ONU, Coca Cola, Odebrecht…) para usar su nombre para poder criticarla.
GoDaddy accedió a la petición, obligado por una cuestionable ley gringa que exige a los intermediarios de Internet bloquear contenidos cuando alguien alegue violaciones a marcas o derechos de autor, sin necesidad de pruebas (ley que el gobierno colombiano ha tratado, infructuosamente, de replicar en Colombia. ¿Les suena la «Ley Lleras»?). Sin embargo, más cuestionable que la ley gringa, es la actuación de Icetex, que se ampara en ella para censurar un sitio que lo critica cuando, evidentemente, no se está haciendo un uso ilegal de la marca. A la fecha de hoy, el sitio sigue bloqueado.
Y aquí es donde se empiezan a pasar la pelota, o mejor, a repartir la torta de la fiesta varias entidades del Estado. Recordemos que Icetex es una entidad dependiente del Ministerio de Educación. ¿Qué hizo la entonces Ministra Gina Parody o qué ha hecho Yaneth Giha para detener la censura? Nada.
En aquel entonces, la FLIP denunció el caso y solicitó a la Procuraduría General de la Nación que investigara si con su actuación los funcionarios del Icetex incurrieron en alguna falta disciplinaria o penal. ¿Qué respondió la Procuraduría? Que eso no les incumbía, que era un asunto del Ministerio TIC.
Y sigue rodando la torta. ¿Qué dijo el Min. TIC? Que no, que eso era de la Fiscalía. ¿Y la Fiscalía? A la fecha, nada.
¿Qué tenemos entonces? Ha pasado un año y el sitio sigue bloqueado. Los ciudadanos tienen restringido el acceso a los casos denunciados y las víctimas menos canales para informarse y para obtener ayuda. Y en el Estado, nadie responde.
Les dejo por aquí estas marquitas, con fin meramente ilustrativo (para nada retador), para que conozcan mejor a las entidades que bailan en la fiesta de hoy, y con la esperanza de que no vayan a alegar uso indebido de marcas para bloquear esta página.