El juego de este sábado en Belo Horizonte, además de ser un partido clave para ambas selecciones, nos presentó un duelo entre dos sorprendentes atacantes: Victor Ibarbo y Kostantinos Mitroglu, «Kostas». Uno siendo un volante ofensivo con una potencia increíble, velocidad y técnica; el otro un «9» de manual, con buen desmarque, velocidad y definición impecable. Ambos tienen muchas cosas en común, un rápido ascenso en el panorama futbolístico, la ilusión de jugar su primer mundial, buen juego aéreo y sobretodo, mucho gol.
Round 1: De Tumaco a Belo Horizonte
El joven nariñense no se cansa de gambetear, de llevarse a los defensores en velocidad, de mostrar su potencia en todos los partidos y mucho menos, de meter goles en el Cagliari italiano. Nació el 19 de Mayo de 1990 en Tumaco – municipio que exporta futbolistas como pan caliente- y cada semana demuestra que el nombre que le pusieron sus padres no le hace honor a su rendimiento en la cancha: Segundo Victor Ibarbo Guerrero.
Dio sus primeros pasos en las divisiones inferiores del Deportivo Pereira, lo que le sirvió para llegar en el 2006 al Atlético Nacional, donde poco a poco se hizo un lugar en el 11 titular del Sachi Escobar. Debido a sus enormes actuaciones -especialmente en la temporada 2010/2011- el Cagliari italiano lo contrató con el objetivo de tener un jugador joven de recambio, es decir, que saliera del banco en los partidos cerrados. Sin embargo, fue en Italia donde Ibarbo dejó de mostrar destellos de futura estrella y se convirtió en un crack, que incluso es considerado por un tal Chicho Serna como «el heredero de Freddy Rincón.»
El volante terminó ganándose otra vez, un puesto en la titular, anotando goles importantes y dejando su sello en cada jugada. En un fútbol tan defensivo y tosco, ha llamado la atención de todos con su juego vistoso, galopando a través de largas zancadas hasta la línea final y demostrando una fuerza física y un disparo temible.
Cuando digo que llamó la atención de todos me refiero a todos, incluyendo al entrenador argentino de la selección Colombia José Néstor Pékerman. Aquí es donde surge la singularidad del caso Ibarbo. Pékerman convocó al volante nariñense para los amistosos ante Holanda y Bélgica, jugados a finales del año pasado, a pesar de no haber sido parte de las eliminatorias, de nunca haber sido convocado por el estratega y de ser ajeno al proceso realizado por la selección. Ibarbo como siempre, se volvió a ganar el puesto. Jugó esos minutos como un guerrero, desbordó, hizo gol ante Bélgica, encaró y pasó de ser un joven prometedor a uno de los 23 convocados para ir al mundial.
Round 2: La Odisea
El heleno, nacido en Kavala el 12 de marzo de 1988, vivió desde niño en Alemania, donde se educó futbolísticamente. Mitroglu estuvo en los equipos infantiles del humilde Neukirchen y su promedio de gol en los torneos de la liga regional, 1,4 goles por partido, hizo que el Duisburgo se fijara en él y luego lo transfiriera al Borussia Mönchengladbach. Allí, él marcó 14 anotaciones en 10 partidos en su primera temporada en la Bundesliga de 2006. Después de ser figura en la selección Sub-19 griega fue comprado por el Olympiacos de Grecia. Allí, Si bien es dicho que «nadie es profeta en su tierra», Kostas tuvo actuaciones descomunales. Después de tres años teniendo pocos minutos de juego y un mal desempeño, y otros dos años cedido a equipos pequeños de Grecia, el 2013 sería el mejor año del ariete. Kostas se convirtió en un «9» temible, por su juego aéreo, por su zurda, por su velocidad, por su disparo, e incluso finalizó el año siendo el segundo goleador en Europa después de Cristiano Ronaldo y por encima de Zlatan Ibrahimovic. Anotó 23 goles en 23 partidos y su nombre empezó a tener fuerza en las agendas de varios grandes equipos europeos. Pero tomó una decisión sorprendente, se fue al modesto Fulham —que peleaba por no descender—, tal vez en busca de más minutos de juego.
El caso de Mitroglu es sorprendente, por como en un año se hizo de un nombre relevante en el contexto futbolístico, y sobretodo, por cómo volvió a desaparecer: jugó tres partidos en 6 meses. Según Felix Magath —técnico alemán del Fulham— esto se debía a que «Mitroglu se acostumbró a jugar en un equipo grande de una liga chica, nosotros somos un equipo chico de una liga grande, él no se compromete a defender». Sin embargo, debido al casi inminente descenso los aficionados pedían a gritos una salvación. Goles. Pedían a Kostas Mitroglu, pero una constante molestia en la rodilla le impidió jugar. Y el Fulham descendió.
Sin embargo, en su selección la historia fue otra. A diferencia del 2010, donde quedó a portas de entrar en los convocados al Mundial de Sudáfrica. Esta vez en la selección su papel fue determinante, ya que siguió demostrando su nivel, al ser el héroe ante Rumania en el repechaje anotando dos goles y dándole el cupo a Grecia para Brasil 2014.
Ultimo Round
Finalmente llegó el día. Ambos se encontrarían en Belo Horizonte defendiendo los colores de su selección. La batalla entre el heleno y el criollo empezaba. Y de entrada el de Tumaco ganaba la primera contienda. Tal vez por la ausencia de Falcao, o tal vez por el juego tosco de Grecia, donde se necesitaban jugadores explosivos, regateadores. Tal vez porque es un jugador distinto que puede ofrecer cosas que ningún otro jugador en la selección puede, pero Ibarbo empezaba de titular mientras Kostas lo observaba desde el banco.
El tumaqueño no decepcionó. Si bien no tuvo tanto contacto con el balón (21 pases realizados) fue un jugador bastante peligroso. Le dio profundidad al juego con dos escapadas en el primer tiempo hacia la línea final –como es característico en él- y demostrando que su velocidad no significa ausencia de fuerza (perdiendo solo una vez el balón en forcejeo cuerpo a cuerpo y ganándolo tres veces). Ya que su contendiente heleno no ingresó al campo en el primer tiempo Ibarbo ganó la primera batalla.
En el segundo tiempo fue aún mas impresionante lo que hizo el nariñense de 24 años, demostrando una nueva faceta suya, la defensiva, mostrando sacrificio y el oficio aprendido en el Calcio, bajó a defender, a incomodar a los rivales, llegó a ocupar la posición de lateral para cubrir a Arias y recuperó tres balones en esta faceta. Sin embargo, en el segundo tiempo entraría el temido Kostas, con pretensiones de cambiar el marcador y demostrar su calidad de «Killer».
Al minuto 64 Gekas abandonó el campo para cederle su puesto al «9» griego, Mitroglu, quien buscó inmediatamente su zona de confort: el área. Sin embargo, el balón no llegó, tuvo que bajar al medio campo para tener contacto con el esférico (10 pases realizados) y solo pudo realizar un tiro al arco, viendo impotente como la selección cafetera, de su contendiente criollo, les pasaba por encima por tres goles. Tal vez Kostas tenga revancha, tal vez vuelva a demostrar que es un delantero de élite, pero su rendimiento y el de toda su selección es acorde a una tragedia griega. El combate, entre el criollo y el heleno, tuvo un ganador evidente. Quien despertó elogios de jugadores emblema como Chicho Serna, el Pibe Valderrama y el Patrón Bermúdez, todos afirmando que es el Freddy Rincón de esta generación, y quien sabe, si el tumaqueño sigue así tal vez en 20 años estaremos buscando quien sea el segundo Victor Ibarbo Guerrero.
* Miguel Ángel Díaz es estudiante de Ciencia Política. Esta historia se hizo en el marco de la clase Fútbol, periodismo y cultura.