El periodista americano Jon Lee Anderson ha dedicado muchas páginas a Hugo Chávez Frías. The Revolutionary, publicado en 2001, es un perfil definitivo para entender al expresidente venezolano. Ayer, 5 de marzo de 2013, Lee Anderson publicó Postscript: Hugo Chávez, 1954-2013, en el que asegura que Chávez fue uno de los líderes más extravagantemente provocadores de los últimos años. Otro texto cuya lectura es clave para entender al ex presidente es Slumlord, publicado a principios de este año. Pero hoy queremos recomendar otra nota de Jon Lee Anderson sobre Chávez, también publicada en The New Yorker: Fidel’s Heir. La nota tiene una característica principal: su fecha de publicación. En el 2008 Chávez había dejado de ser esa difusa promesa revolucionaria de los primeros años. Su poder estaba en la cúspide, despertando la devoción de muchos y el desprecio de otros. Fue el momento en el que aprovechó el empoderamiento basado en la venta de petróleo para influir sobre la política internacional y tomar sus polémicas decisiones sobre la política interna de su país. Más que un perfil, esta nota es un poderoso reportaje sobre la Venezuela que gobernó Chávez.
En el 2009, en el Festival de Cine de Venecia, se estrenó South of Border, el documental del director Oliver Stone (JFK, Natural Born Killers, Wall Street: Money Never Sleeps). Esta cinta, que causó todo tipo de reacciones en el público y la crítica, tiene como protagonista innegable a Hugo Chávez. A través de entrevistas al comandante Chávez, y a otros líderes latinoamericanos de izquierda (por no decir que a todos), Stone hace una radiografía clara de la situación política del continente y de los antecedentes sociales y políticos a la llegada de todos los presidentes electos bajo la bandera de una nueva izquierda latinoamericana. Pero dos cosas se deben decir de la cinta. La primera es que si bien Oliver Stone ha demostrado una y otra vez sus capacidades como director, queda claro que no es un gran documentalista. South of Border agoniza por su manufactura y ausencia de cualquier intención cinematográfica. Y segundo: Stone no es un perdiodista, y este no es un reportaje periodístico. La cinta es esencialmente un homenaje a Chávez, por momentos incluso desmedido y casi inocente.
En 1999, Hugo Chávez y Gabriel Garcia Márquez dejaron a Fidel Castro y a Andres Pastrana en La Habana. Tomaron un vuelo con destino a Caracas. En el trayecto Gabo conversó con el último presidente venezolano y quedó en crisis existencial. No sabe si charló con el dictador que conoce por los medios o con la persona amable que le muestra, con anécdotas, su rostro humano. La intimidad de Chávez, sus inicios revolucionarios y sus ideales para el pueblo quedaron expuestos este texto –republicado hoy por la Revista Anfibia– del más afamado escritor colombiano. Sin lugar a dudas un texto homenaje a la muerte de un líder como pocos, polémico como muchos y político como todos.
Descrito como un viaje cinematográfico por la sombras de Caracas, Capitolio es sin duda uno de los acercamientos más originales para entender la Venezuela de Chávez. Este ensayo fotográfico, convertido hace cuatro años en libro, sobrepasa la categoría de fotoperiodismo y se acerca a la de foto arte. Si bien en la página de Magnum puede verse una galería de la fotos que componen el libro, creemos que la mejor forma de ver este trabajo es en su versión multimedia.