Alejandra de Vengoechea
Periodista colombiana independiente. Profesora universitaria.
¿Qué dicen los libros sobre la derecha?
La Biblioteca Nacional, en Bogotá, fundada en 1777, es el lugar donde se archivan todos los libros publicados en este país. Al consultar bibliografía disponible sobre la derecha en Colombia apareció una sola referencia: “Derecha e izquierda en Colombia 1920-1936. Estudio de los imaginarios políticos”, tesis de grado escrita en 2010 para la Universidad de Medellín por el historiador Carlos A. Flórez.
¿Qué dice?
Las décadas estudiadas (1920-1936) fueron determinadas por dos acontecimientos centrales: el quiebre de la hegemonía conservadora en 1930, en plena gran depresión mundial, y el ascenso al poder del partido liberal. La Iglesia fue un importante actor y motor político del programa conservador.[1]
El protagonista indudable es Laureano Gómez [2]. Sus decisiones, orientaciones, posiciones trascendieron y marcaron el camino. ¿En qué se basó Gómez[3] para construir su ideología?
En tres hipótesis:
- La sociedad occidental está en crisis por causa del protestantismo religioso.
- Es necesario promover la salvación del hombre a través de su adhesión a la Iglesia Católica.
- Es importante la herencia cultural producida por el imperio español.
¿Cuáles fueron entonces las características con las que nació el conservatismo colombiano?
Según el historiador Javier Ocampo López [4], citado en la tesis de Flórez, estos fueron los rasgos:
- Tradición
- Experiencia histórica
- El orden
- La religión
- La moral
- La estabilidad
- La seguridad
¿Qué se encuentra en la web sobre la derecha?
En Colombia por lo general se asocia a la “izquierda” con la guerrilla y a la “derecha” con el establecimiento. “La estigmatización recíproca es intensa y la posibilidad de entablar debates sustantivos o enriquecedores sobre otros asuntos es muy limitada”, dice la politóloga Laura Wills.
La política de Colombia se ha caracterizado, a lo largo de su historia, por un predominante bipartidismo; siendo de los pocos países latinoamericanos donde el Partido Liberal y el Partido Conservador sobrevivieron como agrupaciones hegemónicas hasta siglo XX y con vigencia aún en el siglo XXI.
Congreso Visible, proyecto del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes para el seguimiento y análisis permanentes del Congreso de la República, tienen cuatro criterios para identificar a los partidos: su apoyo al acuerdo de paz, sus posiciones en materia de política económica, qué dicen sobre temas sociales (como el aborto o la defensa LGBTI) y sus alianzas con partidos políticos de otros países. Sobre la derecha, Alessandro Fava, investigador de esa institución, hizo el siguiente análisis. “Ambos partidos –el Partido Conservador y el Centro Democrático– están en la derecha del espectro político. En el caso del Conservador, es un partido tradicional de derecha clásico. Ellos están aliados con la Unión Demócrata de Centro, que reúne movimientos como los Conservadores Británicos y la Unión Demócrata Cristiana, en Alemania (…) El Centro Democrático está a favor de ideas asociadas a la derecha, como el libre mercado, el apoyo a empresas privadas y la reducción de impuestos. Además, han estado en contra del Acuerdo de Paz”.
¿Qué dice la historia?
Catalina Muñoz Rojas quien es profesora de Historia en la Universidad de los Andes, especialista en historia de Colombia durante el siglo XX, explica la derecha, en este juego de pregunta y respuesta:
¿En qué momento de la historia de Colombia el Partido Conservador gira a la derecha?
Los partidos que conocemos, el Liberal y el Conservador, empiezan a formarse a mediados del siglo 19. Son la misma clase –hombres, blancos, de élite, educados en los mismos lugares– pero con dos visiones del orden social, sobre todo en cuanto al rol de la Iglesia. Los conservadores quieren mantener una alianza con la Iglesia para mantener un Estado social en un país profundamente católico. Los liberales creen que un Estado moderno debe ser laico y sacan a la Iglesia de las instancias de poder y de la educación. El tema religioso está en el centro de la formación de esos dos partidos. No es un tema de diferencias socio-económicas ni regionales. A mediados del siglo XIX, pasamos del liberalismo radical a un giro a la derecha.
¿Cómo?
Durante las Constituciones de 1853 y 1863 están en el poder unos liberales muy radicales incluso a nivel mundial. Quieren, por ejemplo, construir a Colombia como un Estado secular donde hay libertad de cultos, libertad de expresión, donde no hay pena de muerte, donde la gente se puede casar civilmente. Privilegian los derechos individuales. En eso son liberales radicales. Con estos liberales el pueblo venía muy empoderado: hay abolición de la esclavitud, disolución de los resguardos indígenas …. Los negros empiezan a participar en guerras civiles para pedir una ampliación de la libertad porque para ellos el fin de la esclavitud no es igualdad. La igualdad, para ellos, implica tener tierras y trabajos. Empiezan a pedir más. Las élites se asustan y echan reversa.
En la Constitución de 1886 Colombia se conservatizó radicalmente con una Constitución que empezaba diciendo “en el nombre de Dios fuente de toda autoridad”. Una Constitución muy centralista. Los liberales vuelven en 1930 con el discurso que se necesitaba ampliar la ciudadanía y el país. Colombia empieza a tener mucho dinero en buena parte por la exportación cafetera que está en altísima demanda. Va a ser una economía que atrae a ricos y a pobres. Esa transformación económica nos transforma totalmente. Las ciudades crecen, se desarrollan. En 1936 los liberales hacen transformaciones democratizantes. El presidente Alfonso López Pumarejo, por ejemplo, apoya a los sindicatos. Pero las clases populares se van radicalizando a medida que el Partido Liberal no responde a sus necesidades. Se forma el Partido Socialista, luego el Partido Comunista.
En el 1946 vuelven los conservadores al poder con Mariano Ospina. En 1948 el Bogotazo (el asesinato del líder y candidato liberal populista Jorge Eliécer Gaitán, quien posiblemente hubiese sido elegido presidente) tiene un impacto no sólo en Colombia sino en América Latina. Recordemos que estamos en plena Guerra Fría.
Toda América Latina está contra el comunismo y con Estados Unidos. Y ahí hay un giro a la derecha. Nos dicen que la Guerra Fría fue entre Rusia y Estados Unidos. Pero la Guerra Fría aquí en Colombia no fue fría.
Nuestros gobiernos, que tendían a la derecha, empezaron a asociarse con los Estados Unidos para reprimir el comunismo en América Latina lo que significa para nosotros una represión de la movilización social fuertísima. Cualquier reclamo por justicia social es leído como que se nos metió el comunismo.
Ahí empieza el tema de cómo de lo conservador se pasa a la derecha. Nos preciamos de tener la democracia más vieja de América. No es así. Desde 1948, pasando por el Frente Nacional y la Constitución de 1991, hemos tenido un Estado autoritario que limita las libertades civiles a buen pretexto de mantener el orden público. Este es un Estado que ha torturado, que se reserva el derecho de retener gente y matarlos. Eso empieza con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.
¿Qué dice la filosofía?
Una versión distinta tiene la filósofa Catalina González, profesora del departamento de filosofía de la Universidad de los Andes, quien al ser preguntada por la derecha desde la filosofía, nos dice que el origen histórico del pensamiento conservador inicia en el siglo XIX como una reacción a la revolución francesa por dos razones. Primero, porque es una revolución. Hay muchas víctimas, es muy sangrienta. Segundo, es una sociedad de estamentos, donde hay nobleza, y no se quiere renunciar a eso.
En Colombia, en específico, hay tres asuntos –religión, tierra y educación– que dividen en el siglo XIX a liberales y conservadores. Los Conservadores consideran que la religión católica debe ser la oficial y la religión debe, también, ocuparse de la educación de los colombianos porque la Iglesia ha penetrado en el territorio mucho más que el mismo Estado. Los Liberales, por el contrario, consideran que la educación debe ser pública y que el Estado es el que debe ocuparse de la educación –laica– de los colombianos.
Y lo fundamental es la tierra. La institución más importante desde la Colonia en Colombia es el latifundio. Grandes terratenientes, un campesinado pobre sin títulos de posesión de tierra. Los latifundistas conservadores nunca quisieron la emancipación de los esclavos. En el siglo XX, cuando empiezan a aparecer los movimientos marxistas, el problema de la tierra se agudiza porque, por esa defensa del campesinado, por esas reivindicaciones campesinas por la distribución de la tierra, muchos movimientos se convierten en guerrillas. Lo paradójico es que, pese a que tenemos una Constitución Liberal, la de 1991, no se cumple. Siempre termina imperando el statu quo. Colombia es conservadora.
¿Colombia es conservadora?
En la más reciente encuesta de Cifras y Conceptos (Octubre 2020), preguntaron a los encuestados (2.570):
- ¿Con cuál de los siguientes partidos tiene afinidad? 47% respondió no sentirse identificado con ningún partido. 13% dijo sentirse identificado con Centro Democrático (derecha), 12% con Colombia Humana (izquierda) y 7% con el Partido Verde.
- Frente al nivel educativo, los colombianos encuestados con estudios universitarios tienden a ser más de izquierda que de derecha. El 29% dijo ser de izquierda mientras que el 18% de derecha. Gana el centro con el 53%.
- Todo lo contrario ocurre entre colombianos que sólo terminaron el colegio. Tan solo el 12% dijo ser de izquierda mientras que el 35% se ubicó en la derecha; ganó también el centro con el 52%.
Otras informaciones relevantes de la encuesta:
¿Qué opinan los analistas sobre la derecha en Colombia?
El doctor en Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica de Argentina y profesor asociado de la Universidad de la Sabana, Iván Garzón Vallejo[5], explica que la derecha es una postura política que tiene ciertas banderas tradicionales que se pueden agrupar bajo la categoría de orden y autoridad. Lo novedoso de esta derecha que hoy estamos viendo, más mediática, es que dejó de ser una derecha vergonzante. No le da pena decir “defiendo la derecha, soy de derecha”. La derecha le ha ido perdiendo el miedo a la sanción social de la izquierda y a la corrección política.
¿Cuál es el discurso de la derecha?
Lo que hace la derecha es mantener viva la idea de que siempre hay enemigos. Lo que pasa es que el enemigo es diferente, cambia. Como estamos viendo en Europa. Ya el enemigo no es el comunismo, ahora es el migrante. En ese papel han sido mucho más hábiles en identificar enemigos que por lo demás generan un rechazo casi que de modo instintivo.
¿Cómo se comunica la derecha?
Steve Bannon, el ex asesor del presidente Donald Trump, dice que a la gente le gusta que le digan las cosas; políticos que digan lo que piensan. Y como lo decía el autor Antonio Scurati hablando de Benito Mussolini, esos personajes que nos dan tanta risa, que son vulgares, boqui sueltos, hay gente en realidad que se identifica con ellos. Bannon dice, además, que la derecha le aprendió a la izquierda dos cosas: a no temerle a la polarización y a decir las cosas tal y como las piensa. La derecha, además, ha descubierto, porque ya la izquierda eso lo tenía, el elemento emocional en la política. Se dio cuenta que había una mina de oro en apelar a los malos sentimientos: miedo, temor, rechazo a ciertos sectores sociales.
¿A través de qué se comunica la derecha?
Las redes sociales son grandes aliados porque tienen una lógica de reforzar las creencias. Es muy poca la gente que uno ve en plan de discutir, de matizar, de profundizar. Lo que prevalece es el gregarismo y las redes acentúan el gregarismo. Por eso la relación con los medios tradicionales es ineficaz pues tienden a matizar y a mostrar un panorama más amplio. Un tuit es mucho más elocuente de una emoción, de un sentimiento, de un mensaje político.
¿Cuál es el éxito de la derecha en Colombia?
La capacidad de traducir en eslóganes políticos el malestar de la gente con la clase política y con la democracia. La fórmula de castro-chavismo en Colombia me parece una obra maestra porque logra resumir en una sola palabra todos los miedos que puede tener un colombiano, un latinoamericano.
¿Quiénes son los actores de la derecha en Colombia?
Álvaro Uribe Vélez y su Centro Democrático, Germán Vargas Lleras, Juan Carlos Pinzón, el gobierno actual. También pondría en la Derecha todo el sector del partido Cambio Radical[6].
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El politólogo, analista del conflicto armado y de los procesos de negociación en Colombia, Álvaro Jiménez [7], nos cuenta que la Derecha protege a las empresas y al propietario, es aliada de la fuerza pública y es muy cerrada a los temas nuevos: aborto, matrimonio homosexual. Son rotundos frente al tema de la preservación de la familia como un eje de la dinámica de relacionamiento social y de la vida. Y en cuanto un símbolo colombiano de la Derecha, afirma que, tiene al mejor comunicador. El ex presidente Álvaro Uribe. Uribe dice las cosas en un lenguaje claro. Quien lo escucha, así no esté de acuerdo con él, comprende lo que dice. Uribe sabe que comunicar no es sólo decir, sino la figura que comunica las cosas. Por eso se pone poncho, sombrero, va a cada rincón de este país, se toma el tinto con las señoras y les pregunta por sus hijos. El éxito de la Derecha en Colombia es tener un gran portavoz, y tener unos resultados exitosos en la derrota a las FARC. Además, en general, la sociedad colombiana le tiene miedo al cambio. A la gente no le gusta la incertidumbre. Le gusta la certidumbre.
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El profesor del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la universidad EAFIT de Medellín. Gustavo Duncan[8] explica que en Colombia ya no hay dos partidos: liberal y conservador. Hay colectividades políticas bajo la sombra de algún líder y en este caso en un líder sumamente carismático como el ex presidente Álvaro Uribe. En él se visualiza la Derecha. La Derecha no es un partido, es una persona. Ahora, sin embargo, Uribe está en una situación complicada. La gente lo está viendo de manera muy negativa.
¿Qué dicen los de la derecha sobre la derecha?
La Senadora del Centro Democrático Paola Holguín [9], dice que la derecha en Colombia quiere equidad, menos pobreza, que haya paz y desarrollo. La diferencia entre Izquierda y Derecha no es el fin. Es la manera de hacer las cosas. La seguridad es importante para la Izquierda y para la Derecha. Pero el estigma que existe hoy es que la seguridad es sólo un tema de Derecha y militarista. que la diferencia de fondo es que la Izquierda habla siempre de unas causas objetivas de la violencia como la pobreza, mientras que la Derecha entiende que hay múltiples causas de la violencia que no es sólo la pobreza. Y mientras para la Izquierda la solución a la violencia es que haya más equidad, para la Derecha la seguridad es un medio para lograr mayor equidad. Y la Derecha entiende la seguridad como un valor democrático, como un derecho humano, como un bien público que tiene que garantizar a partir de la prevención, control y rehabilitación y la Izquierda se concentra sobre todo en la prevención.
La Izquierda es mucho más liberal, por ejemplo, dentro de la agenda de la Izquierda se dice que el aborto es un derecho de la mujer, es un derecho sobre su propio cuerpo. Los que somos de Derecha decimos que asesinar un bebé en el vientre de la madre no es un derecho.
En lo religioso, la Izquierda sataniza la religión, ya que ellos creen que Estado laico es igual que Estado ateo. Para la Derecha no. Para la Derecha Estado laico es que hay una clara división entre la Iglesia y el Estado pero hay libertad de cultos. El Estado laico no es sinónimo de Estado ateo, sino que hay que respetar la libertad de cultos.
En lo económico para la Izquierda es necesario que el Estado intervenga en casi todo. Para la Derecha el estado se tiene que concentrar en la justicia, en la fuerza, en el monopolio de la fuerza y en el cobro de los impuestos. El Estado es más un árbitro. Otra diferencia. Para la Izquierda el problema de la pobreza se soluciona con subsidios. La Derecha cree que la mejor política social es la generación de empleos de calidad, que si bien hay que entregar algunos subsidios al más vulnerable, no todo se puede subsidiar porque se puede generar un incentivo perverso que hace que la gente no quiera trabajar.
¿Cómo se comunica la derecha?
La Izquierda ha sido muy inteligente porque ha logrado una penetración cultural: ha llegado mucho a través de la música, del arte, del teatro y con un discurso que es bastante emotivo y que llega a la gente. La Derecha se ha quedado en un discurso muy racional y frío. Creo, sin embargo, que hay sectores de la Derecha como Donald Trump y Jair Bolsonaro que dejaron de ser vergonzantes. Nadie se atrevía a decir que era de Derecha. Les daba vergüenza. La Izquierda nos creó el imaginario que ser de derecha era ser paramilitar de motosierra en Colombia. A la gente le da pena decir que es de Derecha. ¿Cómo perdimos el miedo a decir “soy de Derecha?” Pensando en lo siguiente: la izquierda es cada vez más radical. Si no existe una Derecha, se desaparece la posibilidad de una contraparte.
¿Qué medios utilizan para comunicarse? Las redes se han vuelto un medio para descalificar, insultar y ridiculizar. No para hacer un debate de fondo sobre un tema que es filosófico, profundo, frente al Estado. Las redes son importantes, pero ésa no es la vida real. La Derecha lo que sí hace es aplicar las tres S: Suela, Salida y Saludo. Lo nuestro está en la calle.
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El politólogo, uribista purasangre y ex columnista relacionado con los paramilitares Ernesto Yamhure [10] afirma que la derecha no es una ideología, es ser conservador, creer en las ideas conservadoras y es fundamental el elemento religioso. No desde la perspectiva teológica sino en términos morales. En el momento en el que usted pierde el temor de Dios, pasa a la animalidad y se pierden las perspectivas y los límites. Al final del día, por razones prácticas, ser conservador es una corriente de pensamiento que está mucho más acorde a la vida del día a día. ¿Qué necesita la gente? Que su trabajo sea estable, que sus ingresos sean suficientes para sufragar sus necesidades básicas, que tenga una capacidad de ahorro y obviamente que pueda pensionarse cuando no sea productivo. Ampliando un poco el espectro, mi seguridad, mi acceso a la justicia cuando sea necesario y un mundo de oportunidades. Lo demás es puro discurso romántico que a los jóvenes les encanta porque todavía no han tenido que enfrentar la vida. Ser conservador es más pragmático: se basa en el sentido común.
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El senador colombiano e ideólogo del partido de derecha Centro democrático José Obdulio Gaviria afirma que el discurso de la derecha se está remodelando. Estaba moldeado en 2002 por una situación que encuentra el presidente (Álvaro) Uribe que es el Estado fallido, como lo definió la revista Foreign Policy. La recuperación a través del discurso de la libertad económica, mucha atracción de inversión extranjera, mucha concentración en la inversión de obra pública, todos estos factores estaban unidos a un ejercicio de firme de autoridad. Hoy por hoy ese discurso está huérfano, no sólo en Colombia sino en varios países. La Neo inquisición, el último libro de Axel Kaiser, resume muy bien lo que estamos pensando los demócratas liberales en América Latina: un tipo de pensamiento liberal, moderno, ajeno al dogmatismo y al buenismo de la izquierda en el tema intelectual, podría ser la escuela que consolide el nuevo discurso de la derecha latinoamericana.
Una última –y diferente– idea sobre la derecha
La historiadora Catalina Muñoz comenta que “poco se ha estudiado la Derecha y eso ha pasado porque la academia es más de izquierda. Es una deuda que tenemos y por eso nos cuesta trabajo explicarla porque no la conocemos tan bien como el otro lado
Sin embargo, hay alguien que está estudiándola: Ricardo López”. En entrevista telefónica, Ricardo López[11], doctor en Historia Latinoamérica de la Universidad de Maryland, sacamos un par de conclusiones sobre el estudio que está haciendo.
– La derecha está mimetizada, vivita y coleando entre la gran clase media. Lo que intento demostrar es si los grupos populares, las clases obreras, han participado en ese proyecto de derecha. Concluyó que sí. ¿Ejemplo? La llamada ideología de género. Ese es un proyecto de derecha. ¿Por qué? Busca que las relaciones de género sean “naturales”, que se vuelva una noción de familia patriarcal, donde la mujer debe estar en la casa y el hombre salir a trabajar. Ése es un proyecto de derecha que va mucho más allá de un partido político.
– Una de las cosas que muestro en mis estudios es que ese proyecto de derecha no necesariamente coincide con partidos políticos. El ejemplo que acabo de dar no corresponde a un partido político. Después de los años noventa es donde yo veo que hay una consolidación fuertísima del proyecto de derecha con la paramilitarización de la sociedad y son estas ideas las que van a triunfar sobre cómo debemos organizar la sociedad. Y es en esos años, con el aspecto de la violencia que no podemos dejar de lado, que los proyectos de derecha, en el sentido cultural y político, van a triunfar.
-El paramilitarismo lo entendemos como un proyecto militar solamente. Pero lo que yo llamo la paramilitarización de la sociedad es ese proyecto de derecha mucho más amplio que cala en la sociedad sobre todo urbana con ese miedo a la violencia y cala en las clases medias y en las clases populares.
-Carlos Castaño, en alguna entrevista, decía que el proyecto paramilitar no era sólo de derecha sino de clases medias. Los grupos paramilitares no son sólo un proyecto de élite y de derecha que se quiere imponer, sino que hay un arraigo social tan fuerte en Colombia de erradicar al otro, al que piensa diferente, y eso es lo que yo llamo la paramilitarización de la sociedad que va mucho más allá de ese proyecto de élite.
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[1] Si se quisiera ampliar más sobre el peso de la religión en la política colombiana, dos libros recomendados: “De la derecha a la izquierda” de Rosa Michael y la tesis de grado “La Iglesia católica ante los conflictos políticos en los años 1930-1957” de Iván Arias.
[2] Laureano Gómez (Bogotá, 1889-1965), presidente de la Colombia (1950-1951). Caudillo conservador, fue una de las figuras más polémicas de la historia, ferviente seguidor de la escuela neotomista. Ingeniero civil, fundó el diario La Unidad, de tendencia católica y conservadora.
[3] James D. Henderson, “Las ideas de Laureano Gómez”.
[4] “Qué es el conservatismo colombiano”, Javier Ocampo López.
[5] Colaborador frecuente del diario El Espectador. Importante leer este documento sobre Izquierda y Derecha, de su autoría
[6] Los entrevistados para esta radiografía también ven como protagonistas de la Derecha a buena parte del Partido Verde, muy conservadores, buena parte de los miembros de las FF.AA., las Iglesias cristianas son organizaciones de derecha con expresión política, al ex alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, el clan Char de Barranquilla, Dilian Francisca Toro, ex gobernadora del Valle del Cauca. “En la Derecha están las élites rurales que son quienes financian el paramilitarismo, las élites urbanas, como los grupos económicos. También están las élites que viven del narcotráfico y una parte de Iglesia con su proyecto social y cultural. Finalmente la sociedad que, como tal, ha participado como justificación y legitimización de la derecha”. Ricardo López.
[7] Álvaro Jiménez Millán es coordinador de la campaña Colombiana contra Minas y miembro de la mesa de Gobierno de la campaña internacional para la prohibición de minas antipersonal. Es miembro fundador del SEHLAC, grupo de trabajo sobre seguridad humana en Latinoamérica y el Caribe.
[8] Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Northwestern. Autor de “Más que plata o plomo” y “Los señores de la guerra”.
[9] Fue asesora de la Presidencia de la República de Colombia, durante el Gobierno del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Escribió la biografía del ex presidente Uribe, titulada “Uribe de carne y Hueso” de editorial Norma y fue la compiladora del texto “Del escritorio del Presidente”
[10] Vive en Estados Unidos después de que se le relacionara con el paramilitar Carlos Castaño.
[11] Ricardo López Pedreros, historiador de la Universidad Nacional, magíster en Historia y Estudios Latinoamericanos del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, y doctor en Historia Latinoamérica de la Universidad de Maryland. Su libro Makers of Democracy: A Transnational History of the Middle Classes in Colombia, examina por qué y cómo la clase media llegó a ser un criterio principal de democracia durante la segunda mitad del siglo XX.